sábado, 25 de junio de 2016

EL PARADIGMA SERVICIO FEMENINO/COMPENSACIÓN MASCULINA - Gail Pheterson


«El paradigma servicio femenino/compensación masculina corresponde a un intercambio social desigual; intercambio que yo he llamado “prostitucional” con el fin de hacer explícitas las bases materiales concretas de las convenciones heterosexuales. Ya sean públicamente consagradas por la ceremonia del matrimonio o clandestinamente negociadas en la industria del sexo, las relaciones heterosexuales se construyen socialmente y psicológicamente sobre el postulado del derecho de los hombres sobre el trabajo de las mujeres. Incluso aquellos que denuncian la vejación y la violencia contra las mujeres llevada a cabo por los hombres, cuestionan raramente los privilegios de los hombres en los dominios sexuales, domésticos y reproductivos».
Gail Pheterson, El prisma de la prostitución, 1996.

TEORÍA KING KONG. Entrevista con Virginie Despentes

Escrito por Henri Belin/Susana Arbizu

(14/03/2008)



Virginie Despentes escribe poniendo el dedo en la llaga.
Gritando, desnudándose, sufriendo, insultando y gozando, consigue no sólo descolocarnos y hacernos reír, sino sobre todo, hacernos pensar: si su discurso nos interpela y nos llega, es porque viene de sus tripas y no de elucubraciones académicas o universitarias como hubiéramos podido esperar de una supuesta “teoría” feminista.
En este caso se trata de una teoría encarnada, por ella misma, que lejos de abstracciones intelectualoides toma cuerpo en esta “proletaria de la feminidad” educada en el punk-rock, gracias al cual es capaz de decir hoy, con orgullo, que su monstruo personal sigue habitándola y asegurándole el poderío que la fundamenta. Virginie nos habla de ella y de su recorrido vital, de su “ser mujer” y de las lecturas que la han marcado, en especial la de la feminista americana Camille Paglia y del impacto que tuvo en ella su visión de la violación como el riesgo necesario a asumir en el recorrido de la mujer contemporánea emancipada. Sus palabras nacen de la vivencia que atraviesa su cuerpo, un cuerpo de mujer, expuesto, violentado, exhibido, pero sobre todo un cuerpo deseante, gozoso, orgulloso de mostrarse, de desear y de expresarse tal cual es. Toda una lección de orgullo femenino al que desgraciadamente no estamos acostumbradas.



Su frescura es como un balón de oxígeno que renueva el pensamiento feminista al indicar un camino que se abre a otras corrientes, no tan blancas, no tan burguesas, posicionadas en y desde la marginalidad, donde las excluidas entre las excluidas y las parias entre las parias osan tomar la palabra. Virginie “osa” también hablar de pornografía y de prostitución, haciéndose preguntas justas, paseándose por su biografía para descansar en una reflexión más amplia que lo puramente individual; reflexión ambiciosa que cuestiona la emancipación masculina, la hipocresía de los mass-media, el paternalismo de estado, los géneros, las condiciones de trabajo de las prostitutas o de las actrices porno, entre otras, de las que nadie, nunca, osa decir nada.
Teoría King Kong aparece además en un momento necesario en que el feminismo “anestesiado” parece no tener ya mucho que conquistar; un momento en el que la trampa del impasse familiar del “qué-maravilloso-es-ser-mujer" (1) fomenta una nueva forma de alienación en nuestra sociedad occidental de mujeres y madres aparentemente “emancipadas”, impidiéndonos reconocer y designar los numerosos grilletes de la feminidad y de la masculinidad que todos y todas hemos, tan dócilmente, integrado. Por eso también su proposición final sobre el feminismo como aventura colectiva para tod@s, hace de esta Teoría King Kong un grito no sólo necesario, sino sobre todo liberador y revolucionario.
“Porque el ideal de la mujer blanca, seductora pero no puta, bien casada pero no a la sombra, que trabaja pero sin demasiado éxito para no aplastar a su hombre, delgada pero no obsesionada con la alimentación, que parece indefinidamente joven pero sin dejarse desfigurar por la cirugía estética, (…) esta mujer blanca feliz que nos ponen delante de los ojos, ésa a la que deberíamos hacer el esfuerzo de parecernos, a parte del hecho de que parece romperse la crisma por poca cosa, nunca me la he encontrado en ninguna parte. Es posible incluso, que no exista.”
Nota 1: Monique Witting: “Ya estamos hoy de nuevo en la trampa , en el impasse familiar del “que –maravilloso -es-ser-mujer” ,Teoria King Kong, Melusina, 2007

ENTREVISTA A VIRGINIE DESPENTES
¿Qué aspectos de la condición femenina actual y del discurso feminista dominante te han llevado a escribir este libro?
Este libro lo he escrito en Francia, donde existe un problema con la traducción de los libros feministas
americanos publicados en los 90. Cuando Elisabeth Badinter publica por ejemplo Fausse Route en 2003, puede permitirse la referencia a Against our Will  de Susan Brownmiller, publicado en 1975, como revelador de la situación del feminismo en los Estados Unidos. La decisión de escribir Teoria King Kong,en mi país de origen, es ante todo una invitación
a leer lo que se ha escrito pero que está todavía sin traducir: me refiero a Sprinkle, Paglia, Carole Queen, Pheterson, etc.
Pero el deseo de escribir este libro surge de muchos lugares diferentes:  nace también de la historia de la película Fóllame y de las entrevistas que nos hicieron después de su estreno y en las que hubo que “teorizar” mucho acerca de la violación, la pornografía, la violencia
femenina, etc.. Yo no tengo formación universitaria y la teoría  no era algo a lo que estuviera acostumbrada pero tuvimos que formular sobre la marcha algunos conceptos, explicando a posteriori lo que habíamos intentado hacer al realizar esta película.
¿En qué ámbitos la revolución feminista iniciada en los años 70, te parece no haber llegado lo suficientemente lejos e incluso vivir, hoy, un  cierto retroceso?
Los modos de contracepción masculina y la legalización del aborto gratuito y anónimo son dos temas, en lo que concierne a la heterosexualidad, que hubiera sido importante trabajar más activamente.
Hoy, cuando veo las películas del “Box office” o si le echo un ojo a MTV, tengo la impresión de que a las mujeres se les trata con mucho sadismo, se les ve demasiado a menudo con la cara ensangrentada arrastrándose por el suelo; me parece que faltan hombres jóvenes en braguitas, corriendo y llorando por el bosque y perseguidos por mujeres
maníacas con enormes motosierras.
El bloqueo es patente en todos los ámbitos: cuando una mujer se presenta a la presidencia y se la juzga como mujer; cuando ves que las mujeres están infra-representadas a la hora de ocupar puestos de prestigio; cuando no se les enseña a las niñas a defenderse físicamente en la escuela y que no se les da ninguna educación ni sobre la violación, ni sobre el después de la violación…

¿Te parece que los límites y tabúes anti-sexo (prostitución, pornografía, etc) del feminismo liberal están en relación con el tipo de mujer al que se dirige el feminismo dominante? Desde ese punto de vista ¿te parece importante reivindicar tu condición de “proletaria de la feminidad” para situar el lugar de donde surge tu discurso?
Yo no veo que haya realmente un “feminismo dominante”. En Francia por seguir hablando de lo que mejor conozco, se celebra el centenario del nacimiento de Simone De Beauvoir publicando una foto de ella..... en bolas, en la portada de una revista. Y en ese número especial se evita, sobre todo, entrevistar a alguna feminista “tradicional”. Escritoras, actrices, jovencitas, eso , pero ninguna historiadora, ninguna militante, ninguna gran figura del feminismo. 
No veo que haya feminismo dominante. A este respecto, aunque el discurso de algunas feministas liberales o de la vieja escuela, me canse o me saque realmente de quicio, aún así, me siento cercana a ellas si me posiciono respecto a un poder que, efectivamente, es dominante.  Yo no tengo ningún problema con el discurso anti-porno, por ejemplo. Creo que alguien debe asumirlo. Y mi papel es el de asumir el opuesto. Pero para que yo pueda plantear un discurso “pro-pornografía”, es necesario que antes se haya hecho la crítica de la pornografía. Y no creo que el discurso anti-pornografía del feminismo liberal tenga suficiente eco. Lo único que realmente se escucha, desde mi punto de vista, es el discurso religioso.
Ahora bien, sí que me parece  importante precisar de donde vengo, es decir, ni de las clases acomodadas, ni de la universidad, porque en general las mujeres que toman la palabra feminista son mujeres que proceden de un medio social particular, la alta burguesía, y que tienen una formación escolar específica, la universidad. Estaría bien que ellas se molestaran,  también, en precisar desde donde toman la palabra.
En el plano teórico, el feminismo disidente que tú profesas parece más cercano de las feministas de Estados Unidos. Explícanos por qué.
El discurso feminista francés ha estado confiscado, desde los años 70, por blancas burguesas heterosexuales procedentes de culturas religiosas. Creo que ellas pusieron mucho empeño en apartar del feminismo a todas aquellas que no eran lo bastante correctas. Creo que estaban muy interesadas en entenderse con los hombres dirigentes, que fueran maridos o colegas de trabajo. También, todo hay que decirlo, hubo una reacción extremadamente fuerte por parte de los intelectuales franceses hombres, para  ridiculizar el feminismo y minimizar su interés. Una reacción a la que se dio por otra parte mucho bombo tanto en la prensa como en la televisión. El feminismo francés se quedó en un estado medio moribundo, nada excitante para la gente de mi generación, defendido por mujeres demasiado dignas y honestas. No ha habido un equivalente a la “Sex War” americana en la que los discursos pudieron confrontarse y  precisarse.
¿Cómo explicas la impermeabilidad relativa de Francia a los discursos de las feministas americanas? ¿Te parece que hay diferencias considerables entre España, donde vives ahora, y Francia, tu país de origen?
Hay más libros traducidos y publicados, eso es evidente. Me da la impresión de que España no alimenta el mismo complejo que tenemos en Francia respecto a Estados Unidos. En Francia estamos, de hecho, colonizados culturalmente por Estados Unidos desde los años
50.  Hay un resentimiento. Y Francia es un país que goz
ó en su día de una gran proyección internacional, creo que nos cuesta asumir que ya no le interesamos a mucha gente, así que  nosotros tampoco nos interesamos ya por gran cosa. Me da la impresión de que España es un país que tiene otro tipo de complejos, otros nudos, pero pocas cuentas pendientes con los Estados Unidos.
A pesar de tu virulencia respecto a las diferentes manifestaciones del machismo masculino, insistes varias veces en tu libro sobre la suerte, intrínsecamente ligada, de hombres y mujeres, en la búsqueda de su emancipación. Por ejemplo, concluyes Teoria King Kong con estas palabras que asignan al feminismo un objetivo más global y que sobrepasa los límites de los géneros: “ El feminismo es una aventura colectiva para las mujeres pero también para los hombres y para todos los demás” “No se trata de oponer las pequeñas ventajas de las mujeres a las adquisiciones de los hombres, sino de desbaratarlo todo”. ¿Cabe por tanto una redefinición del sujeto político del feminismo – que ya no estaría únicamente limitado a la mujer – vinculada al cuestionamiento de la norma heterosexual y de los roles asignados a cada sexo?
Lo que está claro, es que si hubiera nacido hombre yo no estaría contento. Sorprende ver la cantidad de hombres que dan la impresión de vivir aferrados de ese modo a su argolla de masculinidad. Se trata en todo caso de una amputación emocional brutal, constante y de lo más exigente. Creo que asistimos en directo al hundimiento de la “norma heterosexual”, y que sería urgente acompañarlo de discursos innovadores sobre la masculinidad. Si nos imaginamos que las cosas van a seguir veinte años más, tal y como están, creo que asistiremos a una verdadera explosión de los géneros y de las convenciones culturales y políticas que nos constriñen desde hace siglos.

El problema es que la guerra siempre ha servido para eso, regularmente: para volver a poner los contadores a cero, eliminar las brechas ideológicas previas y llevar a las naciones a un estado de estupor y de ruinas. Desgraciadamente, es probable que la guerra intervenga todavía en nuestras historias, y que esto a lo que asistimos, lo paren y lo borren de las memorias. De ahí la importancia,
me parece a mí, de publicar las cosas, y de difundirlas con el mayor eco posible, de que queden algunas huellas de lo que estamos viviendo.
En ese sentido, la cuestión de la liberación de los deseos y de la sexualidad ¿te parece determinante en esta marcha hacia la emancipación? En tu libro por ejemplo, asimilas la censura de la producción pornográfica a un mecanismo de control de los deseos.
Pienso que el control de la pornografía, a lo que apunta en principio, es a controlar la sexualidad
masculina. La cuestión en el caso de la sexualidad femenina ni siquiera se plantea, ha sido reprimida con demasiada eficacia. Cuando hicimos la película, nos preguntaron muy seriamente y en repetidas ocasiones, por qué queríamos 
“confiscar” la sexualidad de los hombres. Como rodábamos imágenes con un contenido sexual explícito, estábamos “confiscando”. Si te paras un momento a pensarlo, es impresionante ver hasta qué punto la represión de la homosexualidad masculina se halla  en el centro mismo de todos los conflictos en torno al sexo y a su representación. Creo que es un tabú central. A los hombres, en principio, no les  apetece realmente follar con  mujeres. Sobre todo tienen ganas de juntarse entre ellos y de hacer toda una serie de cosas, juntos. Hay que cogerlos desde la cuna, vigilarlos sin parar y machacarlos sin cesar con propaganda hetero, para que se resignen a copular con mujeres.
Teoría King Kong es también el resultado de un recorrido más individual y personal que marca una reconciliación contigo misma. Cuentas en el libro como a raíz del escándalo provocado por la película Fóllame, intentaste sin éxito volver al redil escondiendo tu “parte monstruosa”. ¿Hoy te alegras de haber recuperado tu parte King Kong?
Cuando observo a las mujeres que hacen todos esos esfuerzos para ser mujeres correctas, sí, me alegro continuamente de no haberlo conseguido.
¿En qué medida  la actitud punk que reivindicas constituye para ti, un modo de vida y una ética, donde la marginalidad representa un vector de emancipación necesario, aunque difícil y doloroso a veces?
El punk ha sido realmente mi formación de base, y de hecho sigo viendo el mundo a través de un prisma muy punk. Hoy viene muy bien, el “no futur” es un concepto más realista que nunca.
No respetar el reconocimiento, no respetar lo que es honorable, es una fuerza en un mundo donde la confusión alcanza el nivel que conocemos. También creo que el punk es una buena escuela porque se aprende muy pronto a no hacer lo que le gusta a la familia, a decepcionar a los profesores y a no escuchar a los educadores. Cuando una es joven, piensa que está mal pero que lo hace de todos
modos porque es más divertido, y al envejecer, te das cuenta de que eso te ha salvado.
Aunque puntuado de pasajes púdicos, relacionados con la fuerza de los episodios autobiográficos revelados, hay en tu texto una vertiente jubilatoria que se manifiesta en toda su plenitud. El tono corrosivo y acerado no deja de recordar por momentos el estilo declamatorio de una rapera. ¿En qué medida la escritura es para ti liberadora?
No, la escritura no es liberadora y menos aún terapéutica. Pero funciona como si pusieras las cosas en orden y les dieras forma, es decir, como una lucha contra el caos. Escribir, es pasar forzosamente del caos al orden, incluso para mí que escribo dándome golpes un
poco contra todo. Pero el hecho de escribir sobre la violación, por ejemplo, no me parece que sea nada terapéutico o algo que pueda aliviar. Al contrario, es realmente como abrirse las tripas. Hay una mística en todo ello, creo que ha habido libros de otros que me han ayudado mucho. Por eso creo que los míos pueden acompañar a los demás. Es ciertamente lo mismo que creer en Dios: debe haber una recompensa, pero no la tendremos en este mundo. Sin embargo el hecho de creer en ello es una fuerza en sí misma.
Háblanos de la acogida y de las reacciones suscitadas por tu ensayo en España.
Es muy diferente de lo que ha pasado en Francia, no estoy nada mediatizada en España, por tanto las reacciones son más difusas, y más suaves. Es más agradable de vivir. Pero mucho menos remunerador. En Francia, publico libros como hacía de puta, para vivir. En España, es más bien como un flirteo.
¿Cuáles son tus proyectos de cara al futuro? Hemos leído que estabas preparando una adaptación cinematográfica de tu última novela Bye, bye, blondie ¿Cómo vas con eso? ¿Tienes otros proyectos en preparación?
Espero que la película Bye, bye, blondie  se pueda hacer este año, pero no estoy todavía muy segura de que encontremos la financiación. Mientras tanto, estoy escribiendo un libro Tu la veux Tu la prends  y no sé muy bien como acabarlo.
Virginie Despentes nació en 1969 en Nancy. En 1993, publica Fóllame (Mondadori, 1998), seguido de Perras sabias (Anagrama, 1998), Jolies choses (Grasset, 1998), Mordre au travers (Librio, 1999), Teen Spirit(Grasset, 2002) y Bye-bye Blondie (Grasset, 2004). Virginie Despentes es también directora de cine y ha dirigido la película Fóllame adaptada de su novela epónima.

ESCRIBO DESDE LA FEALDAD por Virginie Despentes


"Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, las mal folladas, las infollables, las histéricas, las taradas, todas las excluidas del gran mercado de la buena chica. Y empiezo por aquí para que las cosas queden claras: no me disculpo de nada, ni vengo a quejarme. No cambiaría mi lugar por ningún otro, porque ser Virginie Despentes me pa-rece un asunto más interesante que ningún otro. Me parece formidable que haya también mujeres a las que les guste seducir, que sepan seducir, y otras que sepan casarse, que haya mujeres que huelan a sexo y otras a la merienda de los niños que salen del colegio. Formidable que las haya muy dulces, otras contentas en su feminidad, que las haya jóvenes, muy guapas, otras coquetas y radiantes. Francamente, me alegro por todas a las que les convienen las cosas tal y como son. Lo digo sin la menor ironía."

EL IDEAL DE MUJER BLANCA por Virginie Despentes



"Porque el ideal de mujer blanca, seductora pero no puta, bien casada pero no a la sombra, que trabaja pero sin demasiado éxito para no aplastar a su hombre, delgada pero no obsesionada con la alimentación, que parece indefinidamente joven pero sin dejarse desfigurar por la cirugía estética, madre realizada pero no desbordada por los pañales y por las tareas del colegio, buen ama de casa pero no sirvienta, cultivada pero menos que un hombre, esta mujer blanca feliz que nos ponen delante de los ojos, esa a la que deberíamos hacer el esfuerzo de parecernos, a parte del hecho de que parece romperse la crisma por poca cosa, nunca me la he encontrado en ninguna parte. Es posible incluso que no exista."

LA HEMBRA por Simone de Beauvoir


«Efectivamente, en nuestros días el hombre representa el positivo y el neutro, es decir, el macho y el ser humano, mientras que la mujer es solo el negativo, la hembra. Cada vez que la mujer se conduce como un ser humano, se dice que se identifica con el varón.
Sus actividades deportivas, políticas, intelectuales, el deseo que siente por otras mujeres, se interpreta como una “protesta viril”; no se quieren tener en cuenta los valores hacia los que ella se
trasciende, lo que lleva evidentemente a considerar que ha elegido la opción inauténtica de una actitud subjetiva. El gran malentendido sobre el que descansa este sistema de interpretación es que se admite que es natural para el ser humano hembra convertirse en una mujer femenina: no basta con ser heterosexual, ni siquiera ser madre, para realizar esta
idea. La “mujer, mujer” es un producto artificial que fabrica la civilización como antes se fabricaban castrados; sus supuestos “instintos” de coquetería, de docilidad, se insuflan como al hombre el orgullo fálico; él no siempre acepta su vocación viril; ella tiene buenas razones para aceptar menos dócilmente todavía la que se le ha asignado,».
Simone de Beauvoir, "El Segundo Sexo", 1949
Arte: Adan y Eva de Suzannne Valadon

"Las más coquetas, las más bellas, las que se muestran más amables con los hombres..." por Virginie Despentes



"Son aquellas de entre nosotras que ocupan las mejores posiciones las que han firmado una alianza con los más poderosos. Son las más capaces de callarse cuando se las engaña, de aguantar cuando se mofan de ellas, de adular el ego de los hombres. Las más capaces de adaptarse a la dominación masculina son evidentemente aquellas que ocupan los mejores puestos, ya que siguen siendo ellos los que aceptan o no a las mujeres en posiciones de poder.

Las más coquetas, las más bellas, las que se muestran más amables con los hombres. Las mujeres que se expresan son aquellas que saben acomodarse a ellos. Preferiblemente, aquellas para quienes el feminismo es una causa secundaria, un lujo. Las que no se rompen la cabeza con la cuestión. Y más bien las mujeres más presentables, puesto que nuestra cualidad primordial sigue siendo ser agradables. Las mujeres de poder son las aliadas de los hombres, aquellas de entre nosotras que saben mejor doblar la rodilla y sonreír bajo la
dominación. Las que hacen como si eso no doliera. A las otras, a las furiosas, las feas, las bocazas, se las asfixia, se las aleja, se las extermina. Persona non grata para la flor y nata."
Fragmento de "Teoría King Kong" - Virginie Despentes
Ilustración: Collage de Hannah Höch


"Por suerte, existe Courtney Love..." por Virginie Despentes


"No fue una decisión consciente. Más bien fue una estrategia de supervivencia social. Limitar los movimientos físicamente, preferir los gestos suaves.
Ralentizar la dicción. Privilegiar aquello que no da miedo. Volverme rubia. Arreglarme los dientes.
Emparejarme con un hombre mayor que yo, más rico y más famoso. Querer tener un hijo. Hacer lo que hacen los demás.
Después del escándalo de la película.
Fundirme un poco en su decorado. Dar tiempo al tiempo. Dejar de beber. Tanto por preservar mi look como por evitar
la desinhibición del alcohol. Y los comportamientos viriles que vienen con él: acostarse con cualquiera, intimar con el prójimo, hacer ruido, reírse demasiado. Volví a mi categoría, tal y
como la entendía mi nuevo ambiente.
Vestirse de rosa, y llevar pulseras brillantes. Hice cuanto pude para pasar desapercibida… Pero no fue neutro. Fue un debilitamiento consentido.
Por suerte, existe Cortney Love, en concreto, y el punk-rock en general. Una tendencia a amar el conflicto. Intento recuperar la salud mental bajo mi sombra de rubia. El monstruo que habita
en mí no se rinde. Mi novio me planta, no tengo hijos.
El día de mi 35 cumpleaños es la muerte. Sin saber siquiera si todavía tenía algo que demostrarle al mundo, que soy una mujer como cualquier otra, con todas las veces que me han repetido
«usted odia a los hombres», yo me había empeñado en demostrar lo contrario.
Qué idea tan absurda. Intentar probar que soy una mujer amable. Que incluso tiene hijos. Como lo prescribe la prensa. Pero cada uno lleva la vida que debe llevar, y todo eso no funciona en mi
caso. No soy dulce no soy amable no soy una pija. Tengo subidones de hormonas que me causan estallidos de
agresividad. Si no viniera del punk-rock me avergonzaría de lo que soy. Incapaz de adaptarme hasta ese punto. Pero vengo del punk-rock y estoy orgullosa de no lograrlo."

LO FEMENINO según Virginie Despentes



"Charlar es femenino. Todo lo que no deja huella. Todo lo doméstico se vuelve a hacer cada día, no lleva nombre. Ni los grandes discursos, ni los grandes libros, ni las grandes cosas. Las cosas pequeñas. Las monadas. Femeninas. Pero beber: viril.
Tener amigos: viril. Hacer el payaso: viril. Ganar mucha pasta: viril. Tener un coche enorme: viril. Andar como te dé la gana: viril. Querer follar con mucha gente: viril. Responder con brutalidad a
algo que te amenaza: viril. No perder el tiempo en arreglarse por las mañanas: viril. Llevar ropa práctica: viril. Todo las cosas divertidas son viriles, todo lo que hace que ganes terreno es viril. Eso no ha cambiado tanto en cuarenta años.
El único avance significativo es que ahora nosotras podemos mantenerles.
Porque el trabajo alimenticio es demasiado exigente para los hombres, que son artistas, pensadores, personajes complejos y terriblemente fáciles. El salario mínimo es más bien una cosa de
mujeres. Evidentemente, en contrapartida habrá que entender que ser unos mantenidos les puede transformar en tipos violentos o desagradables.
Porque no es fácil, cuando se pertenece a la raza de los grandes cazadores, no ser el que trae la comida a casa."
Fragmento de "Teoría King Kong" - Virginie Despentes
Ilustración: Collage de Hannah Höch

"A los hombres les gustan los hombres..." por Virginie Despentes

"A los hombres les gusta hablar de las mujeres. Así no tienen que hablar sobre sí mismos. ¿Cómo se explica que en los últimos treinta años ningún hombre haya producido un texto innovador sobre la masculinidad? Ellos que son tan locuaces y tan competentes cuando se trata de disertar sobre las mujeres, ¿cómo se explica ese silencio con respecto a sí mismos? Porque sabemos que cuanto más hablan, menos dicen. Sobre lo esencial, lo que tienen realmente en la cabeza. ¿Quizás quieren que seamos ahora nosotras las que hablemos de ellos? ¿Querrán, por ejemplo, que digamos qué es lo que pensamos nosotras, desde fuera, de sus violaciones colectivas? Diremos que ellos quieren verse follando entre ellos, mirarse las pollas los unos a los otros, empalmarse juntos, diremos que tienen ganas de metérsela entre ellos por el culo. Diremos que de lo que tienen ganas, realmente, es de follar entre ellos. A los hombres les gustan los hombres. Nos explican todo el rato cuánto les gustan las mujeres, pero todas sabemos que no son más que palabras. Se quieren entre hombres. Se follan unos a otros a través de las mujeres, muchos de ellos piensan en sus amigos mientras la meten en un coño. Se miran a sí mismos en el cine, se dan los mejores papeles, se sienten potentes, fanfarronean, alucinan de ser tan fuertes, tan guapos y de tener tanto valor. Escriben unos para otros, se felicitan mutuamente, se apoyan. Tienen razón. Pero de tanto escucharles quejarse de que las mujeres no follan bastante, de que no les gusta tanto el sexo como haría falta, de que no entienden nada, acabarnos preguntándonos: ¿A qué esperan para darse por el culo los unos a los otros? Venga. Si eso os puede devolver la sonrisa, entonces es que está bien. Pero entre las cosas que les han inculcado bien está el miedo de ser marica, la obligación de que les gusten las mujeres. Así que se sujetan. Refunfuñan, pero obedecen. Y de paso, furiosos por tener que someterse, le dan un par de hostias a una o dos chicas. 



Hubo una revolución feminista. Se articularon discursos, a pesar del decoro y frente a la hostilidad. Y eso sigue en marcha. Pero, de momento, nada con respecto a la masculinidad. Un silencio aterrorizado de chavales frágiles. Ya basta. El sexo que se dice fuerte es precisamente el que hay que proteger sin cesar, el que hay que confortar, curar, cuidar. Al que hay que proteger contra la verdad. Las mujeres son tan cabronas como ellos y los hombres tan putos y tan madres como ellas, todos estamos en medio de la misma confusión. Hay hombres que están hechos para ocuparse del jardín, de la decoración interior y para llevar a los niños al parque; y mujeres con un cuerpo capaz de agujerear la cabeza de un mamut, de hacer ruido y de tender emboscadas. A cada cual su terreno. El eterno femenino es una tremenda broma. Cualquiera diría que la vida de los hombres depende de seguir ocultando esta mentira… mujer fatal, conejita, enfermera, lolita, puta, madre bondadosa o castradora. Eso son solo películas. Puesta en escena de signos y precisión de los disfraces. ¿De qué queremos tranquilizarnos con todo esto? No sabemos exactamente qué riesgo correrían si todos estos arquetipos construidos se vinieran abajo: las putas son individuos como cualquier otro; las madres no son intrínsecamente ni buenas ni valientes ni cariñosas, ni tampoco los padres, eso depende en cada caso, de la situación, del momento. Liberarse del machismo, esta trampa para bobos solo sirve para calmar a los idiotas. Admitir que no queremos respetar las reglas del reparto de cualidades. Ni el sistema de mascaradas obligatorias. ¿Cuál es la autonomía de la que los hombres tienen tanto miedo que prefieren seguir callándose y no inventar nada nuevo, ningún discurso nuevo, crítico, creativo acerca de su propia condición? ¿Para cuándo la emancipación masculina? A ellos, a vosotros, os toca ahora independizaros. «Sí, pero cuando somos amables, las mujeres prefieren los brutos», se quejan los antiguos privilegiados. Falso. A algunas mujeres les gusta la potencia, no les da miedo que otros sean potentes. Pero la potencia no es la brutalidad. Ambas nociones son bien distintas. LEMMY CANTONA BREILLAT PAM GRIER HANK BUKOWSKI CAMILLE PAGLIA DENIRO TONY MONTANA JOEY STARR ANGELA DAVIS ETA JAMES TINA TURNER MOHAMED ALI CHISTIANE ROCHEFORT HENRI ROLLINS AMELIE MORESMO MADONNA COURTNEY LYDIA LUNCH LOUISE MICHEL MARGUERITE DURAS CLINT JEAN GENET… Cuestión de actitud, de valentía, de insumisión. Existe una clase de fuerza, que no es ni masculina ni femenina, que impresiona, que enloquece, que da seguridad. Una capacidad de decir que no, de imponer una visión propia de las cosas, de no ocultarse. Me da lo mismo que el héroe lleve falda y tenga dos tetas como melones o que la tenga como un toro y fume puros. Claro que es penoso ser mujer. Miedos, obligaciones, imperativos de silencio, llamadas a un orden que es el mismo desde hace tiempo, festival de limitaciones imbéciles y estériles. Siempre como extranjeras, haciendo los peores trabajos, suministrando la materia prima y asumiendo un perfil bajo… Pero, frente a lo que significa ser un hombre, eso parece una broma… Porque, al final, no somos nosotras las que tenemos más miedo, ni las que estamos más desarmadas, ni a las que les ponen más trabas. El sexo del aguante, de la valentía, de la resistencia, siempre ha sido el nuestro. De todos modos, tampoco hemos tenido elección. El verdadero coraje. Confrontarse con lo nuevo. Posible. Mejor. ¿Fracaso en el trabajo? ¿Fracaso en la familia? Buenas noticias. Puesto que cuestiona, inmediatamente, la virilidad. Otra buena noticia. De estas tonterías, ya hemos tenido bastante. El feminismo es una revolución no un reordenamiento de consignas de marketing, ni una ola de promoción de la felación o del intercambio de parejas, ni tampoco una cuestión de aumentar el segundo sueldo. El feminismo es una aventura colectiva, para las mujeres pero también para los hombres y para todos los demás. Una revolución que ya ha comenzado. Una visión del mundo, una opción. No se trata de oponer las pequeñas ventajas de las mujeres a los pequeños derechos adquiridos de los hombres, sino de dinamitarlo todo. Y dicho esto, buena suerte chicas y mejor viaje… "




Virginie Despentes escribe poniendo el dedo en la llaga. Gritando, desnudándose, sufriendo, insultando y gozando, consigue no solo descolocarnos y hacernos reír, sino sobre todo, hacernos pensar: si su discurso nos interpela y nos llega, es porque viene de sus tripas y no de elucubraciones académicas o universitarias como hubiéramos podido esperar de una supuesta «teoría» feminista. Transgresora y deslenguada, Virginie Despentes (Nancy, 1969) pasó de ser una escritora marginal a convertirse en una de las voces más destacadas de su generación. Una dama de la literatura trash. La popularidad le llegó en 1993 con su novela Fóllame (Mondadori), después llevada al cine, que cuenta la violenta historia de dos prostitutas convertidas en asesinas en serie. Despentes extrae de su biografía —en la que figuran la violación, la prostitución y los trabajos basura— buena parte de su material de ficción y también de reflexión."



Fragmento del libro "TEORÍA KING KONG" Virginie Despentes

"Teoría King Kong"es un libro fundamental para cualquier lector contemporáneo que desee iniciarse de forma no académica en las discusiones y nuevas problemáticas que plantea el feminismo. Despentes recoge en este libro con ironía y humor el estado del arte de la cuestión y despliega una lectura novedosa sobre el trabajo sexual, la violación, la masculinidad, el sistema sexo/género, la homosexualidad, entre muchas otras materias cuyo interés y actualidad es indiscutible. Su estilo, hasta cierto punto slang, permite que el libro se lea fluidamente y, pese a la densidad de algunos temas tratados, la autora consigue encontrar un armonioso equilibrio entre la narración de la anécdota personal y la teoría académica. Virginie Despentes Teoría King Kong 

¿Querer ser un hombre?



"¿Querer ser un hombre? Yo soy mejor que eso. No me interesa el pene. No me interesa ni la barba ni la testosterona, yo tengo todo el coraje y la agresividad que necesito. Pero claro que quiero todo lo que un hombre puede querer, como un hombre en un mundo de hombres, quiero desafiar a la ley. Frontalmente. Sin atajos y sin excusas. Quiero obtener más de lo que me prometieron al principio. No quiero que me cierren la boca. No quiero que me digan lo que tengo que hacer. No quiero que me abran la piel para hincharme los pechos. No quiero tener un cuerpo longilíneo de adolescente cuando me acerco a los cuarenta. No quiero huir del conflicto para esconder mi fuerza y evitar perder mi feminidad. Liberan a una rehén. Ella declara en la radio: «Por fin he podido depilarme, perfumarme, recuperar mi feminidad». Al menos ése es el fragmento que han decidido seleccionar. Ella no quiere caminar por la ciudad, ver a sus amigos o leer el periódico. ¿Lo qué quiere es depilarse? Es su derecho inalienable. Pero que no me pidan que me parezca normal."

Buena suerte chicas


"En internet, me encuentro por casualidad con una carta firmada por Antonin Artaud. Una carta de ruptura, de alejamiento en todo caso, dirigida a una mujer que él declara haber amado. Comprendo que, en detalle, su historia debe ser complicada. Pero al final, la cosa queda así: «Necesito una mujer que sea únicamente mía y que pueda encontrar en mi casa en todo momento. Estoy desesperadamente solo. Por la noche, no puedo volver a una habitación solo, sin que ningún servicio de la vida me sea accesible. Necesito un interior, y lo necesito urgentemente, y una mujer que se ocupe sin cesar de mí hasta en los detalles más ínfimos. Una artista como tú tiene su propia vida y no puede hacer eso. Todo lo que digo es de un egoísmo feroz, pero así es. Ni siquiera es necesario que esa mujer sea muy guapa, tampoco quiero que tenga una inteligencia excesiva, ni que reflexione demasiado. Basta con que esté atada a mí». Desde que soy niña, después de Goldorak y Candy, que pasaban en la tele a la salida del colegio, me apasiona invertir las cosas, simplemente para ver lo que pasa. «Necesito un hombre que sea únicamente mío y que pueda encontrar en mi casa en todo momento». Esto suena inmediatamente muy distinto. El hombre no está ahí para quedarse en casa, ni para ser poseído, incluso si yo necesitara o quisiera un hombre que fuera únicamente para mí, todo me aconsejaría moderar mis ardores y, al contrario, consagrarme completamente a él. No es la misma historia. No hay nadie a mí alrededor que haya sido asignado, políticamente, a sacrificar su vida para hacer la mía más confortable. Esta relación de utilidad no es recíproca. Del mismo modo, yo no podría escribir de un modo sinceramente egoísta: «Necesito un interior, y lo necesito urgentemente, y un hombre que se ocupe sin cesar de mí hasta en los detalles más ínfimos». Si encontrara a un hombre así, sería porque tengo medios para asalariarlo. «Ni siquiera es necesario que ese hombre sea muy guapo, tampoco quiero que tenga una inteligencia excesiva, ni que reflexione demasiado. Basta con que esté atado a mí». Mi poder no reposará nunca sobre la sumisión de la otra mitad de la humanidad. Un ser humano de cada dos no ha venido al mundo para obedecerme, ocuparse de mi interior, cuidar mis hijos, gustarme, distraerme, confortar el poder de mi inteligencia, procurarme reposo después de la batalla, dedicarse a alimentarme bien… y es mejor así."

Fragmento del libro "TEORÍA KING KONG" de  Virginie Despentes


Ilustración: Collage de Hannah Höch 

REIVINDICACIÓN DE LAS GROUPIES



"Nuestras sexualidades nos ponen en peligro, reconocerlas es quizás experimentarlas y toda experiencia sexual para una mujer conduce a su exclusión del grupo. El deseo femenino estuvo silenciado hasta los años cincuenta. La primera vez que las mujeres se reúnen masivamente y se expresan: «Tenemos deseos, estamos atravesadas por pasiones brutales, inexplicables, nuestros clítoris son como pollas, buscan satisfacción». Esto sucede en los primeros conciertos de rock. Los Beatles se ven obligados a dejar de actuar: las mujeres se ruborizan con cada nota, sus gritos ahogan el sonido de la música. Rápidamente aparece el desprecio. La histeria de la groupie. Nadie quiere oír lo que ellas han venido a decir, que están ardientes y llenas de deseo. Se oculta este fenómeno clave. Los hombres no quieren saber nada de él. El deseo es su dominio, en exclusiva. Resulta impresionante pensar que despreciamos a una chica que grita de deseo cuando John Lennon toca la guitarra, mientras que nos parece gallardo que un viejo le silbe a una adolescente en falda. Por un lado, existe un apetito sexual que es indicador de buena salud, sobre el que la colectividad se pone de acuerdo, que se ve favorecido, y por el que se muestra bondad y comprensión. Y por otro lado, un apetito forzosamente grotesco, monstruoso, que provoca la risa y que debe ser reprimido."


Fragmento de "Teoría King Kong" - Virginie Despentes


domingo, 12 de junio de 2016

Rock´n´roll - Gabrielle Roth - "Enseñanzas de una chamán urbana"



"Los conciertos de rock son los modernos ritos tribales en donde el éxtasis comunitario es una posibilidad real, el momento en que la multitud y la música son uno, en el ritmo. Ésta es una experiencia religiosa, una sagrada comunión. Nuestros jóvenes están hambrientos de unidad y ésta es su esperanza."


"No todas las estrellas del rock son chamanes, ni todos los chamanes son estrellas del rock. Pero es un buen lugar para un chamán moderno, y los que están allí le hablan al planeta como a un todo. Sus canciones llegan al fondo del corazón universal, tocan allí donde todos vivimos; nos inspiran. Los chamanes roqueros cartografían el viaje con poesía y música, pero sobre todo con energía. Nos hablan por debajo de la mente. A mí me han llevado en mis viajes una y otra vez, han sido los más poderosos aliados en mi trabajo."

"La música es esencial para el viaje chamánico moderno. Es la inspiración, la guía, el reclamo. Da marco a nuestras historias, a nuestros mitos, a nuestros corazones y almas. Habla al espíritu de nuestro tiempo. Muchos de mis chamanes preferidos son estrellas del rock. Probablemente ellos ni siquiera saben que son chamanes, pero saben ir al éxtasis y regresar, y saben llevar a otros con ellos. Puede que no tengan carnet, pero saben conducir.


Muchos chamanes han nacido y muerto a ritmo de rock´n´roll, cartografiando sus viajes, haciendo bailar sus demonios en los conciertos por los estadios de todo el mundo. Cuando tenemos suerte, nos llevan con ellos.
El rock´n´roll se ha convertido en una forma de música universal. Va más allá de las fronteras, más allá de la política, la religión, la economía, la cultura, la sociología, los idiomas, las costumbres e ideologías. El rock´n´roll le habla de libertad al alma. Es el llamado chamánico: regreso al ritmo, al latido, al cuerpo, a los fundamentos."