jueves, 4 de marzo de 2010

ARQUETIPOS FEMENINOS Y TAROT

Existen varios arcanos que encarnan el arquetipo femenino en el tarot. Sin embargo, se puede armar una trilogía con La Sacerdotisa, La Emperatriz y la Luna ya que representan las tres edades o facetas de lo femenino: la doncella, la madre y la anciana.



La Sacerdotisa es la mujer propiamente dicha, ella es el misterio, el "ánima" que conduce al hombre a su realización personal. Frágil como la luna creciente, prometedora, dual, mujer joven aún inconsciente del poder de lo femenino, hechicera, musa inspiradora, intuición, arte, romanticismo. Todo en ella es fertilidad, insinúa la gestación de algo que aún no tiene forma pero que ya se intuye. Es Isis, Ishtar, Astarté. Se relaciona con el agua, el mundo de las emociones. Se corresponda con la etapa posterior a la menstruación, momento en que la mujer se siente liberada, dueña otra vez de su cuerpo y de su vida.



La Emperatriz es la mujer creadora, la madre, la luna llena, terrena, fecunda, rebosante. Se relaciona con la tierra que da fruto. Ella es la sal de la tierra, el jardín que desborda fertilidad, la señora del hogar. Es Hestia, Hera, Juno, la mujer en su mediana edad, ya más consciente del poder de lo femenino, en contacto con la función de dar vida, que pueden ser tanto hijos biológicos como creaciones. Se corresponde con la etapa de la ovulación, momento en que la mujer se vuelve más empática, contenedora, receptiva a las energías amorosas.



La Luna es la anciana. Es Hécate, temida, respetada, sabia, clarividente, capaz de ver pasado, presente y futuro. Es la noche oscura, creativa, profunda. Representa la posibilidad de conectarse con la anciana sabia o con la bruja, con la integración de los distintos aspectos de lo femenino o la locura. Se corresponde con la etapa de la menstruación momento en que la mujer está más receptiva a las energías sutiles, conectada con la energía del fin de un ciclo, preparándose internamente para uno nuevo, irritable, susceptible, necesitada de silencio.



Otros arcanos representan otros arquetipos que integran lo femenino y lo masculino: La Justicia, La Fuerza, La Templanza, La Estrella. La temática del ánima esta presente en el tarot en varios momentos. Se entiende por "ánima" a la imagen interna que tiene el hombre del universo de lo femenino, construcción que se forma a partir de la madre y que forma parte de su inconsciente personal. En cuanto a la unión de los opuestos, en el joven enamorado de Los Amantes, la escena es protagonizada por un hombre que se debate entre dos mujeres: la madre, que simboliza los mandatos sociales, culturales, familiares, y el "anima" encarnada en la mujer joven. El ángel señala el camino del ánima, representa el "llamado" a la unión de los opuestos que se aún encuentran divididos. En El Diablo la figura andrógina se presenta en forma grotesca, los opuestos no están debidamente integrados, En El Sol los opuestos (los dos niños) se unen bajo un sol protector que irradia desde el cielo, hay armonía, juego, vitalidad. En El Juicio el hombre que resucita de la tumba se reune con su ánima, representada por la figura de la mujer y con un anciano que representa su sabiduría.



Finalmente en El Mundo la figura que baila deviene andrógino, los opuestos están unidos en armonía al igual que todas las funciones psíquicas, representando así un nuevo estado de conciencia.

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