martes, 14 de diciembre de 2010

¿QUÉ ES EL TAROT?



Quiero saludar en este fin de año a todos aquellos que, como yo, buscan en el Tarot respuesta a sus interrogantes, soluciones a sus problemas y dudas, perspectiva en los momentos difíciles, ideas creativas para sus proyectos, el camino y la guía para sus pasos.

Celebremos el disponer esta maravillosa herramienta-portal que nos ayuda a comprendernos como seres humanos integrales, a desarrollar nuestro máximo potencial, a conectar con la intuición, a sanar y sanarnos. Agradezco a los maestros que me han iniciado en este camino espiritual, a los que han confiado en mí como tarotista a lo largo todos estos años y también a los alumnos que se han formado en mi taller.

El enfoque terapéutico del Tarot utiliza las cartas como guías de autoconocimiento y diagnóstico, pero también como estímulos para nuestro subconsciente en la consecución de los cambios evolutivos que contrarresten modelos negativos de conducta y creencias limitantes.

El Tarot, con su lenguaje simbólico, nos muestra lo que debemos reconocer y quizá resolver. Nos permite identificar aquello que nos bloquea y nos señala opciones.

Es también una herramienta muy útil en tiempos de grandes transformaciones internas o externas, resignifica las situaciones de nuestra vida convirtiéndolas en oportunidades de sanación y expansión.


Por eso estas fechas son ideales para buscar orientación, para hacer una consulta de Tarot y empezar con energía renovada el próximo año. Seguro que es un buen momento para aprender sobre los poderes sanadores de la adivinación y la profecía, es tiempo de abrirse a otras sensibilidades, a nuevos mensajes.




Pueden estar seguros de que encontrarán guía y apoyo en mí para ese cambio que están buscando.

Si quieren saber más sobre cómo trabajo con el Tarot y la Astrología cliqueen aquí

A los que ya estén planificando inscribirse en los cursos de Tarot Terapético les dejo este otro enlace

Por consultas e inscripciones escriban a tallerladiosa@gmail.com.

Comparto este artículo con todos ustedes deseándoles desde ya un feliz y próspero 2011.

¿QUÉ ES EL TAROT?



La manera más simple de responder a esta pregunta es dando una descripción: el Tarot es una baraja compuesta por 78 cartas, también llamadas Arcanos, de las cuales 22 se llaman Arcanos Mayores y 56 Arcanos Menores.

Los Arcanos Mayores son figuras de alto valor simbólico, expresiones de las fuerzas que están operando a nivel Macrocósmico, permeando simultáneamente el Universo, el sistema solar, nuestro planeta, la sociedad, el ser humano y cada partícula de la Existencia.

Los Arcanos Menores poseen diseños más simples y tienen menor carga simbólica en la mayoría de las barajas. Representan fuerzas que actúan en el Microcosmos, esto es, en la vida cotidiana del ser humano. Los Arcanos Menores están divididos en 4 series: bastos, copas, espadas y oros. Cada una de estas series posee 14 cartas de las cuales cuatro son las figuras de la Corte, llamadas Rey, Reina, Príncipe y Princesa. Las restantes 10 cartas de cada serie están numeradas desde el As hasta el Diez.


¿Qué es el Tarot? Muchas respuestas han sido dadas:

- Es un arte de adivinación
- Es una ilustración de las Fuerzas de la Naturaleza
- Es un instrumento de autoconocimiento
- Es un compendio de conocimientos esotéricos
- Es un legado de otras civilizaciones
- Es un camino de crecimiento espiritual
- Es la expresión simbólica de la psique
- Es la representación del Árbol de la Vida


Todas estas respuestas son ciertas, unas y otras se complementan aunque todas ellas limitan la respuesta que estamos buscando y que parece abarcar todas las respuestas anteriores y probablemente muchas más.

Para aproximarse del mejor modo es bueno abrise al mundo de los símbolos, a través de ellos encontraremos toda una serie de paralelismos entre las cartas e ideas fundamentales, mitos y leyendas de las culturas antiguas, tal como la India de los Vedas, el Egipto de los Faraones, la Cábala hebráica, el Taoísmo chino y también el budismo.

Retomando la pregunta, podríamos afirmar que el Tarot es la expresión simbólica de Arquetipos Universales que están presentes en el inconciente colectivo, y que aparecen de una forma u otra, cuando los hombres y mujeres especialmente intuitivos consiguen captarlos.



La elaboración conceptual y plástica de estas imágenes universales brinda al ser humano un vehículo que le permite orientarse mejor en el viaje de autoconocimiento o de retorno a la esencia divina de cada uno de nosotros.

Podríamos decir que el Tarot tiene dos lados: uno inmortal, sin principio ni fin, esencial, arquetípico que podemos llamar lado interno y otro externo que son las formas particulares que adopta, dependiendo de las circunstancias históricas y del uso que les demos.

En un momento tan fuerte de crisis planetaria, en el que hasta la continuidad de la vida está amenazada por el delirio de poder de unos pocos, es que se hace absolutamente necesario que la humanidad se torne más conciente, silenciosa y meditativa. Maestros encarnados y vivos están trabajando intensamente para que la humanidad no se pierda en su camino de evolución y para que el planeta Tierra continúe siendo una gota de vida, casi un milagro maravilloso en la Inmensidad. Es en este sentido que debemos entender la profusión de barajas y otros medios de autoconocimiento.

¿Qué es el Tarot terapéutico?

Además de tratarse de un oráculo antiguo que se utiliza mayormente con fines predictivos, el Tarot es un camino de evolución de la conciencia simbolizado por los 22 Arcanos Mayores. Las situaciones que plantean los Arcanos Mayores son estados de conciencia, circunstancias de la vida humana, distintas fases del alma en su desarrollo a través de fases cósmicas y evolutivas. En cuanto a los Arcanos Menores, éstos retratan acontecimientos en el microcosmos, el pequeño mundo en el que vivimos diariamente.

Aunque estos acontecimientos incluyen fenómenos pasajeros tales como pensamientos, emociones y sensaciones corporales, no son menos importantes a nuestras personalidades de lo que es el pasaje cósmico para nuestras almas. De hecho, ellos son la esencia del mundo tangible que compartimos.

En el plano físico, la alquimia hace intentos para cambiar metales bajos en oro, pero como el psicólogo Carl Jung ha mostrado, la búsqueda esotérica de los alquimistas era una transformación del ser. Es justamente lo que el Tarot promete.



Los Arcanos -arcano significa secretos profundos y en su raíz latina, la palabra significaba arca, una caja para almacenar- salvaguardan los secretos de la sabiduría y, si son usados adecuadamente, producen sanación. Ello requiere, sin embargo, trabajo. El remedio que ellos nos ofrecen no es tan fácil como tragar una pastilla, sino un proceso de autodescubrimiento. A fin de comprender el valor de los secretos, necesitamos suprimir la incredulidad y abrir nuestra imaginación a imágenes de ensoñación. Cuando se usa adecuadamente, el Tarot se convierte en una disciplina espiritual.



Una lección similar se enseñaba en las escuelas de iniciación en cada civilización primitiva. Desde los druidas a los sacerdotes egipcios, desde los mayas al chamanismo ártico, esta enseñanza era proporcionada por ciertos miembros de la comunidad para ayudarlos a comprender el propósito de la vida humana en el planeta y a vivir armoniosamente como partícipes de la evolución individual y colectiva. No sabemos a cuánto tiempo atrás se remonta esta enseñanza. Una tradición oral no deja huellas tan fáciles de encontrar o de interpretar como un jeroglífico. Buscando preservar sus enseñanzas para la posteridad, estos "sabios" prehistóricos expresaron su sabiduría en forma pictórica. Algunas de estas imágenes ha sobrevivido a través de los milenios como "doctrina secreta". El Tarot tradicionalmente surge de esta fuente; de esta manera los Arcanos Mayores contienen las semillas de un conocimiento antiguo y sofisticado de las leyes cósmicas y del culto a la Diosa. Durante los últimos milenios, el patriarcado ha suprimido este conocimiento, a veces con una violencia terrible.



En el Tarot, los Arcanos han tomado varias formas gráficas. En el popular naipe Waite, por ejemplo, se les da a las imágenes traje y decoración medioeval. A la Gran Sacerdotisa se la muestra como una Madre Superiora. En contraste, Aleister Crowley ambienta su Tarot principalmente en el antiguo Egipto donde él cree está la fuente de todos los Arcanos.



En este naipe la Gran Sacerdotisa es representada por la Diosa Isis. Envuelta en un gran manto y un velo, eleva sus brazos, orando o canalizando energía. Esta es una representación mucho más enraizada. Muestra que los Arcanos contienen la semilla de una tradición de misterio sagrado establecida por miles de años y a la cual podríamos tener acceso nuevamente a través de varias escuelas esotéricas activas hoy día.

La iniciación en los Misterios de Isis es particularmente apropiada como entrada en el Tarot ya que los misterios se remontan a la historia egipcia pre-dinástica que se revitaliza en el período Helénico 3000 años más tarde. Durdin Robertson expresa que el culto de Isis en esa época se difundió en todo el Mediterráneo tanto como "Culto de Estado" (con ceremonias populares o masivas) o "culto misterioso" privado. Isis se convirtió en Diosa líder, sintetizando las características de varias Diosas antiguas en forma "purificada" o refinada -un modelo para la posterior Virgen María. Los Misterios de Isis fueron el prototipo de los posteriores Misterios Eleusianos y para los ritos de iniciación en Corinto, Pompeya, Roma e incluso Irlanda. En las figuras del Tarot Madrepaz, por ejemplo, se retrocede aún más a la era pre-patriarcal para ilustrar las raíces de estas enseñanzas. Mientras existió un grupo centrado en la Madre, la comunidad entera era capaz de experimentar los misterios de la iniciación. Ceremonias regulares de estaciones y celebraciones rituales permitían alivio de tensiones y sanación de energías cósmicas experimentada como la presencia divina de la Gran Madre de Todo.



En este contexto, la Sacerdotisa del Tarot Madrepaz no significa una mujer particular, sino que representa el poder de "lo femenino cósmico" como encarnado en el grupo femenino. La mujer Zulú en la imagen de la Madrepaz es literalmente el "pecho" o la "matriz" en la cual se contienen los secretos. Su cuerpo mismo sostiene el poder latente de la "Kundalini durmiente". Cuando las mujeres de la tribu despertaban esta fuerza a través de la danza u otro tipo de culto, la comunidad entera era sanada.



Los Arcanos Mayores intentan ilustrar las leyes básicas universales que estructuran el mundo natural. En sus significados metafísicos o cósmicos son a veces interpretados como fases de la vida o evolución, otras, como etapas en un camino espiritual. Numerados en secuencias del 0 (El Loco) al XXI (El Mundo) ellos forman un ciclo que representa la creación de la vida, su crecimiento y desarrollo en la tierra y el alma humana alcanzando el conocimiento conciente de sí misma, seguido por un retorno a la unión con su fuente original.

Tal como la creación de un mito, ellos funcionan para desarrollar un cuadro coherente de los comienzos de la vida y que el historiador de la religión Mircea Eliade llama el "Mito del eterno retorno". La terapeuta junguiana Marie Louise von Franz cree que la "creación es un despertar hacia la conciencia" y en que "cuando un ser humano se ha desarraigado y dividido, el primer paso hacia la sanación es el surgimiento en la psiquis de algún tipo de sueño creativo o metáfora". Ella informa que siempre que los isleños de Fiji están "amenazados por disociaciones, pánico y desorden social tratan de restablecer la creación y la totalidad del cosmos volviendo a narrar el Mito de la Creación". La actual revitalización del Tarot hoy en día no parece accidental, sino más bien una necesidad de contactar con esa tan necesaria metáfora de la creación y de una posibilidad de vida futura.



En los símbolos de los Arcanos están representados conceptos junguianos tales como sombra, inconsciente colectivo, ánima (mujer interna) ánimus (hombre interno), máscara, ego-conciencia, self. El camino de individuación que plantea Jung y que consiste en integrar nuestros aspectos oscuros (la sombra), trascender el ego, unirnos a nuestro opuesto (la mujer/el hombre interno según el sexo de cada uno) y finalmente contactar con nuestra naturaleza más profunda (el self) para sentirnos plenos e integrados, está delineado en el camino del Tarot, que con su sabiduría y enseñanza nos da las pautas para alcanzar ese estado de plenitud. De esta forma las interpretaciones se vuelven más profundas.

Casi cualquier situación puede ser ilustrada desde los arquetipos de personajes y situaciones que nos brindan las cartas del tarot. Porque el Tarot, con su lenguaje de imágenes y poesía, es el espejo del alma y nos permite contarle la historia de su vida al consultante y así iluminarlo.



El Tarot enfocado desde el punto de vista terapéutico aporta mucha riqueza a quienes lo estudian o consultan. El hecho de hacerse responsable de la propia vida se vuelve ineludible en el proceso de individuación. Ya no se trata de dar un simple vaticinio sobre los posibles acontecimientos externos de la vida del consultante. El énfasis está puesto en que cada uno debe hacerse cargo de su propio interior si es que quieren modificar el exterior, dejar de victimizarse proyectando en el entorno su propia oscuridad, buscando en el afuera al “salvador” al “héroe” de su película. Se trata de volver a empoderarse.

Los arquetipos femeninos y el Tarot

Cercano al universo de lo mágico y mirado con recelo por las religiones, este libro compuesto por 78 láminas dibujadas –que se presenta como mazo, porque antiguamente los libros tenían sus hojas sueltas y con dibujos, porque la mayoría de la gente no sabía leer– resume los principales arquetipos del ser humano, principalmente en lo que se conoce como los Arcanos Mayores: 22 cartas que reúnen la totalidad del contenido esotérico y que, miradas en orden, representan las fases de crecimiento (físico y psíquico) del devenir humano. Cada persona tiene, además, un arcano mayor que gravita e influencia en su vida, cálculo que se realiza a partir de la suma de la fecha de nacimiento.

Sobre su origen se tienen innumerables versiones, pero se consigna el Antiguo Egipto como la civilización desde donde surgieron algunas simbologías, especialmente las que conciernen a los Arcanos Mayores. Según la historia, ese conocimiento esotérico habría cruzado el Mediterráneo y establecido como oráculo en las primitivas culturas europeas. Sería durante la Edad Media en ese continente que se habrían estructurado las cartas como las conocemos en la actualidad, articulándose en torno a los elementos básicos –la tierra, el agua, el fuego y el aire– como las energías esenciales y fuente de las interpretaciones.

Dentro de este universo, el eje femenino-masculino determina todos los íconos y fuerzas del tarot. Vale la pena repasar los Arcanos Mayores femeninos, arquetipos que deconstruyen una mirada esotérica y milenaria sobre las mujeres.



La Sacerdotisa:
Arcano dos. Es el más antiguo de los personajes del tarot, vinculado a las mujeres de los pueblos originarios de Europa que profesan el culto a la Gran Diosa Madre. Relacionada con el yin o principio femenino, energía receptiva. Guardiana de la sabiduría oculta, algo fría. Sus valores son la cooperación y la solidaridad. Ligada al subconsciente, representa la verdad elemental y los procesos intuitivos. Autónoma y autosuficiente.



La Emperatriz:
Arcano tres. Así como algunas mujeres permanecían para el culto de la divinidad, otras se dedicaban al cultivo de la tierra. Este arcano se vincula a la fertilidad, la naturaleza, la maternidad y también la sensualidad. El arquetipo de la madre. Representa la ternura, la capacidad de criar, del afecto concreto. Vinculada a la comunicación y los procesos creativos. Es la representación de la pareja femenina; esta carta también alude al bienestar material, buenas relaciones de pareja, estabilidad y reconocimiento.



La Fuerza:
Arcano ocho. Aunque el nombre de esta carta es singular, su representación se construye de una mujer en actitud de dominio amoroso de un león; la verdadera fuerza radica en la multiciplidad. Energía femenina vinculada a la ternura y suavidad, y la masculina a la vitalidad y fiereza. Este arcano alude a los amores que se concretan y conjugan lo espiritual con lo carnal. También se refiere a las contradicciones y la capacidad del desarrollo interior. Llama a enfrentar los problemas y vaticina el éxito para quienes enfrentan la adversidad.



La Justicia:

Arcano once. El eje y el equilibrio. Este arcano representa el verdadero sustento de la autoridad, pues define, corta, decide y dispone. La Justicia del tarot no es ciega, recomienda ver la realidad, llama a tomar decisiones pendientes, pero también entrega la capacidad de hacerlo a través del conocimiento. También alude al rigor consigo mismo/a, al estoicismo, la modestia y la austeridad.

La Muerte:
Arcano trece. Carta que despierta temor y desconcierto, pero que alude a la necesidad de gestar, asumir y conducir el propio camino. Es la antesala a una nueva vida –que no significa la muerte física–, el partir de nuevo. Dice que es necesario hacer morir el pasado para vivir el futuro. Anuncia la transformación desde lo profundo del ser humano, lo que requiere valentía. Llama a aceptar el dolor que significa abandonar lo viejo, no sujetarse a los prejuicios, superar el ego. Cuando uno dice sí a la Muerte, dice sí a su propio desarrollo.



La Templanza:
Arcano catorce. Habla de resultados de un cambio y de asumir una nueva posición. Alude a la armonía entre lo interno y externo, el equilibrio real, sin importar que nadie lo entienda. Es un equilibro distinto, un desorden a los ojos cuadrados. También significa moderación y la capacidad de mezclar realidades. Esta carta también es portadora de mensajes y de protección divina. Alude a la salud psíquica y física.

La Estrella:
Arcano diecisiete. Esta carta habla del inconsciente, de la conexión con lo divino, con el cosmos, para las actividades en la tierra, en la vida diaria. Vinculada al arte, lo creativo y las comunicaciones, pero desde una propuesta innovadora y mística. Arcano de la sanación de procesos profundos, de crecimiento espiritual. Es una invitación a correr nuevos riesgos en la vida, especialmente después de experiencias fuertes.

La Luna:
Arcano dieciocho. Es la carta por excelencia de las energías femeninas. Vinculada a la intuición, los sueños. Llama a las mujeres y a los hombres a descubrir la profundidad de sus propias energías femeninas. Muestra, a veces, la cara oculta de la realidad, corre velos, también hace referencia a la necesidad de aprender a movernos entre la luz y la sombra. Es la conexión completa con las emociones, los recuerdos del pasado, la relación con la madre durante la infancia.

viernes, 15 de octubre de 2010

“NI JEFE, NI MARIDO, NI CURA, NI PARTIDO"* - Entrevista a Fany Puyesky

Por Patricia Turnes
Doctora en Derecho y Ciencias Sociales, Maestra en género, sociedad y políticas públicas, Fany Puyesky trabaja como consultora regional independiente para políticas de equidad en lo público y lo privado en organismos universitarios americanos ,así como en distintas universidades de América Latina y el Caribe. Ha escrito sobre derecho y también es autora de libros de humor feminista entre ellos: “Manual para divorciadas” y “La Mujer y su dinero”, “Diario de una diosa”. Activista incansable por los derechos y la liberación de la mujer, desde pequeña ha tenido una visión crítica con respecto a la sociedad injusta en que la que vivimos: “Las mujeres a lo largo de las civilizaciones que se conocen han sido denigradas y negadas o vistas como el otro, negándoles derechos sobre sí mismas, su cuerpo y su prole, la educación, independencia, herencias, dineros, trabajo, poder y cultura.” Puyesky ha utilizado el humor a través de sus libros y columnas no para quejarse sino para conquistar la libertad y fomentar el cambio.
En su Facebook se autodefine “Feminista humanista, republicana arendtiana. Para mí la libertad y la equidad van juntas”. En su muro escribe sobre las injusticias que se comenten a diario en el mundo hacia el género femenino. Puede pasar de denunciar un nuevo caso de mutilación femenina a contarle a alguna de sus amigas que está horneando una torta porque esa tarde la van a visitar sus nietos. Tiene dos nietos: un varón de once y una nena de seis. A ellos les transmite su amor por el cine, los museos, la música, los libros, les enseña a cocinar y a disfrutar de la buena comida, de los olores y sabores, del jardín y la naturaleza. Trata de suplir en la medida de lo posible como abuela, lo que no enseña la educación formal. En su opinión, cuanto más puedan elegir y conocer todo, más exigente y critic@s serán, y por lo tanto mejores personas.



Fany Puyesky (foto de perfil de Facebook)

¿Hubo algún hecho o vivencia personal que haya contribuido a que tomaras conciencia de las desigualdades que sufrimos las mujeres en esta sociedad?

No creo que sea necesario un hecho personal concreto, puesto que una niña atenta y no educada para la sumisión sólo tiene que atender a su voz interna para detectar las desigualdades e injusticias. Los niños tienen una fuerte conciencia de los derechos y la justicia, si no se los desvía con estereotipos de género, racismo o clase. Yo iba al cine desde muy chica y siempre le decía a mi madre: “Esas mujeres de las películas no existen”, veía muchas películas argentinas donde el estereotipo era de la mujercita boba, sumisa, atenta a los mínimos deseos de los hombres y supeditada en todo a ellos y con ridículas historias de amor. Había excepciones de mujeres trabajadoras como las que protagonizaba Niní Marshall, cuyo humor me encanta. Las mujeres que yo conocía no eran así, para mí eran mentiras. Cuando aprendí a leer a los cinco años, me di cuenta -ahí ya veía películas norteamericanas también en las que algunas mujeres trabajaban y eran independientes- que no había mujeres directoras, escritoras, ni nada. Así que le dije a mi madre “Ahora entiendo, ¡claro que esas mujeres no existen! ¡Son inventos salidos de las cabezas de los hombres!” Y nunca había escuchado la palabra estereotipo ni sabía el concepto. Pero a mí nadie me iba a decir ni que yo era diferente a los niños varones, ni que mi vida iba a seguir determinados rumbos prefijados, ni que tenía que hacer determinadas cosas y otras no.


Fujiko Isomura. Story of Veranda - Nusumigiki 2002

¿Considerás que el papel de la mujer ha sido el de víctima a lo largo de la historia?

La pregunta es demasiado amplia y no hay “la mujer” sino muchas mujeres. Eso es el feminismo actual de la cuarta ola donde no se puede hablar de “la mujer” como si todas fuéramos iguales y fuéramos un objeto único. Eso es funcional al sistema de género, en cuanto niega la diversidad, no sólo de las mujeres sino de otros como catorce géneros que no son mujeres ni hombres heterosexuales. No existe más la dicotomía hombre/mujer, como tampoco la de publico/privado ni otras dicotomías que han sido las que han conformado el sistema de género que a lo largo de la historia han considerado lo masculino como universal y jerárquico superior e intentado convencer tanto por la ley como por la violencia (la ley también es fuerza pues contiene sanciones) de que lo masculino definido como jerárquicamente superior y autodefinido como racional, lógico, cultura, objetivo, es lo universal. Se ha priorizado lo masculino sobre lo femenino (aún en la parte femenina de los hombres) y se le ha negado a las mujeres y a los demás géneros la posibilidad de ser no sólo el jerárquico (que el feminismo no desea, busca la equidad) sino las definiciones que el hombre, el dominante, se ha dado a sí mismo. Te diría que los hombres se han beneficiado, no todos, sólo los dominantes, del sistema de género y como esto sigue así es difícil que vean, no sólo que ese sistema es desigual y jerárquico y perjudica a las mujeres y demás géneros, sino que admitan que debe ser transformado, puesto que todos los hombres creen que se benefician de él. Y se benefician, pero menos de lo que creen cuando no forman parte del pequeño círculo de hombres dominantes y lo peor es que muchos que no tienen ningún poder, salvo el que deriva de “tener” una mujer, usan la violencia y la muerte para evitar que cambie, lo que demuestra a muy grosso modo la perversidad del sistema. Las mujeres a lo largo de las civilizaciones que se conocen han sido denigradas (por la Iglesia católica -y los padres de la Iglesia son un claro ejemplo del miedo a las mujeres-, más muchos misóginos que se han dedicado a gastar muchísimo tiempo, cerebrito y tinta sobre ello) y negadas o vistas como el otro, negándoles derechos sobre sí mismas, su cuerpo y su prole, la educación, independencia, herencias, dineros, trabajo, poder, cultura, etc. Esto es objetivo e histórico. Es una respuesta breve, claro.




¿Cuáles considerás que son los progresos y cuáles los retrocesos del feminismo en el tiempo histórico que te ha tocado vivir?


Ha habido muchos avances en los derechos, en las convenciones y encuentros internacionales y en las legislaciones de los países, aún no hay ni conciencia global ni acatamiento siquiera de las convenciones ratificadas, pero si hay un organismo el CEDAW(Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer) que monitorea a los países. El nuestro ha sufrido varias amonestaciones y observaciones, las dos últimas el año pasado en Ginebra tanto por el CEDAW como en derechos humanos en general.


¿Contribuyen las religiones a perpetuar el régimen patriarcal?

Por supuesto, no sólo contribuyen, sino que han sido las que más fuertemente lo han creado seguidas por el derecho. Hablamos más modernamente del sistema de género en lugar del patriarcado que se usa más concretamente.


¿Creés que hubo religiones pre-patriarcales en las que la deidad era femenina?

La deidad era femenina, pero siempre compartía su poder con un hombre hijo-amante-esposo como verás en las antiguas religiones


"Would God be Female?" Judy Chicago

¿Creés que existió alguna vez un matriarcado?

Es una antigua teoría de Bachofen, ya muy desacreditada cuando Simone de Beavoir escribió hace cincuenta años “El segundo sexo”. Hoy ya está descartada por l@s investigador@s serios. Y explicada en el temor del sistema de género al poder de las mujeres, o sea, que representaría las pesadillas del sistema.

¿Cuáles son los principales focos de transmisión de los valores patriarcales? ¿Te has cuestionado si no es la misma mujer en muchos casos quien por no faltar a los valores que le han sido inculcados la que más contribuye a su propia desigualdad?

Sólo me lo podría cuestionar si no supiera que es un sistema, en el cual están insertos y educados tanto los hombres como las mujeres y por lo tanto ambos contribuyen a reproducirlo. En mi caso particular como te dije, sí ya en la niñez tuve conciencia de la injusticia, me parece peor tratar de echarle la culpa de la reproducción sólo a las mujeres cuando sólo han sido las mujeres -algunas, las feministas que han tomado conciencia de ello- las que quieren transformarlo. No es un tema de género sino de conciencia de género.



¿Qué medidas debería tomar una mujer hoy con el fin de cortar con la desigualdad, la discriminación, etc. en sus diferentes ámbitos (la pareja, el hogar, el trabajo)?

El poder de las mujeres no se construye individualmente, como dice Hannah Arendt, sino mediante la acción, que ella distingue de la labor -con la cual se sigue viviendo- y del trabajo -que tiene una utilidad-. Ambas solas no construyen poder para las mujeres. Sólo la acción colectiva puede dotar a las mujeres de su poder como sujetas derecho y sujetas políticas para la transformación de las desigualdades de todo tipo, no sólo las de las mujeres. De ahí una ética feminista que engloba a los demás sujetos u objetos de dominación como otros grupos minoritarios (la mujer es un grupo mayoritario) como las dominaciones cruzadas por etnia, religión, clase, ciudadanía, identidad u opción sexual. Sobre todas estas discriminaciones sobre diversidades, quiere operar la transformación de la ética y la política feminista. En la pareja -lo que dudo pues ya eligió mal- se puede cortar individualmente, pero la discriminación te sigue al ámbito público, al trabajo y la sumisión también.

¿Cuáles son los desafíos del feminismo en el siglo SXXI?

Los de arriba, construir poder colectivo.

La igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres ¿se construye desde lo “macro” (legislaciones nacionales, políticas institucionales, gobierno, etc.) o más bien se construye desde lo cotidiano, la educación, la familia?

Desde ambos. En el espacio público de la negociación, el consenso y los pactos entre iguales (que era antes un espacio masculino), deben estar las mujeres que son las que ingresan a la agenda pública estos temas -la violencia, el incesto, el abuso, el acoso, la desigualdad laboral-. Han sido ellas las que tematizaron, problematizaron y finalmente pusieron estos temas en la agenda de las mujeres primero, en las agendas públicas luego y, finalmente, las llevaron a las agendas políticas consiguiendo en parte muy pequeña aún políticas públicas de género. La familia es una institución de la micro, meso y macroeconomía puesto que allí se ocasiona el TDNR -trabajo domestico no remunerado- que, junto con el voluntariado, constituyen una parte levemente superior que el TR -trabajo remunerado- de hombres y mujeres en el mercado de trabajo. En el TDNR las mujeres ponen el 80% por ciento y el hombre, cuando lo hay, el 2O% en el Uruguay las cifras suben y bajan a 84% y 16% y de ahí salen al mercado de trabajo en el que comparativamente las mujeres ganan menos que los hombres. Entonces las mujeres están sosteniendo al mundo: a las empresas, que no se ocupan de la reproducción de la fuerza de trabajo y se benefician del trabajo de las mujeres en la familia, a la familia –gratis-, al estado -que se beneficia de este trabajo que si no lo debería pagar con comedores, locales para los adolescentes, lugares donde se cuiden niños, enfermos, etc-. A los sindicatos nunca los he visto hacer ninguna huelga por guarderías, por ejemplo. Es un tema cultural, social, de educación y de conciencia ya que por ahora hay mala conciencia de toda la sociedad y de todos los partidos e ideologías políticas -pues todos están permeados por el sistema de género-.




¿Cuáles son los temas principales que integra la agenda de debate feminista en los últimos años?


La violencia sigue siendo un tema principal ya que se agrava año a año, no sólo en la violencia física y muerte sino en otros aspectos de la violencia de género o machista como los feminicidios, la trata de mujeres y niñ@s, además de los derechos reproductivos y el aborto que tampoco avanzan debido al fundamentalismo de las sociedades en este tema del sistema de género. Pero además hay nuevos temas de los últimos años como las reflexiones sobre el poder, la ética y los aportes feministas, la política, las nuevas tecnologías y los debates sobre los retrocesos que ha habido en muchos países, como en este también y sobre todo la prospectiva sobre estos temas para el futuro, conservando y ampliando derechos y ciudadanías en la globalización.



silkscreen circa 1970 José Gómez

¿Cuáles son los principales focos de transmisión de los valores patriarcales? ¿Te has cuestionado si no es la misma mujer en muchos casos quien por no faltar a los valores que le han sido inculcados la que más contribuye a su propia desigualdad?

Sólo me lo podría cuestionar si no supiera que es un sistema, en el cual están insertos y educados tanto los hombres como las mujeres y por lo tanto ambos contribuyen a reproducirlo. Me parece peor tratar de echarle la culpa de la reproducción sólo a las mujeres cuando sólo han sido las mujeres -algunas, las feministas que han tomado conciencia de ello- las que quieren transformarlo. No es un tema de género sino de conciencia de género.O de géneros pues hay muchos más que la dicotomía hombre-mujer. Y la personas con identidades y géneros diversos también cuestionan el sistema de genero(S) pues también a ellos los perjudica)asi como la los hombres) y también tienen conciencia de ello y nos acompañan-

¿Hay algún progreso que sea evidente para vos en las nuevas generaciones de mujeres?

Hay mujeres en muchos países, en algunos es evidente, en Uruguay no. Como en todo, las jóvenes aparecen poco quizá porque creen que esto no es cosa de ellas y sólo se dan cuenta de las discriminaciones que les toca individualmente, que además lo ven como algo personal cuando es colectivo. El movimiento de mujeres y el feminismo además, se ha quedado mucho en la labor y en el trabajo, o sea, en conseguir financiaciones, en la militancia en las ONGS en algunos temas que no son todos los que te nombré, en hacer conocer las convenciones internacionales. Está bien, pero no alcanza. O se ha quedado en la militancia o voluntariado gratuito en los partidos y como toda la sociedad uruguaya ha entregado poder al Espacio político que sigue siendo masculino -salvo excepciones en algunas pocas mujeres feministas- y que ni le interesa ni solucionan los problemas estratégicos y las necesidades de todas las mujeres, porque, aunque quisieran -que no quieren- tampoco podrían. Lamentablemente el espacio de la construcción del poder como lo entiende Arendt se ha desvanecido, opacado, por la labor de subsistir y el trabajo rutinario como por otros temas que no vienen al caso mencionar acá, y porque además son momentos históricos diferentes estos a los de 1984-85 y posteriores, cuando sí se construyó poder colectivo.



En relación a la frase “La independencia de las mujeres empieza en el monedero” que tenés en tu perfil de Facebook, ¿creés que la independencia económica de la mujer va de la mano con su independencia en otros sentidos? ¿No te parece que hay otros tipos de dependencias y que son mucho más profundas y difíciles de combatir?

Aclarando: la independencia económica es la principal, por eso dice “empieza”, sin ella no se alcanza la afectiva ni la emocional, etc. Sí puede haber independencia económica sin las demás, caso de las mujeres que entregan su dinero propio a los maridos, hijos o amantes, pero ese es un caso del sistema de género que te vengo explicando. Tener el dinero y saber usarlo y defenderlo, como hacen los hombres con lo suyo, ayuda a obtener independencia afectiva. Eso si no te educaron para la sumisión y la entrega. Si no podés dejarlo de lado, si tenés miedo que no te quieran si no das todo lo tuyo, en una palabra, si te educaron para que te despojen y aceptaste ser despojada y que te quieran por lo que das y no por lo que sos… ahí sí, ni con dinero va a haber independencia.

¿Qué es lo que empodera y libera realmente a una mujer?

Ningún partido político, ni el trabajo voluntario que los partidos te piden a pretexto de empoderarte, como se vio clarito en las elecciones municipales donde ni una sola vecina (ni vecino) que haya trabajado todos estos años para el fa fue empoderad@ de verdad. Lo que sí empodera y libera es ser independiente en todo sentido, estudiar y construir algo propio. Como decían las antiguas anarquistas argentinas y creo es el lema de algunas nuevas feministas de alguna parte “Ni jefe, ni marido, ni cura, ni partido”. Falta que tod@s tengan conciencia de género(s), de ser mujer, o de ser diverso, o de no querer vivir una vida diseñada por otros desde hace miles de años y de no querer reproducirlo más, ni para sí para las nuevas generaciones. Tampoco estamos solas por suerte. Los demás géneros y los hombres que cuestionan la identidad masculina que han heredado como la única válida y que saben que esa masculinidad tóxica es fuente de sufrimientos y fracasos también están contribuyendo.


Edwina Sandys. Marriage Bed, 2001.

Hace poco cortaste tu suscripción a un diario por considerar que el humor que manejaba uno de sus columnistas era sexista. ¿Para vos ese tipo de medida es “militancia feminista”?

No, lo considero una “acción” (en el sentido de lo que decía Arendt) que no tiene porqué tener un resultado pero que puede empezar algo, aunque sea una reflexión, por ejemplo, que vos me lo preguntes. No sabemos dónde termina. Pero además a nivel personal como feminista lo considero una opción y acción ética inevitable. No puedo leer y pagar a quien insulta a mi género, ni mirar para otro lado, ya sabemos cómo terminan estas cosas.


Hon, 1966, (monumentale sculptuur), Niki de Saint Phalle, Moderna Museet, Stockholm.

Has escrito desde el humor ¿es para vos el humor un arma eficaz para combatir las injusticias en el terreno de género? ¿Hay algún o alguna humorista que admires en este sentido?

Para demostrarlas al menos sí y para ridiculizarlas más aún. Admiro a Niní Marshall, a Leo Maslíah, a Woody Allen y a otros humoristas casi siempre anglosajones, los latinos son más machistas. Como sabrás el propio Onetti no pudo ser vendido en Inglaterra debido a ello. No conozco otras autoras humoristas feministas lamentablemente. Si, hay un humor sobre las mujeres que no es feminista, ni transformador de la realidad ni apunta a ello pero sí alcanza a algunas mujeres que se ven reflejadas en la denuncia y la queja meramente. Mi humor apunta a la libertad y al cambio, no a la queja.



¿Ha contribuido, a tu criterio, la liberación sexual de la mujer a su liberación integral?

Sí, siempre que no sea un palabrerío sin sentido, usado como consigna para vender cualquier cosa, sino cuando alude a la autodeterminación del cuerpo que es el continente de nuestros derechos. Mucho se habla de la autodeterminación de los pueblos y poco de autodeterminación de los cuerpos y vidas de las mujeres, es decir, la libertad y la felicidad que consiste en “vivir una vida diseñada a la justa medida” (y no a lo de otros) según Amartya Sen. Puede ser un tópico recurrente y pasado de moda, pero la real libertad de la mujer empieza con su propio poder y ese poder emana de su persona y de su cuerpo y nace con ella -como con cualquier persona humana- y no debe ser entregado a otros.

¿A qué mujeres admirás por sus luchas o los cambios que ha logrado en la sociedad?

Simbolizo la lucha feminista en las cinco mujeres que se reunieron en Seneca Falls en Estados Unidos en el siglo XVIII, dando comienzo al feminismo político y a las mujeres independientes como J.K Rowling que gana muchísimo dinero con su inteligencia y creación, a Virginia Woolf, a las que se empresarían solas, a cualquier nivel económico y social, pues si no no obtienen el lugar que les corresponde y que los hombres no les dan, a artistas plásticas feministas empezando por Judy Chicago en los 70 y muchísimas más, a nivel académico a muchísimas mujeres, por ejemplo a Catherine MacKinnon - jurista norteamericana que con su libro “El acoso sexual” en los setenta logro cambiar a la jurisprudencia de su país primero a través de la adopción de su teoría por parte de la Corte Suprema de Justicia y luego las legislaciones y jurisprudencias del mundo-. Al final parece que algunas mujeres pueden construir poder solitas.



Y aunque no me lo preguntaste te digo a que hombres admiro: a los responsables y no violentos, que aman, que día a día cumplen con sus hijos, con sus nietos, con su trabajo, con la mujer con la que comparten su vida si la hay, primero, y luego con la sociedad y no usan a la sociedad como excusa para evadir lo otro. Porque están formando seres libres y con valores, personas que son la base de una sociedad solidaria de verdad y que siendo muchos, no sé por qué, por qué será, no tienen poder, no aspiran a él ni les importa, que son los que tienen el verdadero poder republicano, el de la gobernabilidad democrática, junto con las mujeres, ya que nos acompañan en las luchas por transformar la vida.


Seneca Falls

*Esta entrevista iba a ser publicada en julio en una revista en la cual yo colaboraba. El editor de la publicación se negó a último momento debido a la exigencia de Fany de tener el control total sobre lo que ella había dicho. El hecho de cambiar una palabra en temas de género a veces puede llegar a alterar el sentido de una frase, ya le había pasado, por eso se atajaba. Estuve de acuerdo con ella, no así el editor. Más tarde opté por dejar de colaborar con la revista. Fany me sugirió que publicara la nota en mi blog. La publicación de la entrevista a Fany quedó relegada por distintos motivos. Pero hoy se acabaron las postergaciones. Cuando me enteré del fallecimiento de Fany Puyesky pensé "¡Qué lástima!" pero de inmediato surgió una voz en mi interior: "¡A subir esa nota!".

martes, 20 de julio de 2010

LANZAMIENTO CURSOS Y ACTIVIDADES /SETIEMBRE-OCTUBRE 2010 / TALLER LA DIOSA


"La Diosa" es un centro que integra literatura, arte, mitos, psicología arquetípica, astrología y tarot desde una perspectiva espiritual/feminista.

Ansiamos recuperar los valores positivos, nutricios, pacíficos de los tiempos pre-patriarcales. "La Diosa" reúne distintas disciplinas que tienen que ver con un modo alternativo de percibir la realidad. Se trata de aprender a "pensar en símbolos", tanto en el ejercicio literario como en la interpretación y lectura de los símbolos antiquísimos que el tarot o la astrología nos proporcionan.



Nuestros principales intereses son: taller literario, tarot terapéutico, psico-astrología, símbolos, mitología, arquetipos, psicología, coaching, círculos de reflexión de mujeres, feminismo, espiritualidad, creatividad.

INSCRIPCIONES ABIERTAS PARA NUESTRAS CURSOS Y ACTIVIDADES:

A continuación una breve descripción de cada taller o curso.
Cada actividad tiene su propio blog, así que sólo con cliquear sobre el nombre del taller van al link donde está la info completa.


TALLER DE NOVELA
http://comoconvertirseennovelista.blogspot.com/
Se trata de un laboratorio de ensayo y error cuyo objetivo es concebir una novela paso a paso. La novela es un universo completo en sí mismo cuyo núcleo es el mundo único del escritor. El énfasis está puesto en la materialización de aquellas experiencias espirituales que nos habitan. Orientado tanto a los que desconocen el proceso de elaboración de una novela como a quienes ya están trabajando en una.



TALLER DE MOTIVACIÓN A LA ESCRITURA - CÓMO CONVERTIRSE EN ESCRITOR@
http://comoconvertirseenescritor.blogspot.com/
Se trata de un taller de experimentación con la palabra, acercamiento a la escritura como forma de expresión, búsqueda del propio estilo. Su objetivo principal es conectar con la fuente infinita que es el inconsciente apoyados por consignas que organicen esta exploración. Sabido es que la creación se resiste a los programas rígidos. La base del aprendizaje es el trabajo constante sobre los propios textos de los alumnos. Se propondrán ejercicios y técnicas de motivación e inducción a la creación, así como también ejercicios y técnicas de corrección.


PAPELES SALVAJES - TALLER DE ESCRITURA AUTOBIOGRÁFICA http://tallerliterariopapelessalvajes.blogspot.com/
Para reconectar con nuestra historia de vida, con nuestra voz única, con nuestra herencia femenina sagrada, escribiremos desde el útero como lugar fecundo de creación. Para redefinirnos, renombrarnos, recrearnos. Fluiremos creativamente desde el conocimiento de nuestro ciclo menstrual. Aprenderemos a expresarnos desde distintas emociones y estados de ánimo nutridas por las palabras de grandes escritoras.


TALLER MUJER PROPÓSITO
http://mujerproposito.blogspot.com/2010/07/mujer-proposito.html
Se trata de un taller de autoconocimiento que te permitirá concientizarte de lo que dificulta tu realización personal, focalizarte en tus objetivos y centrar toda tu atención en aquello que realmente sueñas construir. Este taller te ayudará a sembrar la semilla del cambio primero en tu conciencia, a alinear tus propósitos internos con los externos, a crear deliberadamente, a concretar y bajar a tierra tus sueños más inspirados. Dirigido a mujeres que tienen el profundo deseo de crecer, conectar con su poder interior y focalizarse en sus propósitos.


COACHING LA MAGA. Activando el fuego de tu voluntad, transformándote a ti y al mundo
http://coachinglamaga.blogspot.com/

Todas las buenas ideas necesitan un canal para ser traídas a la tierra, para hacerlas reales en el plano plano físico. De otra manera simplemente se desvanecen en lo etéreo o no manifestado. La Maga, el Arcano I del Tarot, representa aquella parte adulta nuestra que es capaz de moldear el futuro a partir de la autodeterminación. Es nuestra conciencia solar que trabaja con los elementos para hacer realidad deseos, planes o visiones. Ella te dice: tienes un don de energía; estás motivada a hacer, a actuar, a avanzar. El coaching de La Maga te enseña a eliminar los elementos que consumen tu energía y a obtener los que te la proporcionan. Cuanta más energía tengas, más potente y fuerte serás. El coaching es un proceso de entrenamiento personalizado y confidencial que cubre el vacío existente entre lo que eres ahora y lo que deseas ser. Con La Maga de tu lado lograrás realizar lo que te hayas propuesto.


CURSO DE TAROT TERAPÉUTICO Teórico-Vivencial
http://tarotadivinatorioterapeutico.blogspot.com/
Un espacio para aprender tarot a través de mitos, arte, historia, astrología, cábala, numerología y psicología arquetípica. El objetivo es hacer del aprendizaje una experiencia transformadora así como transmitir al alumno el contenido teórico necesario para poder interpretar las cartas con una visión terapéutica. Veremos 6 barajas diferentes: Madre-Paz, White, Marsella, Osho- Zen, Mítico, destacando el tarot de Aleister Crowley - Frieda Harris que es la más adecuada para conocer la psique del ser humano actual. El tarot es una herramienta excelente para sintonizar a la persona con su esencia e identificar y ayudar a resolver los patrones de conducta que dificultan su realización integral.


CIRCULO DE TAROT MADREPAZ - Mujeres brujeando http://circulodemujerestarotmadrepaz.blogspot.com/
El Círculo MadrePaz busca crear lazos energéticos entre mujeres que impulsan el despertar de la energía femenina oculta y dormida durante milenios. Formemos un mandala y consultemos al Tarot Madre Paz -el primer tarot que se hizo con forma circular- acerca aquellos temas que nos inquietan. Conectemos con la energía de la Diosa a través de la magia del Oráculo.


LECTURAS DE TAROT y ESTUDIO DEL MANDALA ASTROLÓGICO http://tarotlecturas.blogspot.com/
Tanto el Tarot como la Astrología son poderosas herramientas de transformación y liberación personal. Portales de autoconocimiento, poder y sanación. Consultas individuales. Día y hora a convenir.



SER MUJER: UN VIAJE HERÓICO
http://sermujerunviajeheroico.blogspot.com/
Se trata de un grupo de encuentro y reflexión en base al libro "El viaje heroico de la mujer" de Maureen Murdock. La escritora describe este proceso como un viaje mítico que, en parte, evoca al modelo de búsqueda heroica descrito por Joseph Campbell. El proceso se inicia cuando la mujer, rechazando su naturaleza femenina, tiende a identificarse progresivamente con los valores masculinos de nuestra cultura. Se produce así un doloroso alejamiento de sí misma que la lleva a adentrarse en los trasfondos oscuros de la "Diosa". El hecho de tomar conciencia de este proceso nos permite reconectar con lo femenino y elevarnos nuevamente hasta alcanzar la plenitud personal.

Nos proponemos emprender un viaje interior que nos va a conducir al rescate de nuestra feminidad y a replantearnos nuestro rol. Revisaremos qué mensajes recibimos acerca de qué es ser mujer y cómo nos identificamos con el modelo masculino y el patriarcado porque es "más valioso, importante y funciona con la lógica racional". Recorreremos el viaje de la heroína intentando unir mente, cuerpo y espíritu en el entorno fermental de un grupo de mujeres.Hay un vacío que sentimos las mujeres de esta cultura, un vacío que nos hace sospechar que nuestra naturaleza femenina, al igual que Perséfone, se ha ido al infierno. Nuestro objetivo será recuperar al yo psíquicamente sano y espiritualmente vivo.


INSCRIPCIONES ABIERTAS - CUPOS LIMITADOS

TALLER LA DIOSA
http://tallerladiosa.blogspot.com/
tallerladiosa@gmail.com

COORDINA:
Patricia Turnes. Escritora, periodista cultural y maestra de tarot.

POR CONSULTAS, INSCRIPCIONES o ENTREVISTAS PERSONALES llamar de lunes a viernes en el horario de 12 a 16 hs. a:

522 48 76 - 486 24 25 - 098835138
Dirección del taller:
Luis A. de Herrera 1713 esq.Ramón Anador

Ilustraciones: http://www.etsy.com/people/janethillstudio

martes, 13 de julio de 2010

SEDUCIENDO AL MUNDO DE NUEVO: EL RETORNO DE LA PROSTITUTA SAGRADA



“Pero la antigua libertad en las relaciones sexuales perduró merced a la prostitución sagrada en casi todas las creencias que adoraban a una diosa madre, así como a las fiestas de promiscuidad sexual, celebradas generalmente en las épocas de la siembra y de la cosecha, o del apareamiento. En unos u otros tiempos, la prostitución sagrada se practicó en todas las culturas del Oriente Próximo, en Egipto y en Grecia. Una inscripción en Lydia testifica que se prolongó esta práctica hasta el siglo II de la era cristiana. Las mujeres se entregaban en los templos a los extranjeros, no por placer carnal, sino como un solemne deber religioso de servicio a la diosa madre. Se lo exigía la fe, y por esta práctica, más que perder, ganaban respeto”.
Donovan, F. R. (1988): Historia de la brujería. Alianza E., S. A., Madrid.




LA PROSTITUCIÓN SAGRADA

"Todo culto tradicional apunta esencialmente a la actualización de la presencia real de cierta entidad suprasensible en un medio dado, o bien a la transmisión participativa, a un individuo o a un grupo, de la influencia espiritual que corresponde a esa entidad. Los principales medios empleados a tal objeto son los ritos, los sacrificios y los sacramentos. Ahora bien, en varias culturas, también la sexualidad se empleó con tal fin.
Uno de los casos más típicos puede observarse en el ámbito de los Misterios de la Gran Diosa, a través de las prácticas eróticas precisamente destinadas a evocar el principio de ésta y a reavivar su presencia en cierto lugar y en una comunidad determinada. Ese, entre otros, era particularmente el verdadero objeto de la prostitución sagrada practicada en los templos de muchas divinidades femeninas de tipo afrodítico pertenecientes al Mediterráneo: Ishtar, Mylitta, Anaitis, Afrodita, Innini y Athagatia. Hay que distinguir aquí dos aspectos. Por una parte, estaba la costumbre de que toda muchacha llegada a la pubertad no podía contraer posibles nupcias antes de haber ofrecido su virginidad, y ello no en un contexto de amor profano, sino de Sacralidad: debía entregarse, en el recinto sagrado del templo, a un extranjero que hiciese una ofrenda simbólica e invocase, a través de ella, a la diosa Por otro lado, había templos con un cuerpo fijo de hierodulas, es decir, de mujeres consagradas a la diosa, sacerdotisas cuyo culto consistía en el acto que los modernos no saben designar de otro modo que con el verbo “prostituirse”. Celebraban el misterio del amor carnal, en el sentido, no de un rito formalista y simbólico, sino de un rito mágico operativo: para alimentar la corriente de psiquismo que daba cuerpo a la presencia de la diosa y, al propio tiempo, para transmitir a los que se unían a ellas, como en un sacramento eficaz, la influencia o virtud de esta diosa. Estas jóvenes llevaban también el nombre de “vírgenes” (Parthónoj hierai), se consideraba que encarnaban en cierta forma a la diosa, que eran las “portadoras” de la diosa, de la que tomaban, en su función erótica específica, su denominación genérica ishtaritu. Aquí, el acto sexual desempeñaba por una parte la función general propia de los sacrificios evocatorios o capaces de reavivar presencias divinas y por otra desempeñaba un papel estructuralmente idéntico al de la presencia eucarística era, para el hombre, el medio de participar en el sacrum, llevado y administrado por la mujer en este caso; era una técnica para obtener un contacto experimental con la divinidad, para abrirse a ella, pues el trauma del acto sexual, con la interrupción de la conciencia individual que trae consigo, constituye una condición particularmente propicia para ello. Todo esto, como principio.
Además, como ya hemos señalado, hay que considerar que, incluso cuando estaba fuera de tales marcos culturales e institucionales, el hetairismo (la actividad de hetaira) antiguo y oriental tenía aspectos no sólo profanos, pues las mujeres estaban calificadas para darle al acto del amor unas dimensiones y un desenlace que hoy en día se ignoran. Entre las hetairas de Extremo Oriente, que solían estar agrupadas en hermandades que tenían sus “armas”, sus insignias simbólicas y una antigua tradición propia, está comprobada la existencia de conocimientos de lo que podría denominarla fisiología suprabiológica y sutil. Hay razones para pensar que, en algunos casos, la ars amatoria profana nació por degradación de elementos externos de una ciencia sui generis basada en un saber sacerdotal y tradicional; no está excluido que, entre posturas indicadas en obras como las cuarenta y ocho Figurae Veneris de Forberg haya algunas que en su origen tuviesen valor de mudra, o sea de posturas mágico-rituales aplicadas al acto sexual, dado que, como señalaremos en su momento, hay significados de este tipo que han subsistido incluso en prácticas de magia sexual de algunos círculos modernos.




Ya hemos hablado de los filtros de amor, de los que también se ha perdido el sentido completo, puesto que ya sólo se conocen sus usos degradados, en la forma de mistificaciones supersticiosas populares propias de brujas. Aquí, en realidad, lo que podría entrar en juego, más que el arte de hacer nacer anormalmente una pasión común es el arte de dar a la experiencia sexual unas dimensiones distintas de las eros corriente. Se sabe que Demóstenes hizo condenar a una amante de Sófocles que tenía fama de confeccionar filtros de amor; pero en el proceso resultó que había recibido una iniciación y que frecuentaba ambientes cercanos a los Misterios. Por lo general, a muchas hetairas, o figuras de tipo hetérico, incluso en las sagas y las leyendas, se las describe como magas; a causa de la fascinación que ejercían, por supuesto pero también a causa de sus conocimientos específicos en el ámbito de la magia. Por lo que se refiere al Kâma Sutra (1, l), la lista de las habilidades que debía poseer una ganika, o hetaira de clase alta, resulta bastante prolija y barroca, pero es significativo que entre ellas figuren las artes mágicas, el arte de trazar diagramas místico-evocatorios (mandala) y la de preparar ensalmos De la famosa Frine se cuenta que se mostró desnuda no sólo en el contexto del conocido episodio de su proceso (donde por demás sus valedores destacan, más que el aspecto estético de su belleza profana. elaspecto sacral-afrodítico; por eso refiere Ateneo: “Los jueces quedaron embargados del sagrado temor de la divinidad: no osaron condenar a la profetisa y sacerdotisa de Afrodita”), sino también a los iniciados de Eleusis y luego en la gran fiesta de Poseidón, o sea en relación con las “Aguas”, de las que Poseidón es dios: ahí probablemente estaba en primer plano el lado profundo, mágico-abismal, de la desnudez femenina, de la que ya hemos hablado. En conjunto, debemos retener que, en el origen a la mujer-hetaira no le era ajena la función de administradora del Misterio femenino, según posibilidades que podían ser naturales o tradicionalmente cultivadas, abiertas a la mujer en la misma medida en que en ella se active un lado fundamental del principio del que ella, como ser humano, es encarnación, individuación, símbolo vivo.

Precisamente es esta posibilidad la que hay que considerar a la hora de examinar otros complejos rituales antiguos: una posible sexuación trascendente, o sea la incorporación efectiva, o momentánea o casi duradera, en determinados seres humanos femeninos, de las divinidades o arquetipos de su sexo: en los mismos términos con los que en el catolicismo se habla de la presencia real de la divinidad en las hostias, establecida por el rito. En muchos monumentos egeos, a menudo las representaciones de las sacerdotisas se confunden prácticamente con las de la Gran Diosa y permite suponer que las primeras eran el objeto concreto del culto rendido a la segunda, mientras que son bien conocidas las figuras, incluso históricas, de soberanas del Mediterráneo oriental en las que se veía la imagen viva de Ishtar. Isis y otras divinidades del mismo tipo. Pero además hay que considerar el caso de encarnaciones momentáneas de estas divinidades en un ser dado, determinadas por un clima mágico-ritual del mismo tipo del que en principio debería efectuarse el misterio “el mvsterium transformationis” de la propia misa cristiana.

Un orden de ideas análogo entra en cuestión en el caso del hieros gamos en sentido estricto, o sea de teogamias, de uniones rituales y culturales de un hombre con una mujer, destinadas entonces a celebrar y renovar el Misterio del Ternario, esa unión del eterno masculino con el eterno femenino, del Cielo con la Tierra, de donde procede la corriente central de la creación. En las personas de los que cumplían estos ritos era, pues, como si se encarnasen y actuasen los correspondientes principios, y su unión momentánea física se convertía en una reproducción evocativa de la unión divina mas allá del tiempo y del espacio. El fin de tales ritos, pues, era distinto del de los otros que ya hemos recordado y explicado como ritos de participación en la sustancia o influencia de una u otra divinidad. Era el Tres, el Ternario más allá del estado dual, el que era evocado a través de la acción nupcial de los dos, para activar periódicamente en una comunidad determinada una influencia correspondiente, pero en el mareo del ritualismo, y no de las experiencias individuales iniciáticas de las que hablaremos más adelante.




De este tipo de ritos podrían recordarse numerosos ejemplos procedentes de tradiciones culturales de civilizaciones muy diversas. De todos ellos, citaremos el ejemplo de los misterios antiguos en los cuales una vez al año la sacerdotisa principal que personificaba a la diosa se unía al hombre, que representaba el principio masculino, en el lugar sagrado. Consumado el rito, las demás sacerdotisas llevaban el nuevo fuego sagrado, que se consideraba generado por tal unión, y con su llama se encendía el fuego de los hogares de las distintas gentes. Algunos han señalado con razón la analogía de este rito con el que todavía se celebra el sábado santo en Jerusalén. Por lo demás, el propio rito pascual de consagración del agua, sobre todo tal como se celebra en la Iglesia ortodoxa, conserva huellas visibles del simbolismo sexual: el cirio, que tiene un significado fálico evidente, se sumerge por tres veces en la fuente, símbolo del principio femenino de las Aguas; se toca el agua, se sopla por tres veces sobre ella marcando la letra griega P, y la fórmula de consagración pronunciada durante este acto de unión incluye estas palabras: “Que la virtud del Espíritu Santo descienda en toda la profundidad de esta fuente.., y fecunde toda la sustancia de esta agua, para la regeneración”. En oriente, la difundidísima iconografía del lingam (el Phallus) puesto dentro del loto (padma) o dentro del triángulo invertido que es signo del yoni femenino y símbolo de la Diosa o Shakti, obedece al mismo significado; y este simbolismo como veremos más adelante, puede aludir también a Operaciones Sexuales concretas.

En efecto, a menudo el rito original de la hierogamia solo subsistió en formas en las que un rito simbólico o una unión simulada ocuparon el lugar de la unión sexual real de un hombre con una mujer. En materia de aplicaciones, esto nos permite pasar a una consideración sobre los ritos sexuales estacionales de fertilidad, que son uno de los caballos de batalla de las escuelas etnológicas actuales, que tras haberse fijado en un primer momento en el “mito solar”, tras haber pasado a continuación al “totemismo” y ver entonces totemismo por todas partes, se inclinan ahora por las interpretaciones “agrarias”, y recurren a ellas a cada instante.

En realidad, en estos ritos hay que considerar una de las posibles aplicaciones mágicas operativas del contexto que hemos examinado hace poco. Hablando de las orgías, ya hemos dicho que éstas pueden propiciar el contacto experimental con lo primigenio y lo preformal en el espíritu de quienes participan en ellas. Por su propia naturaleza, por el cambio de nivel existencial que implica, ese estado hace posible. llegado el caso, una eficaz inserción extranormal de la fuerza del hombre en la trama cósmica, en el orden de los fenómenos naturales y en general en todo ciclo de fecundidad: como intervención, en la dirección fundamental del proceso natural, de un poder superior que intensifica y galvaniza. Así, en esencia, es exacto lo que dice Eliade a este respecto: “Generalmente, la orgía corresponde a la hierogamia. A la union de la pareja divina ha de corresponder, en la tierra, el frenesí genesíaco ilimitado.. Los excesos cumplen una función precisa y saludable en la economía de lo sagrado Rompen las barreras entre el hombre, la sociedad, la naturaleza y los dioses; ayudan a hacer circular la fuerza, la vida, los gérmenes, de un nivel a otro, de una zona de la realidad a todas las demás”. Es, efectivamente, uno de los significados posibles de una parte del vasto acervo de ritos “agrarios” recogidos por Frazer. Sin embargo. cuando no se trata de pueblos salvajes, sino de tradiciones históricas en las que unas formas aisladas y bien circunscritas de hierogamia ritual sustituyen en principio a los fenómenos orgiásticos colectivos, es importante no generalizar, distinguir entre el contenido del rito mágico -naturalista en cierto modo- puesto unilateralmente de relieve por las escuelas etnológicas, y un contenido superior, misteriosófico, que se refiere esencialmente a la obra de regeneración interna: y ello aunque en ciertos casos un mismo complejo hierogámico, basándose en relaciones de correspondencia analogica, puede haber integrado los dos contenidos. Tal parece haber sido el caso de 1os Misterios de Eleusis, en los que el rito de arar se asoció al hieros gamos como rito iniciático. El descuidar esta bivalencia es un rasgo característico de una investigación que, sin darse cuenta, obedece a la tendencia general de las disciplinas profanas modernas, que consiste en reducir constantemente lo superior a lo inferior, o bien en poner de relieve únicamente lo inferior cada vez que es posible hacerlo.

Según los casos, en el sistema de las participaciones rituales realizadas por medio de la sexualidad, la fuente de lo sagrado puede ser ya el hombre, ya la mujer. Por eso pueden encontrarse hierogamias parciales y no bilaterales, o sea uniones, en las que sólo una de las partes se transforma en su naturaleza y reviste carácter no humano sino divino, mientras que la otra conserva rasgos puramente humanos, y entonces la unión puede orientarse no a la participación mística, sino incluso a la procreación. Los relatos legendarios en los que aparece este tema “mujeres poseídas por un “dios”, hombres que poseen a una diosa” son demasiado conocidos para que haga falta recordarlos. Bastará aludir a algunos casos en los que tales conexiones se presentan dentro de marcos institucionales regulares. Así, en el antiguo Egipto, no era el soberano como hombre, sino como encarnación de Horus, quien se unía a la esposa y la fecundaba para continuar la línea de la “realeza divina”. En la fiesta helénica de las Antesterias, la acción más importante era el sacrificio privado que la mujer del arconte-rey hacía a Dioniso en su templo del Leneo, y su unión con el dios, así como en Babilonia se conocía la hierogamia de una joven escogida que, ascendidos ritualmente los siete planos de la torre sagrada aterrazada, el zikurrat, de noche, en una estancia nupcial situada por encima de estos niveles (“más allá de los siete”) esperaba la unión sexual con el dios. Igualmente se consideraba que la sacerdotisa de Apolo en Patara pasaba la noche unida con el dios en el “lecho sagrado”.

El hecho de que el dios (y por tanto también uno de sus representantes) pudiese algunas veces tener por simbolismo un animal determinado, a causa de una tosca interpretación literal, dio paso más tarde a la variante constituida por aparentes acoplamientos de seres humanos con animales sagrados. Así Herodoto (II, 46) habla del carnero sagrado de Mendes, llamado “el señor de las jóvenes”, al que se entregaban las mujeres para tener descendencia “divina”; y en las propias tradiciones romanas subsiste un eco de temas relacionados: lo que dice Ovidio (Fast., II, 438-442) de la voz divina que había mandado a las esposas sabinas de los romanos que se dejasen fecundar por el sacer hircus.

De nuevo el fundamento doctrinal de todo esto es la idea de que pueda suprimirse el límite humano e individual, que en el individuo “hombre o mujer” por transubstanciación, en determinados casos pueda encarnarse, aflorar o atisbarse la “presencia real”. Esta idea le parecía natural a la humanidad tradicional a causa de la concepción del mundo que le era inherente; no ocurre lo mismo con el hombre moderno, que tiene que considerarla pura fantasía y que puede tomársela en serio, como máximo, en la forma desrealizada y psicologizada de irrupción de los arquetipos del inconsciente. Todavía más difícil le resultará, por tanto, entender el contenido de realidad presente en las tradiciones que hablan de integraciones a través del principio femenino, en las que no figura en modo alguno ninguna mujer real, y en cambio interviene esencialmente una “mujer invisible”, una influencia que no pertenece al mundo fenoménico, sino que es una manifestación no individual, e indirecta, del poder que representan las distintas imágenes de la mitología del sexo."
Julius Evola "Metafísica del Sexo".




SEDUCIENDO AL MUNDO DE NUEVO: EL RETORNO DE LA PROSTITUTA SAGRADA

En algunas tribus nativas americanas, existe una mujer a la que se forma en el arte de la sexualidad para iniciar a los muchachos durante su pubertad en los secretos del cuerpo femenino. Esta “Mujer de Fuego” y su contrapartida, el “Hombre de Fuego”, que inicia a las muchachas, son venerados como maestros de lo sagrado. Ambos reciben una amplia formación, y a sus iniciados e iniciadas se les permite hacer el amor con ellos todo el tiempo que deseen. En el contexto de la Quodoushka, como se llama a esta sexualidad nativa sagrada, hacer el amor constituye una práctica y una curación espiritual que, de manera ideal, tendría que estar disponible para todo el mundo.
Deena Metger, psicoterapeuta de Los Ángeles, poetisa y escritora, nos dice que la Mujer de Fuego tenía una precursora en los tiempos antiguos, la Quedishtu, o Prostituta Sagrada. Esta facilitaba el acceso a lo sagrado, antes de que se produjera la falsa división entre lo pecaminoso y sagrado, sacerdotisa y sacerdote, cuerpo y mente, y antes de que lo Femenino cayera en desgracia y fuera abandonado y lo Masculino se convirtiera en la única esfera de poder. Como encarnación de la Diosa, conducía a los hombres a reconectar con lo sagrado en ellos y con lo sagrado en ella. Históricamente, todas las mujeres cumplían esta función en el templo, en ocasiones por un período tan largo como un año.



Hoy día, por supuesto, esta idea no sólo es chocante, sino que también constituye tal herejía que es difícil que sea comprendida. Se ha reforzado la escisión entre sexualidad y espiritualidad. Hemos sido desposeídos de nuestra sexualidad natural, nuestros instintos han sido reprimidos y nuestro sentido de lo sagrado ha sido desterrado a la otra vida. Como señala Metzger, en un universo sagrado, aquella es sagrada; en un universo profano, es una fulana.
Las consecuencias han sido devastadoras: los hombres se enfrentan a una proyección escindida del arquetipo Femenino, y buscan el alimento y el cariño en una fuente (la figura de una madre, o madona), y la excitación y el erotismo en otra (una querida, una amante o una ramera). Como mujeres que vivimos bajo el fardo de esas proyecciones, hemos perdido la conexión con nuestra sexualidad, que fuera una vez, hace mucho tiempo, una vía de alegría y autoexpresión, y un vínculo con el aspecto sagrado de nuestros cuerpos.




El ensayo provocativo y original de Metzger es, como decíamos en los años sesenta, una llamada a las armas amorosas: la autora pide que hagamos el amor como acto político… y que hagamos el amor como un acto espiritual; hace un llamamiento a la resacralización de nuestros cuerpos y de nuestras entrañas.
Deena Metger, la autora del texto que transcribimos, es poetisa, novelista, dramaturga y psicoterapeuta de Los Ángeles.

“Hace mucho tiempo, en Sumeria, en Mesopotamia, en Egipto y en Grecia, no existían burdeles ni prostíbulos. En aquellos tiempos en esos países existían en su lugar los Templos de las Prostitutas Sagradas. En dichos templos, los hombres eran purificados y no mancillados, se restauraba la moralidad en lugar de profanarla, y la sexualidad no estaba pervertida, sino que era sagrada.
La prostituta original era una sacerdotisa, el conducto a lo divino, aquella a través de cuyo cuerpo uno entraba en la plaza sagrada y era restaurado. Los guerreros y los soldados, mancillados por los combates del mundo de los hombres, acudían a la Prostituta Sagrada, la Quedishtu, que significa literalmente “la no contaminada”, para ser purificados y unidos de nuevo a los dioses. La Quedishtu o Quadesh se asocia con varias diosas, entre las que se incluyen Hathor, Ishtar, Anath, Astrté y Asherah. Es interesante señalar que, según Patricia Monaghan en The Book of Goddesses and Heroines, Astarté significaba originalmente “La del Útero”, pero aparece en el Antiguo Testamento como Astoreth, que significa “cosa vergonzosa”.


A pesar de las Escrituras y del pensamiento ortodoxo, la guerra se veía como algo que separaba a los hombres de los dioses, y uno tenía que volverse a conectar para ser capaz de entrar de nuevo en la sociedad. El cuerpo y el acto sexual eran los medios de volver a entrar. Siendo el cuerpo el instrumento, inevitablemente el placer era algo que lo acompañaba, pero el atributo esencial de la sexualidad en este contexto era la oración.
En Pergamon, Turquía, vi las ruinas del Templo de las Prostitutas en el Camino Sagrado, entre otros templos, palacios y edificios públicos. Cualesquiera que hayan sido los ritos imaginarios que tuvieron lugar en esos otros edificios, es corriente asociar a las Prostitutas Sagradas con orgías y libertinaje –tanto si las ensalzamos, como hacemos los neo-paganos, como si las condenan, como hacen los judeocristianos-. Pero es posible que ninguna de las dos visiones sean correctas, ya que tienden a exagerar la actividad física e ignorar o impugnar el componente espiritual. Nuestra preocupación materialista por la forma nos quita la visión del contenido.


Pero no es de extrañar, desde el principio, los primeros patriarcas, los sacerdotes de Judea e Israel, los profetas de Jehová, todos ellos condenasen a las Prostitutas Sagradas y el culto a Asherah, Astarté, Anath y a las demás diosas. Hasta la época de los sacerdotes, las mujeres eran una puerta a lo divino. Si los sacerdotes deseaban interponerse entre el pueblo y lo divino, tenían que apartar a las mujeres de aquella función. Así pues, no se trataba de que la sexualidad fuera considerada originalmente pecaminosa por sí misma, o de que la sexualidad de las mujeres amenazase la propiedad y la descendencia; se trataba de que para obtener el poder, los sacerdotes tenían que reemplazar a las mujeres como camino hacia lo divino –esa puerta tenía que ser cerrada-. Podemos elaborar la hipótesis de que la terrible misoginia que sufrimos todas las mujeres fue instituida con este objetivo.
Las mujeres han sido el vínculo esencial de los tres mundos. Vinimos al mundo a través de la madre; a través de los ritos de Deméter e Isis entrábamos en el mundo subterráneo; y a través de la Prostituta Sagrada llegábamos a lo divino. El acceso era personal e incondicional. No bastaba con que un nuevo sacerdocio suplantase a las mujeres. En la época de la Quedishtu, todas las mujeres servían a los dioses como Prostituta Sagrada, frecuentemente por un período tan largo como un año. Esto contradecía la hegemonía que el sacerdocio requería.
Para conseguir el poder, con frecuencia es necesario poner el mundo bocabajo. Por esto, los sacerdotes afirmaron que lo sagrado estaba pervertido, que el camino de lo divino era el camino de la perdición. No son infrecuentes inversiones de este tipo. Las nuevas religiones suelen apropiarse de las creencias y prácticas existentes, y después invertirlas. Así, Hades, centro espiritual del paganismo griego, se convirtió en el Infierno. El descenso al Hades, núcleo de los misterios eléusicos y de la iniciación exigida a cualquier persona que se interesase por el alma, fue equiparado con el sufrimiento y la perdición. En donde Píndaro había escrito: “Tres veces benditos son aquellos que han visto estos Misterios, porque conocen el fin de la vida y su principio”, más tarde Dante dejó escrito: “Tú que entrás aquí, abandona toda la esperanza”. Igualmente Dionisos, el dios de la vida, se convirtió en Satán; Adonis, el esposo de Afrodita, se convirtió en Cristo. María Magdalena, la Prostituta Sagrada, fue convertida y transformada; Afrodita se convirtió en Eva y en la Virgen María. Las inversiones eran completas. El viaje de Psique (del alma) hacia la individuación se volvió casi imposible, al no existir ya Afrodita, la madre de Eros, para atraer al Ser.
Tres de los caminos esenciales hacia los tres mundos estaban bloqueados o habían sido desviados. Los dioses no murieron en tiempos de Nietzsche, sino muchos siglos antes con la subversión del sacerdocio femenino, y la secularización y degradación del cuerpo sagrado.

Este artículo trata de la seducción, del coqueteo, del eros; es un intento de restaurar la tradición, de instituir de nuevo una manera de ver el mundo. No se trata solamente de restaurar las prácticas, sino sobre todo de restaurar la conciencia de la que pueden provenir estas prácticas.
¿Cuál fue el impacto en el mundo de la supresión de la Prostituta Sagrada? No nos preocupa aquí la supresión de ciertos ritos, sino más bien la privación de la conciencia implícita en esta supresión. Cesaron todas las prácticas que veneraban la vía femenina. Fueron suprimidos los Misterios eléusicos, que habían proporcionado la inmortalidad; fueron suprimidos los misterios de Cabeiri, creados concretamente para redimir a las personas que tenían sangre en sus manos; se infundió un sentido de culpabilidad a la protección; fueron condenados los festivales de fertilidad, que habían proporcionado el vínculo entre la tierra y el espíritu. Cuando los sacerdotes separaron el cuerpo de los dioses, separaron al mismo tiempo lo divino de la naturaleza, creando así la escisión mente-cuerpo. El mundo se secularizó. Sólo podemos especular sobre sus consecuencias, aunque debemos admitir que se produjeron consecuencias cuando los hombres volvieron de la guerra sin la posibilidad de limpiar la sangre de sus manos, cuando no se reconstituía la comunidad física y cotidiana entre los dioses y la gente. No era la mujer en sí misma la que era atacada, sino que eran los dioses mismos a los que se exiliaba. Tal vez al mundo tal como hemos llegado a conocerlo –impersonal, abstracto, frío y embrutecido- fue engendrado en esta división.


En un universo sagrado, la prostituta es una mujer santa, una sacerdotisa. En un universo secular, la prostituta es una ramera. En esta distinción se encuentra la agonía de nuestras vidas.
La cuestión es: ¿cómo nos relacionamos hoy día con este hecho, como mujeres, como feministas? ¿Existe una vía para volver a santificar la sociedad, para volver a ser de nuevo sacerdotisas, para ponernos al servicio de los dioses y de eros?
¿Podemos mientras “re-visionamos” volver a coquetear?
Vampiresa: Una mujer que hace lo que puede para encantar o cautivar utilizando sus atractivos sexuales.




Neo-vampiresa: remediar, reparar, renovar, restaurar o restablecer.
En 1978, escribí una novela, The Woman Who Slept with Men to Take the War Out of Them, sobre las Prostitutas Sagradas. En la novela, una mujer llamada Ada anda por la calle de una ciudad ocupada, de vuelta del cementerio, y pasa de largo por delante de su casa hacia la casa del general; entra en ella sin decir palabra y se introduce en su cama sin vergüenza. Lo hace en pleno conocimiento de que está llevando a cabo un acto político. Más adelante, Grace, una vieja prostituta, rememora:
“Eran dulces los hombres que venían. No permitíamos látigos ni material duro. Y cuando se iban… ¡pobres corderillos! ¿Crees que las viudas nos enviaban una cesta en Navidad con un pequeño jamón casero para darnos las gracias?
Siempre solían decir que esos hombres hubieran destrozado la ciudad entera el sábado por la noche, sin no hubiera sido por nosotras. Pensé que debíamos haber recibido una condecoración del Ayuntamiento. Tal como lo pensaba se lo dije al jefe de policía. Éramos la mejor inversión en la ley y el orden que jamás se hubiera hecho.”
¿Qué significa volver a coquetear con una sociedad? Significa que debemos volvernos vampiresas de nuevo, seres sexuales/espirituales, que debemos manifestar el eros. Esto significa que debemos cambiarnos a nosotras mismas desde nuestros propios cimientos. No podemos convertirnos en los instrumentos capaces de volver a santificar la sociedad, a menos que estemos dispuestas a convertirnos una vez más en sacerdotisas que sirven a los dioses, no en teoría o con prácticas vacías, sino a partir de nuestra misma naturaleza. Significa que debemos identificarnos con eros, sin importarnos las consecuencias aparentes para nosotras mismas. Incluso si parece extravagante e inoportuno, incluso si nos hace vulnerables. Significa que no podemos ser distraídas de esta tarea, por el placer, el poder, la lujuria o la cólera. Exige una sincera dedicación otra vez.
Sin embargo, es exactamente esta dedicación de nuevo a los principios de lo Femenino la que es tan problemática. Lo femenino ha sido tan desvalorizado y degradado que tiene muy poco poder en el mundo; hemos sufrido tantas pérdidas de oportunidades, hemos sido tan oprimidas, que es difícil, cuando no aparentemente imposible, continuar representando lo Femenino en el mundo sin sentirnos como si nos estuviéramos abriendo a nosotras mismas a una violación ulterior. Así pues, estamos atrapadas en una terrible paradoja. Para sentirnos poderosas, para adquirir alguna ventaja, debemos aprender las mismas maneras masculinas que nos oprimen y que están a punto de destruir el mundo. En cualquier caso, parece que participamos en nuestra propia destrucción. Pero si utilizamos lo Femenino, es posible que el planeta sobreviva, y también la especie, y que más adelante prosperemos. Sin lo Femenino y eros todo está irremediablemente perdido.
Así pues, permitámonos considerar el volvernos Prostitutas Sagradas de nuevo.
Cuando se estableció el feminismo contemporáneo suficientemente como para ofrecer esperanzas y posibilidades reales, mujeres que se consideraban a sí mismas ateas volvieron a la espiritualidad. La Diosa y las diosas fueron invocadas de nuevo. Surgió un interés extraordinario en la espiritualidad, el mito, el rito, la ceremonia. De repente irrumpió el instinto espiritual enterrado en un universo secular.

Como parte de este nuevo orden espiritual, tenemos que abordar dos herejías. La segunda es volver a santificar el cuerpo; la primera –una tarea aún más difícil- es volver a la percepción neolítica, pagana y matriarcal del universo sagrado en sí mismo. Pero echar por la borda el pensamiento secular puede ser el acto herético del siglo. Es por eso por lo que nos encontramos en medio de tanto dolor psíquico.
Susan Griffin escribe lo que sigue en el último capítulo, titulado “Eros”, de Pornography and Silence:
Lo psíquico es simplemente mudo. Y si me dejo amar, entrar en mi propio placer y añoranza, entrar en el cuerpo de otra persona, en la oscuridad, si dejo hablar a las partes oscuras de mi cuerpo, con la lengua callada, con el lenguaje del cuerpo, cuando entro en una parte de mí que creía que estaba realmente empezando a morir, y desciendo al interior de la materia, sé que estoy en el corazón de mí misma, y lloro de éxtasis. Porque en el amor nos rendimos a nuestra singularidad única y nos convertimos en mundo.
Si nos volvemos al mundo a través del amor, entonces el amor es esencialmente un acto político. Si nos volvemos mundo alcanzando los dioses, entonces el amor es en esencia un acto espiritual que redime al mundo.
¿Cómo podemos volvernos Prostitutas Sagradas? ¿Cómo las materializamos sin hacerlo literalmente? ¿Cómo hacemos nacer su esencia? ¿Cómo restauramos el templo? ¿Cómo cambiamos no sólo el comportamiento sino también nuestra conciencia?
Llegar a ser la Prostituta Sagrada es estar dispuesta a sufrir la agonía de la conciencia que exige lo herético. Significa la voluntad y la capacidad de mantener una visón del mundo cuando la mayoría sostiene otra. Es comprometerse con eros, el vínculo, la conexión, cuando el mundo valora thanatos, la separación y la indiferencia. La Prostituta Sagrada fue cada Mujer, y se puso disponible al servicio de los dioses, especialmente de aquellos que moraban fuera de su territorio. La Prostituta Sagrada contemporánea tiene que estar dispuesta a aportar lo sagrado a quien se ha hecho profano; debe ser la que acoge “al otro”, la que hace el amor con “el otro” para volverle a conectar con la comunidad. Es portadora de la creencia de que “el otro” no quiere seguir siendo un marginal.
Estas ideas son viejas y conocidas, fáciles de decir, pero muy difíciles de poner en práctica. Aunque es cierto que cuando las ideas se convierten en creencia dentro de nosotras mismas, sucede la transformación fuera de nosotras.
Yo he hecho un trabajo llamado desarme personal. Pido a cada persona que se considere a sí misma como una nación-estado y que se imponga a sí misma las condiciones que le gustaría imponer al país. En este ejercicio debe identificar a sus enemigos, sus ejércitos, los sistemas defensivo y ofensivo, las armas secretas, etcétera. Después de este autoexamen, le pido comprometerse públicamente al menos a un solo acto de desarme personal para iniciar el cambio a un mundo pacífico. Creo que nuestro militarismo y nuestra actitud defensiva son signos de nuestra agresividad y de nuestros miedos internos. Creo en última instancia que sería más fácil desarmarnos como nación, si nos desarmamos previamente como individuos.
Hay que hacer el mismo examen con el problema que tenemos entre manos. Sería absurdo construir burdeles adjuntos a nuestros templos y enviar a ellos a nuestras jóvenes a los dieciocho años, y además no cambiaría nada; nada puede cambiar mientras continuemos desvalorizando lo Femenino, denigrando el cuerpo y sin creer en el universo como algo sagrado. Es claro que la revolución sexual lo ha demostrado, ya que no ha cambiado nada. Así pues no es el sexo, a fin y al cabo, lo que andamos buscando, sino algo mucho más profundo.




La tarea consiste en aceptar el cuerpo como espiritual, y la sexualidad y el amor erótico como disciplinas espirituales; creer que eros es pragmático; honrar lo Femenino incluso cuando es deshonrado o desfavorecido. He aquí algunas de las cuestiones que creo que es adecuado preguntarnos a nosotras mismas:
¿Contra quién me cierro?
¿Cuándo dejo de tener tiempo para el amor o para el eros?
¿Cuándo considero que eros es inconveniente, una carga, o inoportuno?
¿Cuándo considero que eros es peligroso para mí?
¿Cuándo me complazco en la carga erótica de la culpabilidad?
¿Cuándo respondo a la idea de pecado, la acepto o la provoco?
¿Cuándo utilizo la sexualidad más para distraer que para comunicar?
¿Cuándo rechazo a eros porque soy rechazada?
¿Cuándo engaño a mi cuerpo?
¿Cuándo refuerzo la división mente/cuerpo?
¿Cuándo y cómo denigro lo Femenino?
¿Cuándo rechazo a los dioses? ¿Cuándo finjo creer en ellos?
Con que frecuencia estoy de acuerdo con el “mundo real”?
Durante una meditación guiada, fui puesta a prueba por una gran mujer luminosa, de aproximadamente dos metros de altura, que era claramente la imagen de una diosa, aunque nunca se me habían aparecido imágenes de diosas en ninguna de mis propias meditaciones. Sus cabellos estaban hechos de luz. Cuando se me acercó, quedé invadida al mismo tiempo por el sobrecogimiento, a causa de su belleza, y por una especie de terror ante su presencia. Si la integraba dentro de mí, sabía que mi vida cambiaría, que tendría que abandonar muchas formas masculinas que había adoptado para manejarme con éxito en el mundo. La mujer era poderosa, pero su poder era un poder de receptividad, resonancia, magnetismo e irradiación. Tenía el poder de eros; ella me trajo hacia sí.




Cuando apareció, me acordé de la afirmación de una amiga: “Cuando llega al vientre”, me había dicho Diana Linden, “todas queremos el badajo; no queremos ser el cuerpo (de la campana), pero es el cuerpo el que toca”. A pesar de la advertencia, cuando ella apareció, viví conscientemente el terror de lo Femenino sobre el que había oído hablar y había leído con tanta frecuencia. Estaba asustada de mi propia naturaleza. En aquel momento, me prometí a mí misma arriesgarme a la herejía, convertirme a cualquier coste a lo Femenino.
Así pues, aunque he escrito y pensado sobre ello, aunque he intentado actuar en consecuencia, debo admitir que no he sido capaz de encarnar totalmente la función de la Prostituta Sagrada. Esto me llena de tristeza, y también de respeto ante la dificultad de la tarea. Pero me comprometo conmigo misma: es ella la mujer que aspiro a ser.”