viernes, 30 de enero de 2015

Los órdenes de la abundancia... Según la mirada de Bert Hellinger



Dinero, madre y vida son energías equivalentes. Como tratamos a la madre, así nos trata la vida y el dinero.

Los órdenes de la abundancia son los siguientes :

1-Asentir a todo como es y a todos como son y agradecer todo como es y a todos como son, aunque todavía no entendamos. La abundancia es la respuesta del universo, del sistema familiar y del espíritu al que está al servicio de la vida, agradeciéndola como es, con la muerte y con el sufrimiento también.

Nuestras vidas forman parte de grandes movimientos de compensación y de reconciliación. Es a lo que tenemos que asentir.

2-El siguiente orden de la abundancia dice « tomar », tomar todo como es, tomar a todas las personas como son, formar parte del movimiento de la compensación de la vida, equilibrando el dar y tomar.

El dinero que recibimos es la compensación a nuestro buen dar. El buen dar empieza con los padres : cuando « tomamos » a nuestros padres, o sea, cuando aceptamos recibir incondicionalemente todo lo que nos dieron nuestros padres, necesitamos devolver, por agradecimiento, pero a los padres no les podemos devolver lo mucho que nos han dado, por lo que instintivamente nos giramos hacia los demás, pareja, trabajo, y a ellos damos lo que tomamos de los padres. Esto es el buen dar. Y el entorno nos lo compensa y agradece con la abundancia.

Tomar a la madre es contactar con el éxito y el dinero.

Tomar al padre nos abre a la fuerza de la realización profesional

Tomar a ambos a la vez permite que el éxito profesional fluya en nuestras vidas. Y este éxito está unido a la prosperidad económica.

Tomar sólo un poco a los padres tiene como consecuencia no ser capaz de dar mucho a los demás, y por lo tanto la respuesta del universo será también pobre, mezquina.

Tomar a todos como son significa tomar a todos los excluidos, rechazados, perpetradores y despreciados, de las dos ramas, que los conozcamos o no.

Tomar a todos como son significa también querer a la gente difícil de nuestra propia vida, a los perpetradores económicos, a los prepotentes, a los tiburones y usureros, etc. y agradecerles ser como son.

3-Y el último orden de la abundancia dice « respetar al anterior ».

Resumiendo, nuestra abundancia está ligada a nuestra capacidad de amor incondicional y agradecimiento incondicional también. Se traducirá en nuestras vidas, primero por nuestro amor y respeto a la madre y a todas las mujeres de nuestro sistema familiar, y en segundo lugar por nuestro amor a los difíciles, rechazados, prepotentes, violentos y otras personas moralmente « incorrectas ».

Ese amor tiene su reflejo en nuestra capacidad para decir « gracias por ser como eres » a cualquier ser humano.

El dinero viene de la madre.

En la madre, durante los primeros nueve meses de nuestra vida, hemos conocido la abundancia de la naturaleza y su imperfección. Al tomar conscientemente a nuestra madre, reanudamos el fluir de la abundancia en nuestra vida.

En la pareja, observamos que la abundancia depende de la actitud de la mujer. Si la mujer respeta a su marido, el marido tendrá éxito y prosperidad.

Para las personas solteras, éxito y prosperidad dependen de cómo han tomado a su propia madre.

Las herencias
La herencia fue acumulada gracias al respeto de una mujer por su marido (abuelo, bisabuelo, etc). La herencia puede estar bloqueada porque ningún descendiente ha mirado, honrado y agradecido a esa mujer.

El orden entre padres e hijos dice: los padres dan y los hijos toman.

Lo que dan los padres siempre es un regalo. Deben ser honrados y agradecidos por lo que han dado. El hijo que exige algo de los padres pierde a sus padres.

La culpa y los MÉRITOS pertenecen al que actuó y sólo a él.

Un padre no tiene ninguna obligación de dar algo a sus hijos. El hijo no tiene ningún derecho de exigir algo de sus padres.

Los padres dan siempre a todos sus HIJOS por igual, a todos los que estén en su lugar de HIJOS, y sólo dan a esos HIJOS.

En las herencias el orden sistémico se respeta inconscientemente de un modo contundente: el hijo que reemplaza a un hermano muerto excluido o a un aborto olvidado recibirá dos partes de herencia, la suya y la del excluido; el hijo que sustituye a un tío, padre, abuelo, no recibirá nada ya que no vive como hijo....

Las deudas
Tener deudas o hipotecas es un modo de pagar un daño, de equilibrar una culpa no asumida. Puede ser nuestra o, más frecuentemente, pertenecer a un ancestro con quien tenemos una fidelidad o una intrincación.

Avaricia
«Tengo muy poca energía para vivir, no la tengo que malgastar ». El dinero es el equivalente de la vida, la persona siente que su soplo de vida se apaga, tiene que ahorrar al máximo su dinero-energía.

La ludopatía
Mejor es jugarse el dinero antes que jugarse la vida. La ludopatía en la que el jugador pierde una y otra vez es un sustituto de suicidio.

La crisis pertenece a un campo superior al servicio del cambio. La dirige el movimiento del espíritu. Es pura energía, al servicio del amor y de la vida. En la crisis el movimiento del espíritu se despliega, prodigando su fuerza y su amor al que quiere ver y cambiar.

La abundancia es un movimiento del espíritu, para el que agradece toda su vida como es.
El dinero, símbolo de vida, necesita ser aceptado como es, reconocido, querido, respetado.
También necesita ser destinado a la vida. Necesita ser recibido para ser dado de nuevo a cambio de otro servicio que mejora nuestra vida.


por Brigitte Champetier de Ribes
Fuente: http://www.guiagente.es/articulos/153-los-ordenes-de-la-abundancia-segun-constelaciones.html

Mientras no respetemos la energía materna fracasaremos en la nutrición de nuestra abundancia






Hay un señor alemán que se llama Bert Hellinger que desarrollo una terapia que se conoce como CONSTELACIONES FAMILIARES. Este señor que es un genio en la observación del ser humano, nos comparte que hay una ley fundamental que dice “en todas las relaciones hay un orden de jerarquía”. . , es decir, que cada uno en su grupo tiene un lugar determinado y nadie más puede ocuparlo, al igual que él tampoco puede ocupar otro sitio: debe permanecer en el suyo. El orden de jerarquía se deriva del tiempo de pertenencia a un grupo. De esta manera, el que llegó antes tiene prioridad en relación a los que vinieron luego. Por ese motivo, los padres tienen prioridad ante los hijos; el que nació primero, el mayor, tiene prioridad ante el que nació segundo, etc. Y en una empresa, aquellos que estuvieron antes tienen prioridad ante los que vienen después. Esta ley en nuestra sociedad no está reconocida, ni siquiera se sabe
. Si esto lo ejemplificamos en un caso muy concreto la madre y el hijo, ¿quién llegó primero? La madre. Entonces por ley la madre tiene mayor jerarquía que el hijo. Sin embargo, hay muchos hijos que se ponen por encima de ella, le hacen reproches, le indican cómo debe ser y la rechazan.
El resultado es que
fracasan en su profesión. Dice Bert Hellinger que esto se puede comprobar muy fácilmente, solamente hace falta mirar a aquellos que fracasaron, por ejemplo a los que sufrieron una bancarrota, a los que perdieron su trabajo o el dinero; solamente miramos a la madre, no tienen vínculo con la madre. Esa comprensión tiene efectos muy amplios.
Cuando tomamos conciencia de esto, entendemos la importancia de RESPETAR A LA MADRE. Porque si por jerarquía no ocupo mi lugar como hijo, y me quiero poner por encima de mi madre, no podre tener éxito en la vida como consecuencia.
Todas las personas que están batallando con su trabajo, con la generación de dinero, es bien importante que retomen el respeto a la madre para que se reconecten con la abundancia de la vida.

Bert Hellinger comenta que se puede ver muy fácilmente quien está en sintonía con la madre porque su rostro está iluminado. Y esto también se puede determinar con los empleados en una empresa… la madre representa la nutrición, pero no solo el alimento físico sino también el alimento espiritual. Entonces si estoy en conflicto interno con la madre, tengo problemas con mi nutrición emocional, y esto repercutirá con mi falta de prosperidad.

Y para los que se resisten a esta ley fundamental, porque juzgan a su madre como alguien mala, nos comenta Bert Hellinger que espiritualmente los padres son perfectos, porque los escogimos inconscientemente precisamente porque veníamos aprender de ellos como maestros. Cada madre como tal es perfecta. Al servicio de la vida es perfecta y entonces ¿cómo puede uno decir “mi mama es mala”? Porque no se está reconociendo lo fundamental, lo esencial: de dónde proviene su vida, y eso es la superioridad. Si alguien se pone por encima del origen de su vida, entonces, ¿cómo puede tener éxito en su vida, si no reconoce el origen?

El cambio se da a través del crecimiento interior. Respetando al padre y la madre. Sin ese padre y sin esa madre nosotros no estaríamos vivos, solo vivimos porque los tenemos a ellos. Todo lo decisivo proviene de ellos, solamente de ellos. Solamente necesito reconocer eso y entonces me vuelvo humilde y ocupo mi lugar adecuado, que es por debajo de todo. En ese instante, a mis padres les puedo decir:”¡Gracias, gracias por todo!” y hacer algo bueno con aquello que me dieron.


Fuente: http://despertando.mx/?p=1787