miércoles, 25 de diciembre de 2013

“The Reconstructionists”. Un proyecto dedicado las mujeres que reconstruyen el mundo


Lejos de una visión feminista, el papel que ciertas mujeres han jugado en la “reconstrucción” del mundo en varios aspectos es innegable y digno de reconocer, no sólo porque su trabajo tuvo un impacto dentro de un campo en específico, sino por la transformación cultural que generan dentro de una sociedad o en un individuo.






“Pies, ¿para qué los necesito si tengo alas para volar?”

Frida Kahlo




La escritora Maria Popova y la ilustradora Lisa Congdon dedican todos los lunes de este año a un grupo de mujeres, mediante su proyecto The Reconstructionists.





“Por favor, no importa cuanto avancemos tecnológicamente, no abandonen el libro. No hay nada más bello en nuestro mundo material que el libro.”

Patti Smith




El trabajo consiste en una entrega semanal de una ilustración, acompañada de una frase célebre y un pequeño memorial de estas mujeres.






"La literatura está plagada de los restos de los hombres que tienen mentalidad allá de la razón de las opiniones de los demás."

Virginia Woolf




La ilustración y la tipografía corren a cargo de Lisa Congdon, mientras Maria Popova es la autora del breve ensayo que la acompaña. Ambas definen a estas mujeres como Reconstruccionistas.





“El gran peligro de nuestro futuro es la apatía.”

Jane Goodall




El nombre del proyecto lo toman prestado de una de las mujeres que aparece en esta serie: Anaïs Nin, quien escribió acerca del papel de éstas en la reconstrucción del mundo.





“La inteligencia realmente es un tipo de gusto: gusto en ideas.”

Susan Sontag




Las creadoras sintieron que esto fundamentaba su trabajo: “mujeres que han reconstruido, de grandes o pequeñas formas, siendo famosas o infames, a través del tiempo, y en sus tiempos, nuestro entendimiento acerca de nosotros mismos, el mundo y el lugar que ocupamos en él”.





“La vida se contrae o se expande en proporción al propio coraje.”

Anaïs Nin




Así es como los lunes de cada semana los dedican a pintoras, activistas, escritoras, científicas, artistas y mujeres de cualquier área y cualquier lugar, quienes hayan sido generadoras de cambios en las historias que se escriben en el mundo.





"Quizás cuando nos encontramos deseando todo, es porque estamos peligrosamente cerca de no desear nada."

Sylvia Plath




Sobre las autoras:







Lisa Congdon. (Nueva York) Ilustradora estadounidense. Nació en el estado de Nueva York pero cuando tenía 8 años, su familia se trasladó a la zona de la Bahía de California. Allí estudió en la universidad de San Francisco. Trabaja sobre todo en el collage de papel, tinta y gouache. También está empezando a hacer un trabajo más digital. Lisa es totalmente autodidacta. Usa su falta de formación a su favor: en lugar de seguir la técnica refinada, trabaja con su propio sentido del color, la composición y el diseño como su guía.



El trabajo de Lisa se ​​ha expuesto en numerosas ciudades, incluyendo Nueva York, Los Ángeles , Seattle, San Francisco y Portland. Ha aparecido en innumerables revistas impresas de arte , diseño y blogs , entre ellos 7 × 7 Magazine, ReadyMade , Country Living , CRAFT , Real Living de Australia , Decor8, Daily Candy , Juxtapoz , Flavorpill San Francisco , Stitch , Venus y la perra . Los clientes de sus ilustraciones incluyen la Fundación Nacional de Poesía, Urban Outfitters , Galison Estacionaria, Ipop Yankee Magazine, Random House, Chronicle Books y Pottery Barn . Tiene una línea de papelería con Chronicle Books.







Maria Popova. Escritora y crítica búlgara que vive en Brooklyn, Nueva York. Fundadora y editora del blog Brain Pickings que recopila sus escritos sobre cultura, libros y temas muy eclécticos en Internet. Escribe para WiredUK,The Atlantic, Nieman Journalism Lab, y Design Observer, entre otros. Forma parte de Futures of Entertainment Fellow.



Para conocer mejor el proyecto visita: thereconstructionists.org



viernes, 20 de diciembre de 2013

PENSAMIENTOS DEL CORAZÓN de Louise Hay



* ACEPTACIÓN *

Mírate en el espejo y di: «Me amo y me acepto exactamente tal
como soy»
¿Qué es lo que te viene a la mente?Observa cómo te
sientes. Quizá sea esto el centro de tu problema.

.Acepto todas las partes de mí misma
Lo más importante del proceso de sanarnos o de integrarnos en
un todo es aceptarnos totalmente a nosotros mismos,
con todas nuestras múltiples partes.
Aceptémonos cuando actuamos bien y cuando no lo hacemos tan bien,
cuando nos asustamos y cuando demostramos nuestro amor,
cuando nos comportamos tontamente y cuando nos mostramos brillantes eingeniosos,
cuando fracasamos y cuando ganamos.
Todo esto son distintas facetas de nosotros mismos.
La mayoría de nuestros problemas provienen de que rechazamos partes de
nosotros mismos: no nos amamos total e incondicionalmente.
Que la mirada que echamos sobre nuestro pasado no sea de
vergüenza.
Miremos al pasado viendo en él la riqueza y la
plenitud de la Vida. Sin esta riqueza y esta plenitud no
estaríamos hoy aquí. Cuando nos aceptamos totalmente nos
convertimos en seres íntegros y sanos.
Si no te amas total, entera y plenamente, es porque en algún
momento aprendiste a no amarte.Pero puedes desaprenderlo.
Empieza a ser amable contigo ahora mismo.

Acepto todo lo que he creado para mí misma.
Me amo y me acepto exactamente tal como soy.
Me apoyo,confío en mí y me acepto allí donde esté.
Puedo existir dentro del amor de mi propio corazón.
Me pongo la mano sobre el corazón y siento el amor que hay en él.
Sé que en él hay mucho lugar para aceptarme tal como soy aquí y ahora.
Acepto mi cuerpo, mi peso, mi altura, mi aspecto, mi sexualidad y mis
experiencias.
Acepto todo lo que he creado para mí misma.
Mi pasado y mi presente.
Estoy dispuesta a dejar que mi futuro suceda.
Soy una Expresión Divina y Magnífica de la Vida, y me
merezco lo mejor de lo mejor.
Y lo acepto para mí, ahora.
Acepto los milagros.
Acepto sanar.
Acepto que estoy a salvo.
Y sobretodo, me acepto a mí misma.
Soy un ser único y valioso,y me aprecio como tal.
Y así es.
Si esperamos a ser perfectos para amarnos a nosotros mismos,
perderemos la vida entera.
Ya somos perfectos,aquí y ahora.
Soy perfecta tal como soy
No soy demasiado ni demasiado poco.
No tengo que demostrar quién soy a nadie ni a nada.
He llegado a saber que soy la perfecta expresión de la Unidad de la Vida.
En la Infinitud de la Vida he tenido muchas identidades, cada una de ellas una
expresión perfecta para aquella vida en particular.
Estoy
contenta de ser quien soy y lo que soy esta vez.
No deseo ser como nadie más, porque no es esa la expresión que he elegido
para esta vida.
La próxima vez seré diferente.
Soy perfecta tal como soy aquí y ahora. Soy suficiente.
Soy una con la totalidad
de la Vida. No tengo que luchar para ser mejor. Todo lo que
necesito es amarme hoy más que ayer y tratarme a mí misma
como a un ser profundamente amado.
Al ser querida por mí misma, floreceré con un júbilo y una belleza que apenas si
puedo empezar a vislumbrar.
El amor es el alimento que
necesitamos los seres humanos para realizar nuestra grandeza.
Al aprender a amarme más a mí misma, aprendo a amar más a
todo el mundo.
Juntos alimentamos amorosamente un mundo
cada vez más hermoso.
Todos sanamos, y el planeta sana también. Con júbilo
reconozco mi perfección y la perfección de la Vida. Y así es.



* AFIRMACIONES *

Cuando haces afirmaciones abandonas el papel de víctima. Ya
no te sientes impotente, y reconoces tu propio poder.

Doy el paso que me llevará a sanar.

Una afirmación es un punto inicial, algo que abre el camino. Por
medio de ella dices a tu subconsciente: «Asumo la
responsabilidad Me doy cuenta de que puedo hacer algo para
cambiar». Si repites a menudo la afirmación, o bien estarás listo
para dejar que lo que sea suceda, y la afirmación se volverá
verdad, o se abrirá ante ti un camino nuevo. Quizá tengas una
idea brillante o un amigo te llame para decirte: « ¿No has
intentado nunca hacer esto?», y te verás guiado a dar el paso
que te llevará a sanar.
Las afirmaciones proporcionan a tu subconsciente algo sobre lo
cual trabajar en el momento
Estoy abierta y receptiva
Cuando hacemos afirmaciones creamos lo bueno en nuestra
vida, pero si alguna parte de nosotros mismos no cree que
seamos dignos de ello, nuestras afirmaciones no se harán
realidad Entonces seguramente diremos: «Las afirmaciones no
funcionan», pero eso no es cierto. Si no conseguimos lo que
queremos es porque no creemos que nos lo merecemos.
Debemos tomar conciencia de qué es lo que creemos.
Las respuestas que hay dentro de mí me llegan
fácilmente a la conciencia
Si haces tus afirmaciones delante de un espejo, ten siempre a
mano papel y lápiz, de modo que puedas tomar nota de los
mensajes negativos que te vengan a la mente mientras las
dices. No es que tengas que trabajar en ese mismo momento
con ello. Puedes sentarte más tarde a revisar tu lista de
respuestas negativas, si las tienes, y empezar a entender por
qué no consigue o que dices querer. Si no tomas conciencia de
tus mensajes negativos, es muy difícil que los modifiques.

* AMOR *

Uno de los beneficios que obtienes cuando te amas es que te
sientes bien.
Mi amor no conoce límites
Tenemos tanto amor en este mundo, y tenemos tanto amor en
nuestro corazón... y a veces lo olvidamos, pensamos que no
hay bastante, o apenas un poquito. Entonces, atesoramos lo
que tenemos y nos da miedo dilapidarlo. Nos da miedo dejarlo
salir. Pero aquellos de nosotros que estamos dispuestos a
aprender, nos damos cuenta de que cuanto más amor dejamos
salir de nuestro interior, más amor tenemos y más amor
recibimos. El amor es interminable e intemporal, es realmente la
fuerza curativa más poderosa que hay. Sin amor no podríamos
sobrevivir, simplemente. Si a los bebés no se les da amor y
afecto, se apagan y mueren. La mayoría de nosotros pensamos
que podemos sobrevivir sin amor, pero eso no es cierto. El
amor por nosotros mismos es el poder que nos sana. Ámate
tanto como puedas.

Por lo menos tres veces al día, abre de par en par los brazos y
di: «Estoy dispuesto a dejar que penetre en mí el amor. Estoy a
salvo si dejo que el amor entre en mi interior»
Merezco amor
No tienes que ganarte el amor, como no tienes que ganarte el
derecho a respirar porque existes. Tienes derecho al amor
porque existes. Eso es todo lo que necesitas saber. Mereces tu
propio amor. No permitas que tus padres, las opiniones
negativas de la sociedad o los prejuicios de la gente te hagan
pensar que no te lo mereces. La realidad de tu ser es que
mereces amor. Acéptalo y sábelo. Cuando realmente lo hayas
logrado, encontrarás que la gente te trata como a una persona
que merece amor.
Te encuentras en el proceso de convertirte en tu mejor amigo, en
la persona con quien más te alegra estar.
En este mismo momento me amo y me acepto
Sois muchos los que no podéis amaros si no perdéis peso o no
conseguís un trabajo nuevo, o un amante o lo que fuere. Así
vais postergando siempre amaros a vosotros mismos. Pero,
¿qué sucede cuando conseguís el trabajo nuevo, cambiáis de
amante o adelgazáis y aún no conseguís amaros? Pues, que
hacéis otra lista e iniciáis un nuevo período de demora. El único
momento en que podéis empezar a amaros tal como sois es
este mismo, aquí y ahora. El amor incondicional es amor sin
expectativas. Es aceptar lo que es.

MANOS QUE CURAN

“Como mujeres, tocamos a muchas personas. Sabemos que la palma de la mano es una especie de sensor, tanto con un abrazo como con una palmada o un simple roce del hombro hacemos una lectura de la persona a la que tocamos. A poca relación que tengamos con La Que Sabe, comprendemos lo que siente otro ser humano tanteándolo con las palmas de nuestras manos. Algunas mujeres reciben información en forma de imágenes incluso a veces de palabras que les comunican los sentimientos de los demás. Se podría decir que hay en las manos una especie de radar. Las manos son no sólo receptoras sino también transmisoras. Cuando alguien estrecha la mano de una persona le puede transmitir un mensaje y es lo que suele hacer de manera inconsciente a través de la presión, la intensidad, la duración y la temperatura cutánea. Las personas que de manera inconsciente o deliberada tienen intenciones aviesas poseen un tacto que hace que el otro sienta que le están abriendo boquetes en el cuerpo espiritual psíquico. En el polo psicológico opuesto, las manos que se apoyan en una persona pueden aliviar, consolar, eliminar el dolor y sanar. Se trata de un saber femenino que se ha transmitido de madre a hija a través de los siglos”.

Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola Estés


LA TERCERA TAREA CHAMÁNICA VACIAR la mente para vivir el PODER DEL VERDADERO CONOCIMIENTO SANANDO EL CICLO DEL NACIMIENTO

”MEDITACION CON LA MADRE: Imaginemos a nuestra madre sentada frente a nosotros. Centremos nuestra percepción en ella, obtengamos una idea de todo su ser, de quién es, de cómo actúa con las demás personas y en el mundo. ¿Qué nos dice esta gestalt materna? ¿Qué emociones nos evoca? Pensemos en tres cosas que nos gustan de nuestra madre. Pensemos en tres cosas que nos disgustan. Pensemos en tres deseos de ella. Pensemos tres temores. Exploremos cómo estas cualidades y dinámicas también forman parte de nosotros, partes que tal vez nos negamos a reconocer y a considerar propias. Imaginemos alguna forma de contacto físico con nuestra madre. Podemos acunarla en nuestros brazos, masajearle los pies, colocar la palma de la mano en su vientre. Descubramos una forma de imaginar y sentir efectivamente esta íntima conexión. Ahora dejémosla ir. Imaginémosla frente a nosotros. La miramos a los ojos y en lo más profundo de nuestro interior buscamos el valor y la fuerza para agradecerle y perdonarla totalmente. Le agradecemos por haber creado nuestro cuerpo, por alimentamos, vestimos y cuidamos. Le perdonamos de todo corazón sus fracasos, sus debilidades, sus errores, sus defectos, y le decimos que comprendemos de verdad, más que nadie, las dificultades que tuvo que sortear. Le agradecemos lo que tenemos, nuestras fuerzas y flaquezas, nuestras bendiciones y maldiciones, nuestros logros y heridas. Reconocemos que, del mismo modo que un árbol o un animal, somos perfectos tal como somos, con todas nuestras imperfecciones, y que ella es la fuente de nuestro ser. LA LIBERAMOS Y NOS LIBERAMOS

La primera vez que realicé una meditación como ésta fue durante el entrenamiento Arica. Me tocó profundamente. Sentí la afectuosa presencia de mi madre, su naturaleza cariñosa, y también sus dudas, su temor, su• dependencia; las características de ella que yo me negaba a reconocer estaban indeleblemente arraigadas en mí. Recuerdo que me conmoví hasta las lágrimas mientras la imaginaba en mis brazos como un bebé y sentía su aliento tibio en mis pechos. La sostuve tan íntimamente, con tanta firmeza y ternura, la mecí con tanta dulzura, que ambas derramábamos lágrimas. Al día siguiente mi madre me llamó por teléfono para decirme que había pensado intensamente en mí el día anterior. Sentí más que nunca mi conexión con ella, y nuestra relación avanzó a un nuevo nivel de afecto mutuo y honestidad. Sea cual fuere la relación con nuestra madre, y por lo tanto con nuestro cuerpo, es importante reconocer el alcance de esa conexión y su efecto en nosotros.

A medida que nos curamos a nosotros mismos, liberamos a nuestros padres para que se curen a sí mismos. He visto la repetición de este hecho en muchas vidas, lo cual me ha estimulado y dado esperanzas. Al cambiar, podemos provocar cambios. Es un don poder curar a nuestros padres mediante la curación de nosotros mismos. Tenemos el poder de devolverles la libertad de ser quienes realmente son, heridos, humanos, vulnerables, y no gigantes de un cuento de hadas ni la fuerza policial de la sociedad. Personas reales. A medida que nos convirtamos en nuestros propios padres y alcancemos la PLENITUD, aliviaremos una carga psíquica de sus hombros: ya no necesitarán preocuparse por lo que hicieron o dejaron de hacer por nosotros y serán libres para ser ellos mismos.”





Gabrielle Roth Enseñanzas de una chamana urbana

ORACIÓN PARA MADRES E HIJAS




"Que todas y cada una de nosotras estemos dispuestas a apoyarnos mutuamente mientras damos a luz mejores vidas posibles. Que aprendamos a honrarnos y respetarnos sin que haga falta un sacrificio indebido. Que estemos dispuestas a perdonarnos mutuamente el sufrimiento y las heridas que nos causamos sin saberlo y sin querer. Que nos respetemos como poderosas maestras. Que sepamos que nuestra sabiduría Madre Osa vive en todas las células de nuestro cuerpo y siempre está disponible. aun cuando no esté nuestra madre. Que sepamos que podemos llamar a nuestras abuelas para pedirles orientación siempre que la necesitemos. Y, finalmente, que las relaciones madre-hija del futuro sean tan firmes y sustentadoras que cuando una mujer diga: ¨Me estoy volviendo como mi madre¨, lo diga sonriendo con orgullo. Y que sus amistades y familiares proclamen: ¨¡Bien hecho!¨"

Christiane Northrup "Madres e Hijas"

MUJER AFECTIVAMENTE ESTRUCTURADA



1. No se apega a un hombre.
2. No crea antagonismos y rivalidades enfermizas con los hombres.
3. No le teme al hombre, ni a su masculino interno.
4. Tiene un distanciamiento equilibrado con el sexo opuesto, sin odios (mujer agresiva) ni indiferencias (mujer esquizoide), y por un acercamiento sin miedos irracionales (mujer apegada), ni antiguas culpas (mujer sumisa).
5. No se somete por que se respeta a sí misma.
6. No genera violencia por que respeta a los demás.
7. Sabe que debe negociar y que no.
8. No es un dechado de virtudes pero es capaz de amar.
9. No está fraccionada, no se mueve en el incesante vaivén del conflicto atracción-repulsión, ve el dilema, lo admite e intenta superarlo.
10. Sabe que aunque su femineidad camina desde su masculino, tiene timón propio y un rumbo personal y específico. Entiende que la separación infantil de lo masculino es simplemente el inicio de un proceso para seguir creciendo como mujer. (No busca que su pareja reemplace su figura paterna).
11. Ama su masculino por que esta emocionalmente reconciliada.
12. Su masculino lo Cuida, lo incluye en su vida cotidiana y deja que se manifieste cuando así se requiera.
13. De acuerdo a la demanda, puede ser tan maternal como la mujer más tierna o tan furiosa como la más brava de las guerreras, pero luego cuando la situación se restablece, regresa tranquilamente a su nivel basal y a la potencialidad mixta del ying y el yang que su femineidad le permita.
14. Al sanarse internamente, no debe hacer demasiados esfuerzos para acomodarse al amor, sólo deja que esté ocurra y se manifieste".

Adaptación de texto de Walter Riso

Manifiesto de liberación afectiva masculina

Algunos varones, conscientes del reto que implica la liberación masculina afectiva, hartos de la represión emocional a la que hemos estado sometidos por nosotros mismos y por la cultura, en franca oposición a los valores poco humanistas con los que muchos hemos sido educados, y con un repudio total por la estructura patriarcal de la que hemos sido víctimas y que, supuestamente, estamos obligados a transmitir, expresamos y dejamos estipuladas, desde lo mas profundo de nuestro sentir, las siguientes reivindicaciones de libertad emocional.

Tenemos derecho:

A sentir miedo.
A ser débiles y a pedir ayuda cuando así lo consideremos.
A ser inútiles, a cometer errores y a no saber siempre que hacer.
A fracasar económicamente, a ser pobres y a experimentar el ocio intensa y vitalmente.
A vivir en paz, a negarnos a la agresión, a la guerra y a todo tipo de violencia interna y externa.
A emocionarnos y a expresar nuestros sentimientos positivos,ya sea física o verbalmente.
A estar más tiempo en familia y a participar en la crianza de nuestros hijos.
A comunicarnos afectivamente con los demás hombres, y a fomentar la amistad masculina sin rivalizar ni competir.
A disfrutar del sexo sin ser adictos sexuales.
A fallar como reproductores y a no transmitir el apellido.
A una sexualidad mas afectiva y amorosa.
A intentar ser fieles.
A no humillarnos en la conquista.

Walter Riso



TRATAMIENTOS DE LOUISE HAY




TRATAMIENTO DE MERECIMIENTO

Yo me merezco todo lo bueno, no algo, un poquito,
sino todo lo bueno.
Ahora disuelvo cualquier pensamiento negativo o
restrictivo. Me libero y disuelvo todas las
limitaciones del pasado. No me ata ningún miedo ni
limitación de la sociedad en la que vivo. Ya no me
identifico con ningún tipo de limitación.
En mi mente tengo libertad absoluta.
Ahora entro a un nuevo espacio en la conciencia, en
donde me veo de forma diferente. Estoy creando nuevos
pensamientos acerca de mi ser y de mi vida. Mi nueva
forma de pensar se convierte en nuevas experiencias.
Ahora sé y afirmo que formo una unidad con el
Próspero Poder del Universo. Y por lo tanto recibo
multitud de bienes. La totalidad de las posibilidades
está ante mi.
Merezco la vida, una vida buena.
Merezco el amor, abundante amor.
Merezco la salud.
Merezco vivir cómodamente y prosperar.
Merezco la alegría y la felicidad.
Merezco la libertad, la libertad de ser todo lo que
puedo ser.
Merezco muchas cosas más que todo eso: merezco todo
lo bueno.
El Universo está más que dispuesto a manifestar mis
nuevas creencias y yo acepto la abundancia de esta
vida con alegría, placer y gratitud. Porque me lo
merezco, lo acepto y sé que es verdad.
Así Es. Gracias Amado Universo.

TRATAMIENTO PROSPERIDAD

Estoy abierta y soy receptiva a ideas nuevas
maravillosas.
Permito que la prosperidad entre en mi vida en un
nivel en el cual nunca entró. Merezco lo mejor y
estoy dispuesta a aceptarlo.
Mis ingresos aumentan constantemente.
Dejo la pobreza de pensamientos para entrar en la
prosperidad de pensamientos.
Me amo a mi misma, y me regocijo en quien soy, porque
sé que la vida está aquí para mí y me proporciona
todo lo que necesito.
Me muevo de éxito en éxito, de alegría en alegría y
de abundancia en abundancia.
Tengo el poder de quien me creó, y expreso para mi
misma la grandeza que soy.Soy una expresión de la
vida, divina y magnifica y estoy abierta y receptiva
a todo lo bueno.
Así Es. Gracias Amado Universo.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Una cultura apropiada para la mujer salvaje




"Aunque el exilio tenga aspectos negativos, la psique salvaje lo puede soportar, pues acrecienta nuestro anhelo de liberar nuestra verdadera naturaleza y nos induce a desear una cultura acorde con ella. El anhelo y el deseo hacen por sí solos que una persona siga adelante. Hace que una mujer siga buscando y, en caso de que no logre encontrar una cultura apropiada, hace que ella misma se la construya. Lo cual es muy bueno, pues, si la construye, un día aparecerán misteriosamente otras mujeres que llevaban mucho tiempo buscando y proclamarán con entusiasmo que era eso lo que tanto ansiaban encontrar."

Clarissa Pinkola Estés - "Mujeres que corren con los lobos"

Volver a creer en una madre...



"Volver a creer en una madre de la cual toda la creación surge y se sustenta y hacia la cual retornaremos al final de nuestro ciclo en la tierra, trae a nuestra conciencia el valor de ser mujer. Convertirnos en una de sus sacerdotizas nos tranforma en mujeres poderosas y completas."

Sandra Román

Abrazando a la Madre

RITO: SANACIÓN DE LA RUPTURA MADRE/HIJA
Maureen Murdock

“El viaje heroico de la mujer. Etapas y claves del proceso femenino”



"Este rito se centra en el restablecimiento de la relación que existe entre tu madre y tú (o entre tu hija y tú). Puedes celebrar este rito sola o con un grupo de mujeres que también estén comprometidas en la sanación de su ruptura madre/hija. Si no tienes un grupo de mujeres, pide el apoyo y la presencia de una amiga íntima. Cuando te decidas a celebrar este ritual, no sólo manifiestas la intención de restablecer tu relación con tu madre sino que también te autoinvitas a alinearte con lo que se necesita para sanar la ruptura presente en el interior de tu naturaleza femenina.

Pon un bonito altar de flores, una vela y una imagen o una figura de la Diosa para honrar tu relación con tu madre. Busca una fotografía de tu madre o cualquier objeto que ella te haya dado y que colocarás más tarde, durante el desarrollo del ritual, en el altar. Al empezar el ritual, invoca la guía y la sabiduría de la Madre Diosa.

Tanto si alguna vez te has sentido querida, aceptada, protegida, alimentada y bien recibida por tu madre, como si te has sentido rechazada, abandonada y criticada; tanto si tu madre ha estado presente como ausente, si ha podido tocarte o no, vas a realizar este ritual para honrar a tu madre de forma que llegues a conseguir aceptar, al menos parcialmente, quién es o quién fue en tu vida.

De algún modo, tu madre lo hizo lo mejor que pudo teniendo en cuenta su propio ambiente familiar, el momento histórico que le tocó vivir, su sentido maternal o su carencia del mismo, su salud, su situación económica, estado civil, lo que le estaba socialmente permitido como mujer, y el apoyo que recibió para ser una buena madre, tanto de su esposo como de la cultura a la que perteneció.

Rinde honor a su fuerza, su sabiduría y su capacidad de entendimiento, y agradécele el haber elegido que nacieras.
(Puede que en este momento no te sientas con fuerzas para hacerlo, pero de lo que se trata en este momento es de abrir el corazón para que puedas creer que tu madre hizo las cosas lo mejor que supo.)

Al realizar este rito vas a curar las heridas de tu madre a la vez que las tuyas, de forma que ya no te vuelva a acompañar la idea de tu madre unida a una sensación de dolor, sino que a partir de ahora puedas empezar a sentir ante esa idea la luz de tu madre.

Piensa qué es lo que necesitas conseguir a través de este rito para mejorar tu relación con tu madre. Por ejemplo, si necesitas comprenderla, perdonarla, sentirte responsable de ella, aceptarla, sacar algún aspecto de ella que ella haya mantenido oculto, llorar su pérdida, dejarla ir, pedirle a ella que te deje marchar…

Coloca el objeto o la fotografía en el altar y ve enunciando en voz alta la línea femenina de tu genealogía. Por ejemplo, yo tendría que decir: “Soy Maureen Elizabeth, nieta de Julia Frances Virginia Dunn, hija de Julia Frances Virginia, hermana de Rosemary Teresa, madre de Heather y Brendan”.

Si otras mujeres toman parte de este rito haz una breve semblanza de tu madre. Después, dirígete directamente a tu madre y cuéntale qué es lo que aprecias de ella. Cuando hayas terminado, enciéndele una vela, bendícela y deja que se vaya".

viernes, 20 de septiembre de 2013

ORACIÓN DE LA DIOSA - Starhawk



"Yo, que soy la belleza de la verde tierra y la blanca Luna entre las estrellas y los misterios de las aguas, llamo a tu alma para que se levante y venga a mí, pues soy el alma de la naturaleza que da vida al universo. Todas las cosas de mí proceden y a mi deben retornar. Considerando que todos los actos de amor y placer son mis rituales, permitan mi veneración en el corazón que se regocija. Permitan que haya en vosotros belleza y fuerza, poder y compasión, amor y humildad, gozo y reverencia. Tu que anhelas conocerme, debes saber que tu búsqueda no será provechosa a menos que conozcas el misterio: Si lo que buscas no lo encuentras en ti, nunca lo hallarás fuera... Yo he estado contigo desde el comienzo y soy el logro final de tus deseos."

"La carga de la Diosa" Starhawk

Imagen: Judith Way

El poder espiritual de la mujer - Diane Stein



"La espiritualidad de las mujeres es un creciente reconocimiento de la diosa como Planeta, como la Tierra misma y de las mujeres como parte de la Tierra y su ser divino.

La diosa es todo lo creativo, todo lo que existe en la naturaleza y en las vidas de las mujeres, incluyendo cada una en su "ser", conocimiento y auto-poder. Ella es el círculo compartido de nacimiento, madurez, muerte y regeneración en toda vida, el cambio de las estaciones, la Luna creciente, menguante y llena, las mareas diarias y la salida y puesta de Sol; es la alegría infantil, los primeros períodos, enamorarse y dar nacimiento, maternidad y menopausia, vejez y muerte. Representa interminables círculos creados a elección-movimiento, crecimiento y cambio celebrado por mujeres y reflejado en sus vidas individuales y comunales.

La diosa no es una fuerza que se encuentra entre las estrellas lejanas o más allá de la muerte, está viviendo aquí y ahora. Ya que la diosa está en el interior de todos y en todo lo que nos rodea, los poderes de divinidad y creación son individuales y a la vez compartidos por todos: Ella tiene el poder de crear las vidas que las mujeres deseen. Con el principio "tu eres diosa", las mujeres se hacen cargo de lo que son y lo que hacen, sin sentimiento de culpa, pero con la responsabilidad de sus elecciones y acciones."

"El poder espiritual de la mujer" Diane Stein

Imagen: Jeanne Fry

Existe una niña dentro de cada mujer



“Existe una niña dentro de cada mujer que si no hubiera sido condicionada y limitada, tendría la fuerza suficiente para integrar, más tarde, la llegada de lo femenino perenne con sus ciclos. Este es el arquetipo de la IDENTIDAD FEMENINA PRIMORDIAL, y solo esta energía integrada puede hacer que la mujer adulta sea más tarde auténtica, nuestra niña interna:

• NO TIENE LÍMITES EN LOS ANHELOS Y LOS OBJETIVOS

• PARA ELLA ¡TODO ES POSIBLE!• ESTÁ LIBRE DE CONVENCIONES

• ES PORTADORA DE SUEÑOS E ILUSIONES

• ES IMPULSORA DE ALEGRÍA

• CREADORA DE MUNDOS INTERNOS

• ES LA DUEÑA DE SU DESTINO

• ES LA PROTAGONISTA DE SU PROPIA EXPERIENCIA

• VIVE EL IMPULSO DE SALTAR, DE CORRER, DE SER LIBRE.

• SE CENTRA EN SÍ MISMA EN VEZ DE AGRADAR A LOS DEMÁS....

y ¡ está viva!.”


Guadalupe Cuevas



Imagen: Jeanne Fry

El Rostro Femenino de Dios



"Por mi propia experiencia y la de las mujeres con las que trabajo, estoy convencida de que nuestra sanación y la recuperación de nuestro Poder avanzan y se profundizan cuando el rostro de Dios se parece al nuestro; cuando nos imaginamos a Dios a imagen y semejanza nuestra. La evolución del rostro de una Diosa Madre va ocurriendo a lo largo del tiempo. Es un camino esencial hacia el autoamor, la confianza en nosotras mismas y la fuerza interior de nuestro poder de mujeres.

El camino hacia el Rostro Femenino de Dios requiere el exorcismo de los viejos nombres y rostros, y la adopción de alternativas que afirman a la Mujer. Estas nuevas imágenes son portadoras de sanación, y a medida que nos sumergimos en ellas, también nos encontraremos con el odio a nosotras mismas.

"Nuestra heridas más profundas las sana una Diosa que se parece a nosotras".

- El mito del pecado original que nos convenció de que las mujeres somos malas.
- El mito de la necesidad de un salvador masculino que nos convenció de que las mujeres somos dependientes.
- El mito de un Dios exclusivamente masculino que nos convenció de la inferioridad de las mujeres.

Estos mitos están profundamente vinculados con la literatura religiosa, la educación y los rituales de nuestra infancia. Han ido pasando de una generación de mujeres a otra. Con la ayuda de mujeres valerosas nos liberaremos de los efectos limitantes de estos mitos y recuperaremos nuestra Bondad Original, Poder y Divinidad.

A medida que nos permitamos sentir lo que ellas, las mujeres de la antigüedad, sintieron descubriremos nuestras propias heridas. Veremos cuan profundamente nos han afectado las historias y mitos religiosos que cautivaron nuestra imaginación. En estos relatos los cuerpos y los procesos naturales de las mujeres fueron denigrados por los tabúes religiosos y culturales. Mucho después de haber descartado un conjunto dado de mitos y creencias religiosas, seguimos estando envenenadas silenciosamente por los tabúes que abarcan nuestras funciones naturales: menstruación, parto y menopausia. De la primera y de la ultima no se habla, y el parto apenas si tenemos poder sobre el.

La ausencia de mujeres en la historia religiosa que se nos enseñó y la denigración de nuestro procesos naturales han hecho imposible que nos imaginemos a nuestras madres como Dios, a nuestras hijas como salvadoras, y a nuestras abuelas como oficiantes de rituales sagrados. Esta es nuestra herida más profunda: no podemos imaginar a un Dios que se parezca, actúe, sangre y envejezca como nosotras. Los comportamientos ineficaces que nos llevan a la consulta del terapeuta, a los círculos de mujeres y a las comunidades de recuperación surgen todos de esta herida.

Patricia Lynn Reilly. "Un Dios que se parece a mí"
Foto: El Rostro Femenino de Dios

Por mi propia experiencia y la de las mujeres con las que trabajo, estoy convencida de que nuestra sanación y la recuperación de nuestro Poder avanzan y se profundizan cuando el rostro de Dios se parece al nuestro; cuando nos imaginamos a Dios a imagen y semejanza nuestra. La evolución del rostro de una Diosa Madre va ocurriendo a lo largo del tiempo. Es un camino esencial hacia el autoamor, la confianza en nosotras mismas y la fuerza interior de nuestro poder de mujeres.

El camino hacia el Rostro Femenino de Dios requiere el exorcismo de los viejos nombres y rostros, y la adopción de alternativas que afirman a la Mujer. Estas nuevas imágenes son portadoras de sanación, y a medida que nos sumergimos en ellas, también nos encontraremos con el odio a nosotras mismas.

"Nuestra heridas más profundas las sana una Diosa que se parece a nosotras".

- El mito del pecado original que nos convenció de que las mujeres somos malas.
- El mito de la necesidad de un salvador masculino que nos convenció de que las mujeres somos dependientes.
- El mito de un Dios exclusivamente masculino que nos convenció de la inferioridad de las mujeres.

Estos mitos están profundamente vinculados con la literatura religiosa, la educación y los rituales de nuestra infancia. Han ido pasando de una generación de mujeres a otra. Con la ayuda de mujeres valerosas nos liberaremos de los efectos limitantes de estos mitos y recuperaremos nuestra Bondad Original, Poder y Divinidad.

A medida que nos permitamos sentir lo que ellas, las mujeres de la antigüedad, sintieron descubriremos nuestras propias heridas. Veremos cuan profundamente nos han afectado las historias y mitos religiosos que cautivaron nuestra imaginación. En estos relatos los cuerpos y los procesos naturales de las mujeres fueron denigrados por los tabúes religiosos y culturales. Mucho después de haber descartado un conjunto dado de mitos y creencias religiosas, seguimos estando envenenadas silenciosamente por los tabúes que abarcan nuestras funciones naturales: menstruación, parto y menopausia. De la primera y de la ultima no se habla, y el parto apenas si tenemos poder sobre el.

La ausencia de mujeres en la historia religiosa que se nos enseñó y la denigración de nuestro procesos naturales han hecho imposible que nos imaginemos a nuestras madres como Dios, a nuestras hijas como salvadoras, y a nuestras abuelas como oficiantes de rituales sagrados. Esta es nuestra herida más profunda: no podemos imaginar a un Dios que se parezca, actúe, sangre y envejezca como nosotras. Los comportamientos ineficaces que nos llevan a la consulta del terapeuta, a los círculos de mujeres y a las comunidades de recuperación surgen todos de esta herida."

Patricia Lynn Reilly. "Un Dios que se parece a mí"

martes, 17 de septiembre de 2013

¿Dónde estabas, Madre? Por Victoria Sau



¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres firmaron el Contrato Social Masculino a tus espaldas y a la de todas tus descendientes?

¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres se repartieron la tierra en Imperios o Grandes Potencias, como en los tiempos de Zeus, Hades y Poseidón?

¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres decidieron que otros seres humanos que no eran ellos mismos se podían trasladar, exponer, vender, alquilar, prestar y hasta matar?

¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres proveyeron que el trigo no crecía para todos los humanos y que las tierras que dan leche y miel sólo son para unos pocos?

¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres decretaron la(s) matanza(s) de los inocentes?

¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres acordaron que la Ley iría por un lado y la Justicia por otro?

¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres prohibieron que los Sentimientos fueran tenidos en cuenta al mismo tenor que la Razón, para evitar remordimientos?

¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres inventaron la mentira infamante de que la prostitución es el oficio más viejo del mundo?

¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres se reunieron en el Proyecto Manhattan para dar a luz la bomba atómica?

¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres consintieron que el comandante del avión B-52 que lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima lo bautizara con el nombre de su madre, Enola Gay, y la bomba con el de little boy (muchachito)?

¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres alumbraron la solución final?

¿Dóndes estabas, Madre, cuando los Padres invirtieron el sentido de las palabras para perdernos y a la Mentira la llamaron Verdad; al Caos, Orden; a la Guerra, Paz?

¿Dónde estabas, Madre, cuando los Padres sodomizaron el Amor y lo llamaron después Debilidad?

¿Dónde estás, ahora mismo, Madre?


Victoria Sau (psicóloga y feminista catalana)

EL VACÍO DE LA MATERNIDAD



En "El vacío de la maternidad" (1995) la psicóloga catalana Victoria Sau se cuestiona el rol de la madre y la maternidad en la sociedad antigua y actual. Estos son algunos fragmentos de su libro:

“La Madre no existe y por ende tampoco existe la maternidad…”

“La maternidad biológica (concepción, embarazo y parto) así como por extensión la crianza, no puede ser considerada maternidad desde una perspectiva de rango humano si no va seguida de su correspondiente trascendencia en lo económico, político y social. La Madre ha sido rebajada a la condición de funcionaria del Padre.”

“La madre de hoy en día es una invención del padre, está puesta por el patriarcado para asegurar su perennidad. A la mujer se le cierra la boca y después se le hace hacer en ventriloquía un lenguaje que no es el suyo… Por medio de este lenguaje ella envía a sus hijos a la escuela, a la iglesia, al ejército, al asilo, al despacho, a la fábrica, a la cárcel, a la muerte.”

"Las hijas e hijos “sin Madre” buscan incesantemente a la Madre real, a la que no existe, a la que si escucha sus propias ideas, su instinto, a la que tiene voz propia… “la búsqueda ansiosa de la Madre solo cesará cuando la Madre sea reencontrada, puesta en su lugar.”

EL MUNDO GOZOSO DE LAS MADRES

“El mundo de las madres sale de las brumas
cuando las mujeres se unen para poner sus mentes
en la sabiduría de su corazón y de sus vientres;
y así, se hacen mucho más grandes,
pudiendo recrear el gozo en si mismas
y derramarlo a todos los seres de la tierra,
porque en la vida el Todo es
mucho más grande que la suma de sus partes.”

Guadalupe Cuevas






El mundo gozoso de las madres no es mitología ni fantasía, es un período histórico documentado previo al patriarcado y al Cristianismo en que la sociedad se regía por otros valores. Cooperación frente a competencia, oxitocina frente a adrenalina, satisfacción frente a carencias, nanas en vez de llantos, conexión y respeto por la Tierra frente a conquista y lucha, culto a la energía femenina frente a su represión u ocultación.

Este texto es parte de la reflexión de Guadalupe Cuevas sobre una época más dichosa que puede regresar si las mujeres se reconcilian con su Naturaleza, el útero y lo que éste representa de dador de vida vuelven a tener mayor protagonismo y las madres colman de amor y bienestar a sus hijos para transformar así la sociedad.

Si pudiéramos imaginar un nuevo mundo de Avalon, donde se encuentra la “dicha” perdida y olvidada, donde todos los deseos de amor y de gozo se encuentran satisfechos, ese lugar podría parecerse al Mundo de las Madres, porque en ese lugar la vida estaría guiada y conducida por el “gozo de ser vida” y por el instinto de expandir cada vez más y más, sin límite, esa vida gozosa.

Según las investigaciones del pasado y según el hallazgo de yacimientos arqueológicos se está empezando a interpretar la historia desde una nueva perspectiva : en la “vieja Europa” existió en el neolítico (desde 10.000 a.c hasta el 3000 a.c) una estructura social anterior al patriarcado, basada en la cooperación y la ayuda mutua entre las personas, sin luchas, sin jerarquías, sin desigualdad de sexos y sin dominación.
Esta sociedad estaba sostenida por la sexualidad maternal basada en el gozo de crear vida, preservarla y cuidarla y para ello hacer que los seres vivos buscaran siempre la unidad. Hoy la biología nos demuestra también como el mundo celular está basado en la simbiosis, así cada célula busca siempre la asociación para seguir creando nuevas formas de vida en lugar de crecer individualmente aisladas de las demás.

Marioon Woodman, Casilda Rodrigáñez, Marija Gimbutas, Clarissa Pinkola Estés… cada una en sus diferentes campos, cada una en su diferente lenguaje encuentran “una salida” a este mundo patriarcal devastador, en esa energía femenina, salvaje, maternal, sin domesticar, misteriosa, gozosa, y sobre todo divinamente encarnada.

Aunque la verdad es que esta vitalidad rebosante está cuidadosamente escondida, para que nunca podamos sentirnos amados y por lo tanto ¡libres!. Ahora tal vez es el momento de recuperar el Mundo de las Madres, pero ¿dónde está ese mundo donde las madres son gozosas, deseantes, amantes de sus cuerpos, impulsoras de unidad, derramando hormonas de placer vital?

Como Avalon, se alejó entre las brumas, retirado en lo más profundo de nuestra biología celular, dormido, inconsciente, en ese lugar del cuerpo femenino que llamamos Útero, y este lugar de donde brotan las “aguas de la dicha” para toda la humanidad está abandonado y yermo porque la mente se ha separado de él.

Guadalupe Cuevas

martes, 3 de septiembre de 2013

Plegaria de gratitud por Clarissa Pinkola Estés




Para todas las mujeres maduras y sagaces que están aprendiendo
cuando es el momento justo para decir su verdad y no callar,
o callar cuando el silencio es más fuerte que las palabras.

Para todas las mujeres que están llegando a la madurez,
que están aprendiendo a ser gentiles cuando sería más fácil ser crueles,
que saben poder herir cuando la situación lo reclama con un corte neto y preciso,
que se están ejercitando a decir toda la verdad con toda piedad.

Para todas aquellas que violan las convenciones
y estrechan la mano de los extranjeros saludándolos como si los hubieran visto crecer
y los conocieran desde siempre…

Para todas aquellas que están aprendiendo a sacudir los huesos,
remover las aguas, y la cama, pero también a aplacar la tempestad.

Para aquellas que custodian el aceite de las lámparas,
que mantienen la calma en la vida cotidiana…

Para aquellas que perpetúan los rituales,
que recuerdan como encender el fuego con un simple hilo y un sílice…

Para aquellas que recitan las antiguas plegarias,
que recuerdan los símbolos, las formas, las palabras, las melodías, las danzas,
y aquello que los ritos, en otro tiempo, buscaban aplacar….

Para aquellas que bendicen con frecuencia y con gusto a los demás…

Para aquellas mujeres maduras que no tienen miedo,
o que si lo tienen,
deciden de todos modos accionar con determinación…

Por ellas…
que tengan una larga vida,
en fuerza y en salud desplegando todas las velas de su inmenso espíritu.


Clarissa Pinkola Estés


Imagen: Sonia Koch
(“La danza delle grandi madri”)

CÓMO ELEGIR UN COMPAÑERO PARA UNA RELACIÓN DE TODA LA VIDA POR CLARISSA PINKOLA ESTÉS




1- Elige a alguien como si fueras ciego. Cierra los ojos y observa qué puedes sentir de esa persona, de su gentileza, su lealtad, su comprensión, su devoción, su habilidad para ocuparse de ti, su habilidad para cuidar de sí mismo como un ser independiente. En nuestra cultura nos basamos mucho en lo que vemos con nuestros ojos externos. Pero cuando miramos al objeto de nuestro amor, es mucho más importante lo que vemos con los ojos cerrados.

2- Elige a alguien que tenga la habilidad de aprender. Si hay algo que verdaderamente hace diferencia entre un amante para toda la vida y uno fugaz, es una persona que tenga la habilidad de aprender. Dice el refrán “el ignorante es poco tolerante”. Aquellos que no pueden aprender cosas nuevas, ver las cosas a la luz de lo nuevo, ser curiosos acerca del mundo y de cómo funcionan las cosas o las personas, a menudo se cierran y dicen. “No, esto tiene que ser así, de este modo” y para una relación de toda la vida es mejor estar con alguien que se abra y se cierre aprendiendo y evolucionando.

3- Elige a alguien que quiera ser como tú, fuerte y sensible a la vez. Para no confundir el significado de estas palabras, no relacionarlas con la rigidez y la fragilidad. La fuerza en el sentido en que es fuerte un árbol: pueden soplar fuertes vientos pero se sostendrá porque es flexible y se moverá para adelante y para atrás con el viento. Y en cuando a la sensibilidad, estoy hablando de ver, estar alerta a las cosas que están alrededor de uno. Algunas personas pueden necesitar una pequeña ayuda en esto, pero a menudo en algún en algún lugar profundo en su mente, o en su corazón, ya están despiertos y alerta a todas estas cosas, si bien no saben cómo articularlas. Y es por eso que el número 2 es tan importante: la habilidad para aprender. Puedes tener todas las posibilidades, todas las potencialidades del mundo para ser amable, amoroso, devoto, bueno y el mejor amante conocido del género humano pero si no puedes aprender a desarrollar ese potencial. ¡Entonces no sirve de nada!

4- Elige a alguien que cuando lo hieras, sienta dolor y te lo muestre. Y viceversa... elige a alguien que cuando te hiera, vea tu dolor y lo registre. Esto es muy importante. Hay muchos modos en que la gente muestra el dolor. A veces reclamando es una de las cosas que hacen las personas más extrovertidas. Reclaman, se vuelven locos... pero es su propia expresión de dolor. Lo peor es cuando le haces a tu compañero algo que no es amable, o que es impensado y él no muestra reacción. Como si no se permitiera a sí mismo mostrarse verdaderamente humano en tu presencia. Pasamos por muchas relaciones o unas cuantas, antes de encontrar a alguien con quien querríamos pasar nuestra vida. Sentimos las heridas en tantas relaciones que empezaban con grandes esperanzas pero que terminaban con fallas y accidentes. Por otro lado, te vas a encontrar con otro que no está intacto, que también está herido de algún modo. Como resultado de esto es que la habilidad de tu compañero de mostrar su dolor es tan importante como su habilidad para percibir tu dolor. ¡Es muy importante! Porque por naturaleza de las relaciones hay momentos de tensión en que presionamos o hicimos algo que lastimó al otro y esto no puede ser evitado completamente, pero no debe ser la misma herida una y otra vez. La gente tiene que aprender cada vez. Puede que alguien haya acumulado enojo y sufrimiento, heridas de los amantes anteriores, y haya adquirido así la habilidad de herir al nuevo amante y hasta ser desbordado por el deseo de herirlo. Entonces debe ser capaz de parar, de detenerse cuando ve el dolor en la otra persona.

5- Elige a una persona que tenga una vida interior. Trabajando, dibujando, escribiendo, a través de la meditación, la religión, algo que ame. Elige a una persona que esté en viaje y te vea como a un compañero de camino, un compañero de viaje. La habilidad para estar completamente con el otro y al mismo tiempo enteramente separado es muy importante. Las relaciones son cíclicas y hay momentos para estar muy cerca el uno del otro y otros momentos para apartarse.

6- Elige a alguien que tenga pasiones similares a las tuyas en la vida. Una relación construye una memoria. Estas memorias, lo compartido, son el “pegamento” lo que une la relación. Por el placer que es recordar buenos tiempos juntos, pero también los tiempos duros. Si no hay nada que verdaderamente disfruten juntos, es muy difícil pasar estos tiempos con el otro. Aun cuando cada uno pueda ser muy distinto del otro y hacer cosas muy diferentes, tiene que haber algo, algo tan simple como descansar juntos en la bañera o secarse juntos el pelo al sol, o dar vuelta a la manzana cada noche, o cualquier cosa de estas muy simple... sé que estarás pensando, cepillarse juntos los dientes a la mañana... Si, poco más que esto.

7- Elige a alguien que tenga valores similares En cuanto a tener hijos, al nacimiento de los niños, la familia, roles de hombres y mujeres y las ideas acerca del dinero y la religión. Tal vez todas estas cosas juntas son el ideal y no las puedas encontrar todas sobre todo al principio de la relación, pero puedes tener esto en cuenta. Elegir a alguien que tenga valores similares tiene que ver con disminuir las fricciones en la relación y estas cosas deben sintonizarse si ha verdadero compromiso. Esta sintonía debe darse también en un nivel pragmático y cuando se da en estos niveles prácticos en más fácil que pueda darse en otros niveles más sutiles.

8- Elige a alguien compasivo, a alguien que sea capaz de escuchar, a alguien que te dé tiempo. Particularmente si eres una persona impulsiva, al tener un compañero que no sea tan impulsivo como tú, eventualmente hallarás cierta lentitud que será buena para ti. También alguien que sea un poco lento, al estar con un compañero que sea bien distinto se acelerará un poco. Y podrán después de un tiempo hallar un ritmo propio de la relación. A veces las personas tienen que estar ocho o nueve años hasta tener este ritmo completamente desarrollado. Lleva tiempo construir un milagro... no un milagro porque estén juntos sino por la fuerza que hay en el centro de una relación por la profunda guía del amor.

9- Elige a alguien que se pueda reír de sí mismo. Poder hacer un chiste y reír de la situación y de sí mismo es muy importante. Pero supongamos que no tienes un compañero muy chistoso, elige a alguien que pueda parar una discusión y aprender a reírse de la situación (vuelve al punto 2, alguien que tenga habilidad para aprender)

10- Elige a alguien a quien puedas tolerarle las fallas y características. En los momentos de tensión y cansancio, las cosas que más te atraerían de un compañero, las cosas más encantadoras, serían las que después te volvería loca... Así que no pienses que podrías vivir con alguien que tiene cosas que realmente molesta a las otras personas y que para ti no son importantes porque él o ella las está haciendo y él o ella es tu amante. Hay algunas cosas que son intolerables en cualquier relación sea el matrimonio o las sociedades y los negocios. Tales como el alcoholismo, el abuso sexual, el juego, las actividades criminales, Una persona que no dice la verdad, una persona que no te puede mirar a la cara, una persona por la que no podrías dar fe, una persona que puede hacer cualquier cosa por tapar sus errores. Todo eso sería construir una relación en un terreno inseguro.

11- Ser amigos y no-solo amantes. Y no es solo que digas “si yo sé lo que eso significa, significa que me guste y que lo ame” Significa más que eso y un modo de juzgarlo es pensar. ¿Harías por tu pareja lo que estás dispuesta a hacer por tu mejor amigo? ¿Estás dispuesta a escucharlo, estás dispuesta a hablar de las cosas de las que él tiene ganas de hablar, a prestar atención a los detalles de lo que dice o tiene ganas de hacer? Esto no significa que tengan que estar cuidándose el uno al otro siempre y para siempre, pero sobre ciertas bases y en algunos detalles por cierto que deben hacerlo. Entonces cuando pienses en lo que harías por tu mejor amigo y en lo que harías por tu amante, las cosas se aclararán para ti.

12- Elije a alguien que haga tu vida más grande y no más pequeña.


Clarissa Pinkola Estés


Imagen: Sonia Koch

sábado, 31 de agosto de 2013

Decálogo de la madre según la psicogenealogía

* He parido un hijo que no es mío. Lo entrego al mundo.

* Este hijo no ha venido a cumplir mi proyecto, ni los proyectos de mi árbol genealógico, sino el suyo propio.

* No lo bautizo con ningún nombre ya presente en el árbol, ni con nombres que le impriman un destino.

* Se lo doy todo, lo crío con afecto, sin dejar de ser yo misma, sin adicción al sacrificio, sino con responsabilidad y desde la libertad.

* Le ofrezco herramientas que ayuden a construir el edificio de su propia vida, pero acepto que tome libremente las que el juzgue adecuadas y rechace las inadecuadas para él. Me doy cuenta que la mejor manera de enseñar a un hijo no es con mítines, ni con límites, sino con el ejemplo.

* Acepto que deje de llamarme “mamá” cuando él lo decida, para pasar a llamarme por mi propio nombre, porque así rompe lazos de dependencia y la relación entre ambos se equilibra.

* Le permito y facilito que tenga un espacio privado e íntimo en la casa que sienta como su propio territorio.

* En cuanto a la elección de sus amistades, de su carrera, de sus actividades de ocio, etc., le escucho, le doy mi parecer, pero no selecciono nada por él, ni le prohíbo ni lo obligo.

* Dejo que mi hijo cometa errores, que se caiga, que no sea perfecto. Comprendo que cada fracaso es un cambio de camino y con ellos se crece cada día; si lo protejo demasiado, nunca será adulto.

* Jamás definiré a mi hijo (“es tranquilo”, “eres nervioso”, “es tímido”…), porque entiendo que los niños forman su autoconcepto a partir de lo que sus padres dicen de él. Le transmito que dentro de él están todas las posibilidades del ser, que el lo es todo en potencia....


La psicogenealogía parte de que determinados comportamientos inconscientes se transmiten de generación en generación e impiden a la persona autorrealizarse, por lo que para que la persona tome consciencia de ellos y se pueda desvincular de esos comportamientos, es necesario que estudie su árbol genealógico.


Imagen: Dongjun Lee Kookack

QUÉ ES LA PSICOGENEALOGÍA

La psicogenealogía es una disciplina que nos permite acercarnos al pasado para resolver los problemas del presente y las preocupaciones personales.

La psicogenealogía utiliza diferentes técnicas, por ejemplo el árbol genealógico. Remontándonos a nuestra historia y ubicando a nuestros ancestros en un árbol, se descubren muchos secretos y cosas no dichas que atravesaron las generaciones y pesan sobre nosotros.

No heredamos sólo el color de ojos y cabellos de los abuelos. También heredamos los traumas no resueltos de nuestros ancestros. Eso es lo que evidencia la psicogenealogía, un enfoque que consiste en unir genealogía y psicología.

Si quieren saber más sobre psicogenealogía más vean este video:

"LA HUELLA DE NUESTROS ANTEPASADOS: INVESTIGACIONES EN PSICOGENEALOGÍA CLÍNICA " Anne Ancelin Schützenberger

Anne Ancelin nació en Francia en 1919 y creció en Paris, donde hoy vive. Obtuvo un Doctorado en Psicología y otro en Letras. Se especializó en psicología social en Estados Unidos. A lo largo de toda su vida recibió formación profesional en muchos enfoques, entre otros, el Psicodrama de Moreno y el Psicoanálisis. Su obra Ay, mis ancestros se convirtió en un best seller. A los 85 años enseña el método transgeneracional en Argentina y otros muchos países. Luego termina su estudio sobre la clarificación de lazos transgeneracionales, secretos de familia, lealtades familiares invisibles y duelos no hechos de pérdidas diversas personales y familiares. Este documento es la traducción de una entrevista que le hacen las autoras Patrice Van Eersel y Catherine Maillard y que aparece en la obra Mis antepasados me duelen (Ed. Albin Michel, 2002).

Traducción del francés por Carolina Forero


Anne Ancelin Schützenberger.

Encuentro con Anne Ancelin Schutzenberger:

Teórica e investigadora de campo a la vez. Perteneció a la resistencia, ha sido profesora en varias universidades, psicoterapeuta con formación en psicoanálisis, abierta a todas las innovaciones. Como analista de grupo, fue una de las primeras psicoterapeutas en utilizar el psicodrama de Moreno en Francia. Profesora emérita de la facultad de psicología de Niza, en donde dirigió el laboratorio de psicología social y clínica. Trabajó con Robert Gessain, Jacques Lacan, Francois Dolto, Carl Rogers, JL Moreno, Margaret Mead y Gregory Bateson, la escuela de Palo Alto y la escuela de dinámica de grupos de Kurt Lewin. Se convierte en una celebridad cuando publica su libro “Ay Mis Ancestros” el cual llega a ser un best seller mundial. Para muchos académicos y psicoterapeutas es ella quien introduce la dimensión transgeneracional en su práctica a través de un elemento preciso: el síndrome de aniversario.

La psicogenealogía comprende numerosas teorías, prácticas y escuelas de pensamiento y se ha convertido con el tiempo en un término popular, casi en un nombre común. Sin duda alguna le debemos a la Profesora A. A. Schutzenberger el impulso de este enfoque, particularmente en Francia durante los años 80. Trabajando durante muchos años con enfermos de cáncer -con la ayuda de la versión clínica del método Simonton- el cual apoyado, a su vez, en la medicina clásica y en un seguimiento psicoterapéutico, permite reforzar las ganas de vivir (libido vital) y el sistema inmunológico por medio de visualizaciones positivas- comenzó por descubrir en las biografías de sus pacientes sorprendentes fenómenos de repetición e identificación con personas amadas ya desaparecidas. Este fue el camino que la llevó a crear el método del genosociograma, una especie de árbol genealógico muy particular, que resalta hechos relevantes para bien o para mal en la historia de una familia: enfermedades, nacimientos, accidentes, muertes precoces o injustas, matrimonios, partidas etc., poniendo en evidencia a través de una representación gráfica el conjunto de toda la familia, en el sentido amplio del término, tomando en cuenta media docena de generaciones, los vínculos afectivos mayores, positivos o negativos u olvidados y negados hasta el punto de convertirse en “impensables genealógicos”.

“Somos menos libres de lo que creemos. Dice Anne Ancelin Schutzemberger, pero tenemos la posibilidad de conquistar nuestra libertad y de salir del destino familiar repetitivo de nuestra historia, comprendiendo los vínculos complejos que se han tejido en nuestra familia e iluminando los dramas secretos, los no dichos y los duelos inconclusos…”.

¿Su método? La “terapia transgeneracional psicogenealógica contextual clínica”, en la cual la misión primordial es rastrear nuestras lealtades invisibles y nuestras identificaciones inconscientes repetitivas (buenas o trágicas) que nos obligan a “pagar las deudas” a nuestros ancestros y a repetir las tareas interrumpidas mientras no estén cerradas. Así lo escribe en su libro “¡Ay, mis ancestros!”:

“Nuestra vida es una novela. Tanto usted como yo, vivimos prisioneros de una invisible tela de araña, de la cual al mismo tiempo somos artífices. Si aprendiéramos a utilizar nuestro tercer oído, nuestro tercer ojo, a comprender, a escuchar y a ver estas repeticiones y coincidencias, la existencia de cada uno sería más clara, más sensible a lo que realmente somos y a lo que deberíamos ser. Acaso no podemos escapar a estos hilos invisibles a estas triangulaciones, a estas repeticiones?”


ENTREVISTA

Usted es psicoterapeuta y analista, pero cuando usted recibe un paciente se interesa poco en su historia individual, o por lo menos usted la ubica en un contexto más amplio, pidiéndole al paciente que le cuente sobre la vida de sus ancestros. Usted le hace escribir, en particular, fechas que recuerde con su puño y letra. ¿Como llegó a darle este vuelco al desarrollo de la cura?


A.A.S: Comencemos por decir que no es una “cura” propiamente dicha, es más bien una profundización, una ampliación de la visión que acompaña o precede una terapia, una crisis, una enfermedad grave, una búsqueda de identidad o de desarrollo personal, un cambio de vida. Durante los años setenta yo iba a acompañar y hacer seguimiento a domicilio (en París) a una joven de origen sueco de 35 años que se sabía condenada a un cáncer terminal y no quería morir “cortada en pedazos como un salchichón” y pidió auxilio.

Acababan de amputarle por cuarta vez una parte del pie y los médicos estaban listos para cortarle otra parte más arriba. Como yo tenía una formación psicoanalítica freudiana le pedí a la joven que se dejara llevar y me hablara libremente de todo lo que le pasaba por la cabeza por asociación de ideas. Como ustedes saben un análisis es largo -a veces muy largo- y este ejercicio hubiera podido llevar diez años. Pero ella no tenía todo ese tiempo. Estaba en una carrera contra reloj con la muerte. Sucede, que en su casa reinaba una foto de una mujer muy bella en la pared de su sala.

Mi paciente me contó que se trataba de su madre, muerta por cáncer a la edad de treinta y cinco años. Yo le pregunté entonces por su edad… “treinta y cinco” me dijo. Yo dije: “ahh?” y ella replicó: “ohhh!”

Tuve de pronto la impresión de que esta joven se había identificado inconscientemente hasta tal punto con su madre que se había programado para repetir su destino trágico. A partir de ahí todo cambió tanto para ella como para mí.


Más allá de la coincidencia de edades, es decir del azar ¿qué la hacía dudar de esta enfermedad como un asunto de transmisión hereditaria?


A.A.S: Es difícil responderle a esta pregunta. Por una parte me habían enseñado que el cáncer de seno no es una enfermedad genéticamente transmisible; por otra parte ¿por qué desarrollarla precisamente a la misma edad? Es la dificultad que existe en todo lo que tiene que ver con el inconsciente, se trata de invocar al azar como causa. En cuanto a la genética, ésta difícilmente podría hacer coincidir las fechas (quisiera precisar que mi marido era médico, genetista, matemático, estadístico y que yo me guiaba por la observación clínica rigurosa) a la vez que esta historia me hizo recordar de inmediato otra historia.

Un día, mi hija me dijo: “mamá, te das cuenta de que tú eres la hija mayor de dos hermanos y el segundo murió; mi papá es el mayor de dos hermanos y el segundo murió… y yo soy la mayor de dos hermanos y el segundo también murió?”. Este fue un shock. Esta vez me propuse verificar con otros pacientes mi intuición con esta paciente. Les pedí a todos construir su árbol genealógico conmigo de una manera muy completa y si era posible indicar debajo del nombre de sus padres, abuelos, bisabuelos, tíos, primos etc., los momentos claves de la historia familiar: tuberculosis del abuelo, matrimonio o segundas nupcias de la madre, accidente de automóvil del padre, mudanzas y viajes, cambios de estatus socioeconómico, participación en guerras, muertes prematuras, alcoholismo, hospitalizaciones psiquiátricas, encarcelamientos, sin olvidar diplomas universitarios y profesiones. También les pedí inscribir si era posible, las edades y las fechas en las cuales se habían producido estos eventos.

Estos árboles genealógicos extendidos (bautizados “genosociogramas”), revelaron repeticiones asombrosas: una familia en la cual las mujeres morían leucémicas durante tres generaciones seguidas en el mes de mayo, una sucesión de cinco generaciones en la cual las mujeres se volvían bulímicas a la edad de trece años; un linaje en el cual los hombres eran sistemáticamente víctimas de un accidente de automóvil el primer día de clases de su primer hijo, etc. Estaremos de acuerdo en que sería osado ver esto como obra del azar en familias en las que encontramos en cada generación las mismas fechas de nacimiento, el mismo número de matrimonios en hombres o en mujeres, el mismo número de hijos ilegítimos, naturales o nacidos muertos, de muertes trágicas o precoces y siempre a la misma edad! En cuanto a la herencia genética, cree usted que un accidente de tránsito sea transmisible por ADN? Algo más tenía que estar actuando ante la evidencia de la frecuencia y la visibilidad de las repeticiones que saltaban a la vista una vez se les prestaba atención.





¿Cómo explicarse estas repeticiones? ¿Por qué repetimos cosas vividas por nuestros padres o nuestros ancestros?

A.A.S: Repetir los mismos hechos, las fechas, o las edades que han escrito la novela familiar de nuestro linaje es una forma de ser fieles a nuestros padres y demás ancestros y por lo tanto a sus actos, gestos y tragedias. Es una manera de seguir la tradición familiar y de vivir conforme a ella. Es esta lealtad la que empuja a un estudiante a fallar el examen que su padre nunca logró pasar, en el deseo inconsciente de no sobrepasarlo socialmente. O a heredar su oficio o profesión de luthier, notario, panadero o médico. O en las mujeres a casarse a los 18 para tener tres hijos y si es posible tres niñas… o solo niños. A veces esta lealtad invisible sobrepasa los límites de lo verosímil, y de igual forma ocurre: ¿Conoce usted la historia de la muerte del actor Brandon Lee? Murió durante el transcurso de un rodaje porque de forma incomprensible alguien había olvidado una bala verdadera en un revólver que debía estar cargado con balas de salva. Justo 20 años atrás, su padre, el célebre Bruce Lee, murió en pleno rodaje, a causa de una hemorragia cerebral durante una escena en la cual él representaba a un personaje muerto accidentalmente por un revólver que debía estar cargado con balas de salva…

Estamos literalmente impulsados por una potente e inconsciente fidelidad a nuestra historia familiar y nos cuesta un trabajo enorme inventarnos algo nuevo para nuestra propia vida! En algunas familias uno ve el síndrome de aniversario repetirse -bajo la forma de enfermedades, muertes, abortos, o accidentes- en tres, cuatro, cinco y hasta ocho generaciones!

Pero parece haber además otra razón oscura por la cual nosotros repetimos las enfermedades y los accidentes de nuestros ancestros. Tome cualquier árbol genealógico y verá que está lleno de muertes violentas, adulterios, anécdotas secretas, hijos naturales y alcohólicos. Son cosas que se esconden, heridas secretas que no se quieren mostrar. Entonces ¿qué es lo que pasa cuando, por vergüenza, por conveniencia o para “proteger” a nuestros hijos o la integridad de la familia, no hablamos del incesto, de la muerte sospechosa, de la ruina del abuelo? El silencio crea una zona de sombra en la memoria de un hijo de la familia, quien, para llenar este vacío y eliminar las lagunas de sentido repetirá en su cuerpo o en su existencia el drama que intentan esconderle. Freud ya decía (y lo cito de memoria) que “lo que no se expresa con palabras se expresa con los dedos”. Yo pienso, como lo escribí en mi libro, que: “Lo que se calla en las palabras se imprime, se repite y se expresa por los males.”


Pero entonces esta repetición supone que esta persona sabe algo de esta vergüenza familiar y que ha oído algo acerca de la historia ¿verdad?

A.A.S: No, claro que no! Hablar no es necesario para expresarse: los estudios sobre la comunicación no verbal y el “lenguaje del cuerpo” demuestran que uno se expresa a través del lenguaje pero también lo hace a través de todo su cuerpo. Sus gestos, su tono de voz, su respiración, su actitud, su forma de vestir, sus silencios, el hecho de evitar a algunas personas… la vergüenza como el secreto no tienen necesidad alguna de ser evocados para pasar la barrera de las generaciones y afectar un enlace familiar – ya sea un enlace fuerte o endeble, o vivido como algo “delegado” por la familia, o programado por ella, actuante por lealtad familiar o sobre-identificación.

Le voy a dar el ejemplo de una niña de cuatro años, quien en sus pesadillas se ve perseguida por un monstruo. Ella se despierta en la noche, tosiendo, dando alaridos y asfixiándose, y todos los años, en la misma fecha, su tos se convierte en crisis severa de asma. Pregunto su fecha de nacimiento. “Durante la noche del 25 al 26 de abril” me dice su madre. Como conozco las fechas de la historia francesa y sé por muchas de las investigaciones de mis pacientes que muchos traumas familiares encuentran su origen en las persecuciones, algunas veces muy antiguas, o están ligadas a las muertes trágicas en los campos de batalla pude hacer la siguiente relación: del 22 al 25 de abril de 1915, las tropas alemanas lanzaron por primera vez gases de combate sobre las líneas francesas. En Ypres, miles de personas murieron asfixiadas. Le pido a la madre que busque la palabra Ypres y Verdun en su genosociograma. Encuentra que el hermano mellizo del abuelo fue uno de los soldados asfixiados… en la noche del 25 al 26 de abril de 1915! Le pido entonces a la niña que dibuje el monstruo que ve en sus pesadillas. Ella dibuja con crayolas lo que ella llama: “una careta de buzo con trompa de elefante” era una máscara anti-gas de la época de la guerra (1914-1918) reconocible por todos nosotros.

Ella jamás había visto una de estas máscaras y jamás se le había hablado a la niña sobre la tragedia vivida por su tío abuelo ni sobre las consecuencias del gas utilizado en combate. Estos hechos fueron verificados en los archivos del ministerio de guerra: el tío abuelo fue condecorado por conducta valerosa… y bien, a pesar de todo ese silencio, la niña tosía y escupía, perdía el aliento y se angustiaba como un soldado en su trinchera, con un paroxismo a una hora fija (cerca de la media noche). Esto ocurrió hasta que la niña hizo su dibujo. ¿Cómo este hecho pudo pasar a través de las generaciones? ¿Cómo se pudo transmitir? Podría ser a través del co-inconsciente familiar y grupal, podría ser por las ondas “morfogénicas” de las cuales habla Rupert Sheldrake. Puede ser por evitaciones en el discurso familiar “No se habla nunca más de lo que tanto nos hizo sufrir”.

El recuerdo de la muerte trágica y del muerto mal enterrado creó en el abuelo de la niña (hermano de la víctima) y en la mamá de la niña una zona de sombra en la cual se escondió el dolor como en una “cripta”.

Hipótesis: a largo de su vida hubo lagunas en el discurso de este hombre y de su hija. Cada vez que hubiera ocasión de evocar la muerte de su pariente (a través de un retrato de familia o una imagen de guerra en la televisión), se habría manifestado una perturbación expresada en la mirada, la voz o las actitudes, que en las conversaciones sobre el hecho que hubieran podido intercambiarse. La madre de la niña evitaba las películas de guerra, le tenía miedo al gas de la estufa…


…Entonces, estas evitaciones pueden transmitir una información en negativo, como en “bajo relieve”. ¿Pero acaso podrían tener un grado tan alto de precisión que lograran gravar la imagen fotográfica de una máscara de gas en las pesadillas de la niña?

A.A.S: somos ya muchos terapeutas en Francia, en Europa, en América del Norte y del Sur, en Africa, en el medio Oriente, que hemos constatado esto en nuestros pacientes. Lo que ocurre es como si en efecto se pudiera dar en los descendientes una especie de memoria fotográfica o cinematográfica con sonidos, colores, imágenes, olores, temperaturas. Las personas se despiertan congeladas temblando y sudando de angustia, enroscadas sobre sí mismas, sintiéndose encerradas en algún sitio maloliente... cuando en realidad duermen bien calientitas en su cama y jamás han vivido algo similar.

Sin embargo en el caso particular de la niña no creo que esta haya sido la situación, pienso más bien que pudo ser comunicación directa de inconsciente a inconsciente lo que Moreno llama co-inconsciente familiar y grupal.

¿Quiere usted decir que las imágenes y los secretos da familia pasan de una generación a otra por una especie de telepatía?

A.A.S: No. Pasan a través de la unidad dual madre-hijo. Y también puede ser que a través de una “memoria transgeneracional” que, aunque se constata clínicamente, falta probar. Creo que durante su crecimiento en el útero, el niño sueña como sueña su madre y que todas las imágenes del inconsciente materno y del co-inconsciente familiar pueden dejar impresiones en la memoria del niño que va a nacer. Esta hipótesis desafortunadamente no ha sido verificada a través de una exploración científica seria. De gran importancia para la salud de todos nosotros!

Hay que agregar sin embargo que desde 1998 algunos comenzaron a hablar de memoria celular y que hay varias investigaciones científicas médicas y biológicas que están siendo llevadas en el INSERM sobre el núcleo celular con relación a una eventual memoria afectiva… pero antes de concluir esperemos los resultados que deberían salir entre 2005 y 2010.





Entonces, la fidelidad a nuestros ancestros nos gobernaría, nuestro inconsciente nos empujaría a honrarlos a través de medios sorprendentes como provocarnos un cáncer nosotros mismos hasta un accidente automovilístico! ¿Nos podría ampliar esto en términos médicos?

A.A.S: Precisemos mejor mi punto de vista y el de algunos de mis colegas. Jamás dije que se tratara de “honrar a los ancestros”… esa frase no es mía. No se trata de eso sino de repetir tareas interrumpidas, inacabadas, de duelos no elaborados después de traumas insoportables, indigestos o no digeridos -si usted me permite estas expresiones- que se nos quedan “en el estómago” e impiden que nuestros duelos se expresen provocando otras manifestaciones en nuestra descendencia: genocidios, pérdida de las raíces, pérdida de una tierra, una gran injusticia... esta es la constatación que hace una alumna del Dr. Kurt Lewin, Bluma Zeigarnick presentada en su tesis doctoral, Psicología de la Gestalt, en 1928, sobre las “tareas interrumpidas”, que “re-calentamos” a lo largo de nuestras vidas. Esto en psicología se llama el “efecto Zeigarnick” y yo lo aplico a los duelos no resueltos de dramas pasados para ayudar a mis pacientes a revivirlos y superarlos.

No se trata de verdaderas maldiciones –aunque el concepto aparece claramente en momentos históricos cruciales, como en el caso de las maldiciones a los reyes de Francia por parte del líder de los caballeros templarios Jacques de Molay, en la hoguera el 18 de marzo de 1314.

La “maldición de los Kennedy” parece no ser más que un mito, si bien encontramos una lealtad familiar inconsciente en la repetición de algunas fechas, como el 22 de noviembre, aparecida por primera vez en 1858, fecha de la muerte del bisabuelo del presidente John F Kennedy, y por segunda vez en 1963, fecha del asesinato de este último, quien decidió de todas formas ir a Dallas ese día, a pesar de la cantidad de advertencias recibidas. Tampoco quiso usar el techo blindado de su auto, como si hubiera olvidado la fecha pero no la “obligación de morir”.

En realidad esta forma de repetición mórbida (que algunos llaman “maldición”) revela un mecanismo que la medicina conoce cada vez mejor. Toda muerte o idea de muerte produce en el ser humano una depresión. Perder su casa o su empleo supone también el poder y la necesidad de hacer su duelo. Una vez que pasa la rebelión contra lo inaceptable, la tristeza del duelo provoca un debilitamiento inmunológico. Una gran cantidad de personas “deciden” entonces de forma completamente inconsciente morir a una edad precisa: “si mi mamá murió a los 35, yo no voy a sobrepasar esta edad” se dice la mujer. A dicha edad, ella cae en una depresión que debilita su sistema inmunológico hasta el punto de dar paso a un cáncer. Es el mismo mecanismo para el accidente de automóvil: cuando llega la fecha del aniversario de un trauma escondido en la familia, la persona puede empezar a tomar riesgos insensatos y el accidente, evidentemente, se produce. El inconsciente vela sobre todo este fenómeno como un reloj invisible. Es lo que yo he llamado la fragilización del año (o del periodo) aniversario.





¿Esto se puede evitar? ¿Podemos salir de esta repetición para nacer libremente a nuestra propia historia?

A.A.S: Para evitar la repetición, hay que tomar consciencia. Recordemos a la joven de origen sueco. Cuando le ayudé a darse cuenta de que, si ella sucumbía a su cáncer, ya no habría nadie para ponerle flores a la tumba de su madre y que además ella habría querido verla vivir por mucho, mucho tiempo. Para ella esta realización fue una especie de shock y se operó un cambio radical en su vida y en su enfermedad. Recuperó las ganas de vivir, sus metástasis cedieron, recobró peso y energía, retomó su trabajo… se puso una pierna artificial y hasta aprendió a esquiar y a conducir un automóvil acondicionado especialmente para ella. Estaba tan radiante que aquellos que la habían cuidado no la reconocían. Si el origen del dolor, de la enfermedad, del mal, está cerca de la consciencia, visualizar la historia de la familia de un solo vistazo, en siete generaciones, es decir, reubicarla en su árbol genealógico, en su contexto psico-político-económico-histórico sobre un centenar de años y reconocer de golpe la repetición, puede ser suficiente para crear una emoción tan fuerte capaz de liberar al enfermo de sus lealtades familiares inconscientes. Personalmente, únicamente haciendo trabajar a alguien sobre su familia, sobre su árbol genealógico y sus secretos, con frecuencia logro poner al día en dos o cuatro horas lo que uno se podía demorar años en “sacar a la luz” en el diván. La realidad de los hechos y su repetición saltan a la vista. Se puede ver claro casi de inmediato.

Pero desconfiemos, con Freud, de la catarsis no seguida de “perlaboración” (el famoso working through, largo trabajo sobre sí mismo, sobre sus sueños, sus asociaciones de pensamiento, sus lapsus, que completan la cura analítica). Recordemos que Freud, en una de sus notas de pie de página* planteaba el problema de las recaídas al finalizar la terapia y comparaba la cura a una sinfonía, en la cual los temas se desarrollan y retoman en diversos registros, muchas veces antes de estallar justo al final. También ocurre a veces que el secreto está tan bien guardado que la toma de consciencia se vuelve imposible. Hay que recurrir entonces a los sueños, a las asociaciones de ideas- en diálogo con el terapeuta como en el caso de Winicott, inventor del co-dibujo- o a los ecos personales y a los intercambios en pequeños grupos de terapia, en donde se ponen en escena las vivencias familiares, como en el psicodrama. El hecho de poner en escena la situación antigua de forma integral, a través del cuerpo entero y no solo a través de la palabra ayuda a revivir la emoción de aquello que fue ocultado y permite expresar los sentimientos reales y la tensión que pudo crearse entre lo que se nos esconde y lo que de todas maneras presentimos. Hablar, llorar, gritar, golpear, previene la conversión del malestar psíquico en síntoma somático. De allí la importancia de poder expresar las emociones, los verdaderos sentimientos, sin moderación, ni pudor, los secretos, los no dichos, los traumas escondidos, los grandes dolores y los duelos no hechos (en psicodrama la técnica de “superávit de realidad” permite decirle adiós a los muertos antes de su muerte, como si uno hubiera estado presente.- ya sea al lado de su tumba o cerca del mar que se los tragó sin sepultura, por ejemplo- y cerrar al fin las tensiones acumuladas y terminar la “Gestalt” hasta ahí a penas esbozada).

El siglo XX fue el siglo de las hecatombes. Por primera vez en nuestra historia millones de hombres fueron enterrados –muchas veces sin sepultura- lejos de su tierra natal y lejos de sus ancestros. ¿Podríamos hablar aquí de un enorme malestar transgeneracional en nuestra civilización?


A.A.S: Un fenómeno nuevo apareció en el siglo XX los genocidios 1914-1918 (más las guerras civiles en Rusia y España y la segunda guerra mundial) con sus millares de muertos anónimos, sus incontables desaparecidos sin sepultura, la coexistencia en las trincheras o en los campos de muertos, agonizantes y vivos, la lenta agonía de los heridos y de los asfixiados con gas… y las pesadillas de los sobrevivientes y de sus descendientes. Recordemos que ya los cirujanos militares de Napoleón 1°, se habían dado cuenta y habían bautizado -durante la retirada de Rusia en 1812- como el “síndrome del viento de arrastre” a los sufrimientos, pesadillas y angustias de los sobrevivientes y de los testigos de la muerte trágica de sus compañeros (lo cual nosotros encontramos actualmente en las pesadillas de sus descendientes, en varios países, Francia, Israel… pero también en Canadá o en Estados Unidos).

Cuando uno sabe que un muerto mal enterrado impide que el duelo se realice bien en la familia, es fácil imaginar que una hecatombe pueda generar un inmenso malestar de civilización, en efecto. Sin contar a los hijos de armenios masacrados en 1915 (más de dos millones), de judíos deportados a los campos de concentración, o los asfixiados con gas en Verdun, que sufren crisis de asma, eczemas y violentas migrañas en las fechas de aniversario de la masacre, de la deportación, del drama... pienso que un trabajo terapéutico puede también ser llevado a la escala de los pueblos. Cuando un ancestro ha sufrido, es fundamental para su descendencia que su dolor sea reconocido. Por esta razón para los armenios fue de gran importancia ver que su genocidio fuera reconocido por la comunidad internacional, así sucediera 50 años después. Estoy segura de que millones de seres fueron aliviados en lo más profundo de sí mismos. Había que matar al fantasma. Existe también una dimensión dramática en el olvido de algunas fechas de aniversario, bien sea el asesinato del gran duque Francisco Fernando heredero del imperio austro-húngaro, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo que hizo estallar la guerra de 1914-1918. O aquella del “Jueves negro” que inició la depresión de 1929, el desempleo mundial, la toma de poder de Hitler y la guerra 1939-1945…

Dicho esto, es importante aclarar que no son necesarias circunstancias tan dramáticas para que el síndrome de repetición le arruine la existencia a alguien. Entre la cantidad de personas que han venido a consultarme porque sufren de trastornos psicosomáticos inexplicables, encontramos por ejemplo las pesadillas recurrentes, la pérdida sistemática de un examen o el sabotaje la propia vida profesional… aparentemente sin razón. Pienso en un hombre joven trabajador e inteligente que era exitoso en todo en su vida, salvo en sus exámenes. Descubrimos juntos que desde finales del siglo XX, 14 de sus primos habían perdido el examen para obtener el grado de bachiller! Rastreamos el origen de este trastorno y finalmente lo que descubrimos que ocurrió fue que el tatarabuelo de este muchacho había sido expulsado de su casa en la víspera de presentar el mismo examen, porque se había acostado con la criada del servicio y ésta había quedado embarazada y como él tenía un fuerte sentido de la responsabilidad, partió con ella y se casaron. Resulta que el hijo de este hombre, a su vez, abandonó el liceo la víspera del último examen y su nieto también (por razones fútiles). La misma situación se presentó durante cuatro generaciones seguidas y es así como el tataranieto cargaba todavía el peso de esta “falta original”, cuidadosamente escondida por toda la familia… una vez identificada y purgada esta historia a través del trabajo familiar, todos los muchachos de esta familia han pasado sus exámenes!




¿Cómo se podría explicar la fascinación actual por la terapia transgeneracional?

A.A.S: Vivimos un periodo de transformación profunda en nuestro medio y en nuestro modo de pensamiento, tanto de nuestro cuadro de vida como de su contexto. Es como lo dice Alvin Toffler, un estrés colectivo, una especie de choque del futuro, que muchísimas personas viven como algo muy angustioso. Existen hoy muchísimas variables desconocidas – entre ellas, la supervivencia misma de nuestra cultura y de nuestro planeta. En este “revoltijo” general, muchos terapeutas se enfrentan a casos difíciles en los que las teorías clásicas fracasan. Permitir un “enraizamiento” de la persona en su historia hace parte de las soluciones.

En “Ay mis ancestros” usted hace con frecuencia referencia al psicoanalista Húngaro Ivan Boszormenyi-Nagi. ¿Qué fue lo que él puso en evidencia?

A.A.S: En su práctica clínica hacía hablar a sus pacientes de su familia porque, según él, el objetivo de la intervención terapéutica consistía en restituir una ética de las relaciones transgeneracionales. Sus conceptos claves de “lealtad familiar invisible” y el “gran libro de cuentas familiares” iluminaron muchísimo mi trabajo. De la lealtad de los miembros de un grupo depende la unidad del mismo. Esta lealtad debe ponerse en relación con las motivaciones y los actos de cada uno de los miembros del grupo. De allí otro concepto: aquel de la justicia familiar. Cuando la justicia falla, esto se traduce en mala fe, o en la explotación de miembros de la misma familia por parte de los otros, o en la aparición de patologías o en accidentes repetitivos. Mientras que en el caso contrario hay afecto y cuidado recíproco pues las cuentas familiares están al día. Podemos hablar del balance de las cuentas familiares o de un gran libro de las cuentas familiares en el cual se puede verificar si uno está en crédito o en débito. Si usted arrastra deudas y obligaciones sin pagar de generación en generación se arriesga a tener todo tipo de problemas – acuerdos de herencia injustos, querellas, rupturas “anormales” … una de las deudas familiares clásicas es una muerte vivida como “tan injusta” que el duelo no se puede llorar, decir, vivir y el dolor queda abierto prácticamente para siempre.


¿Nos puede usted dar otros ejemplos de deudas en las cuentas familiares?


A.A.S: La deuda más importante de la lealtad familiar es aquella que cada niño contrae con sus padres a causa del amor, la fatiga y los cuidados que recibe de ellos desde el nacimiento hasta la edad adulta. Pagar esta deuda es de orden transgeneracional, es decir que lo que recibimos de nuestros padres, se lo entregamos a nuestros hijos, etc. Ocurre a veces, que hay una distorsión patógena entre los méritos y las deudas. Tomemos un ejemplo: hay familias en las cuales la hija mayor detenta el rol de madre con respecto a los demás hijos y a veces con respecto a su propia madre. Es lo que llamamos parentificación. Un hijo que debe hacer el papel de padre o madre muy joven se encuentra en desequilibrio relacional significativo. En realidad es difícil comprender los vínculos transgeneracionales y el libro de los méritos y las deudas pues nada está claro. Cada familia tiene su propia manera de definir la lealtad familiar. Pero el estudio transgeneracional puede aportar un esclarecimiento decisivo.



Encontramos en su trabajo una aproximación antropológica en la cual usted insiste sobre la importancia vital de las reglas familiares…


A.A.S: No es gratuito que yo haya decidido ser analizada por un antropólogo (Gessain era el director del museo del hombre y había acompañado a Paul Emile Victor a estudiar a los Esquimales) y que me propusiera estudiar con Margaret Mead! El enfoque antropológico contextual es fundamental. Hay que reubicar a las personas y los acontecimientos en su contexto y comprender las reglas familiares y sociales de la época, del medio, del lugar preciso. Citemos algunas reglas familiares que uno encuentra a menudo. Existen familias del tipo cuidador-cuidado: algunos miembros cuidan de otros miembros que están enfermos. Existen familias en las cuales la regla es hacer todo lo posible por que el hijo estudie- el mayor, jamás será una hija sino siempre el primer hijo hombre. También hay familias en las que se fabrica un sucesor “mayor” para retomar los negocios familiares. En otras familias, varias generaciones cohabitan sistemáticamente bajo el mismo techo. En otros casos solo uno hereda y los otros parten lejos o le sirven…

Cuando uno observa un genosociograma es esencial fijarse bien en cuales reglas están en vigor y quién las elabora. Puede ser un abuelo, una abuela, un tío… cuando uno comienza a comprender estas reglas, uno puede intentar ayudar a la familia a alcanzar una relación menos disfuncional y un mejor equilibrio de las deudas y los méritos de cada uno. Hay cosas que no son fáciles de entender cuando uno descifra una familia.


Usted también se ha interesado en el fracaso escolar ¿según usted éste sería a menudo de orden transgeneracional?

A.A.S: Mi enfoque es a la vez contextual, sociopsicológico, psicoanalítico, transgeneracional, etnológico y etológico. Cada una de estas ciencias es importante y sus aportes son complementarios. En el caso del fracaso escolar, hay que agregar el aspecto socio-económico de estas lealtades familiares brillantemente analizadas por Vincent de Gaulejac quien, debo decirlo, iluminó bastante mi linterna. Demuestra de forma notable hasta qué punto es difícil para un buen hijo o para una buena hija sobrepasar el nivel de estudios de su padre o de su madre: se enfermarán la víspera del examen, o perderán el tren, o tendrán un accidente en el camino o simplemente olvidarán poner el despertador en la mañana… actuando así, responden inconscientemente al mensaje doblemente restrictivo de su padre o de su madre , la famosa doble atadura “haz como yo pero sobre todo no hagas lo mismo que yo” más precisamente: Hago todo por ti y deseo tu éxito… pero temo terriblemente que me superes y que nos abandones” entonces estos mensajes, estos actos fallidos datan la mayor parte del tiempo de las generaciones precedentes. Allí también la fidelidad a los ancestros que se ha vuelto inconsciente o invisible nos gobierna.


Nuestro destino individual puede ser guiado por la historia de las generaciones anteriores. Lo cual significaría que un evento vivido por un ancestro cincuenta o cien años antes puede orientar las decisiones de una vida determinar las vocaciones, detonar una enfermedad e incluso provocar la caída accidental por la escalera de un tataranieto. ¿Qué queda entonces del libre albedrío?


A.A.S: Todo. Porque la elección nos es dada a partir de la posibilidad de liberarnos de la repetición familiar para reconquistar nuestra libertad y nacer por fin a nuestra propia historia.


Ilustraciones: Patricia Ariel