lunes, 11 de julio de 2016

LA SABIDURIA DEL FRACASO tomado de "Miedo a la vida"- Alexander Lowen

En el ser humano hay cosas que no cambian dentro de su propio cambio; ya que no hay un día que sea igual al otro; no hay una vida idéntica a la precedente.


Todo cambia, pero mi proceso es siempre el mismo; las criaturas humanas son creaciones pasajeras, e impermanentes, esto permite mantener al hombre anclado a la realidad de su ser y prevenir su exceso de ego.


Dado el poder que tiene el "yo" para gobernar el mundo, es muy fácil que el individuo pierda su humildad y se crea Dios.


En definitiva esto significa asumir la responsabilidad de su sino, dado que la cuestión principal reside en que hemos sido adoctrinados en la idea de que éxito y fracaso están en nuestras manos; esto equivale a cargarle a este; un equivalente moderno de la culpa: "el temor al fracaso".


Ocurre que detrás de todo malestar, descontento y quejas, suele haber sensación de fracaso.


Mientras que el fracaso es estar mal e ir hacia abajo; el éxito se lo asocia con el sentimiento de estar bien, de ir hacia arriba , lo que en definitiva, asegura una receta segura para la neurosis.


El éxito tiene un sabor dulce cuando llega por si mismo, pero es amargo, si tenemos que sacrificarnos por el.

Cuando en las sociedades modernas, la producción y el consumo están muy relacionadas, la gente queda como "suspendida" en sus propósitos; ya que el "premio" en términos de placer y satisfacción que provoca el esfuerzo creativo; resulta inmediato.


En nuestra "cultura tecnológica" vivimos de la utopía de que todos los problemas que generamos podrán ser resueltos.....mientras tanto, nuestros " placeres" son apenas, placeres momentáneos, antes de que nuestros anhelos de éxito....nos vuelvan a empujar hacia arriba.


Permanecemos suspendimos en la ilusión del éxito, y por eso aspiramos constantemente a subir mas y mas; cuando la genuina sabiduría nos indica que "todo lo que sube....debe bajar".


Cuenta Lowen que cuando era joven era muy egocéntrico que aspiraba a ascender en el mundo, que deseaba éxito y fama, y que a pesar de haberse graduado en Leyes y haber obtenido el doctorado, no conoció el éxito ni la fama en el Doctorado ni en el Derecho, era la época de la Depresión, y con su profesión no podía mantenerse económicamente. Este fracaso lo obligo a buscar otras cosas.


Su interés por la relación cuerpo-mente lo llevo a conocer a William Reich y pasar por un entrenamiento terapéutico. Con su ímpetu juvenil, quiso ser medico y ejercer la terapia reichiana para alcanzar una potencia orgasmica total, pero no lo logro del todo dado que aun estaba empeñado en tener éxito y fama.


Entonces comenta con cierto dejo de ironía, que tras haber fundado un Instituto y haber escrito varios libros, la gente lo considera un triunfador y un famoso; y en comparación con sus ambiciones juveniles...ahora es un "fracaso", es una criatura imperfecta, no ascendió a las cumbres olímpicas, y ha conocido el éxtasis del orgasmo total al igual que la mayoría de las personas, solo en contadas ocasiones; no se ha liberado de las tensiones, de los problemas, y de las preocupaciones diarias. ; dice además , que a sus libros no los considera best sellers y que su Instituto es pequeño.


Sin embargo siente gran placer por su vida y por su trabajo, pero no puede decir que se halle exento de dolor.


Considera que su "gran "viraje"se produjo a partir de aceptar su "fracaso", desde entonces logro mayor paz interior, felicidad y un poco de sabiduría. Comenta que parte de esta sabiduría deriva de haberse dado cuenta de que éxito y fracaso no son criterios validos para vivir.


Manifiesta que el fracaso puede tener, si se lo quiere ver, un efecto aleccionador positivo; lo cual me hizo detenerlo y revisar su comportamiento autodestructivo; le posibilito un nuevo comienzo; y que al aceptar el fracaso lo libero de su lucha por superar el sentimiento interior de fracaso.