viernes, 30 de enero de 2015

Mientras no respetemos la energía materna fracasaremos en la nutrición de nuestra abundancia






Hay un señor alemán que se llama Bert Hellinger que desarrollo una terapia que se conoce como CONSTELACIONES FAMILIARES. Este señor que es un genio en la observación del ser humano, nos comparte que hay una ley fundamental que dice “en todas las relaciones hay un orden de jerarquía”. . , es decir, que cada uno en su grupo tiene un lugar determinado y nadie más puede ocuparlo, al igual que él tampoco puede ocupar otro sitio: debe permanecer en el suyo. El orden de jerarquía se deriva del tiempo de pertenencia a un grupo. De esta manera, el que llegó antes tiene prioridad en relación a los que vinieron luego. Por ese motivo, los padres tienen prioridad ante los hijos; el que nació primero, el mayor, tiene prioridad ante el que nació segundo, etc. Y en una empresa, aquellos que estuvieron antes tienen prioridad ante los que vienen después. Esta ley en nuestra sociedad no está reconocida, ni siquiera se sabe
. Si esto lo ejemplificamos en un caso muy concreto la madre y el hijo, ¿quién llegó primero? La madre. Entonces por ley la madre tiene mayor jerarquía que el hijo. Sin embargo, hay muchos hijos que se ponen por encima de ella, le hacen reproches, le indican cómo debe ser y la rechazan.
El resultado es que
fracasan en su profesión. Dice Bert Hellinger que esto se puede comprobar muy fácilmente, solamente hace falta mirar a aquellos que fracasaron, por ejemplo a los que sufrieron una bancarrota, a los que perdieron su trabajo o el dinero; solamente miramos a la madre, no tienen vínculo con la madre. Esa comprensión tiene efectos muy amplios.
Cuando tomamos conciencia de esto, entendemos la importancia de RESPETAR A LA MADRE. Porque si por jerarquía no ocupo mi lugar como hijo, y me quiero poner por encima de mi madre, no podre tener éxito en la vida como consecuencia.
Todas las personas que están batallando con su trabajo, con la generación de dinero, es bien importante que retomen el respeto a la madre para que se reconecten con la abundancia de la vida.

Bert Hellinger comenta que se puede ver muy fácilmente quien está en sintonía con la madre porque su rostro está iluminado. Y esto también se puede determinar con los empleados en una empresa… la madre representa la nutrición, pero no solo el alimento físico sino también el alimento espiritual. Entonces si estoy en conflicto interno con la madre, tengo problemas con mi nutrición emocional, y esto repercutirá con mi falta de prosperidad.

Y para los que se resisten a esta ley fundamental, porque juzgan a su madre como alguien mala, nos comenta Bert Hellinger que espiritualmente los padres son perfectos, porque los escogimos inconscientemente precisamente porque veníamos aprender de ellos como maestros. Cada madre como tal es perfecta. Al servicio de la vida es perfecta y entonces ¿cómo puede uno decir “mi mama es mala”? Porque no se está reconociendo lo fundamental, lo esencial: de dónde proviene su vida, y eso es la superioridad. Si alguien se pone por encima del origen de su vida, entonces, ¿cómo puede tener éxito en su vida, si no reconoce el origen?

El cambio se da a través del crecimiento interior. Respetando al padre y la madre. Sin ese padre y sin esa madre nosotros no estaríamos vivos, solo vivimos porque los tenemos a ellos. Todo lo decisivo proviene de ellos, solamente de ellos. Solamente necesito reconocer eso y entonces me vuelvo humilde y ocupo mi lugar adecuado, que es por debajo de todo. En ese instante, a mis padres les puedo decir:”¡Gracias, gracias por todo!” y hacer algo bueno con aquello que me dieron.


Fuente: http://despertando.mx/?p=1787

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