miércoles, 21 de diciembre de 2011
EL DERECHO Y PLACER DE ESCRIBIR - Julia Cameron
Julia Cameron nos cuenta que todos llevamos un montón de historias dentro deseosas de salir al exterior, y que, por tanto, todos somos escritores en potencia. La autora nos brinda este libro sobre técnicas para superar los escollos más comunes y para sacar a flote nuestra historia.
Este libro rescata la escritura no como algo reservado para los escritores o las personas especialmente dotadas con esta capacidad sino también para cualquiera que quiera sentirse más pleno. Una de las vertientes que Cameron aborda es la de la escritura terapeútica y sus posibilidades como herramienta auxiliar de la meditación. El acto de escribir es a la vez un derecho y un placer, y un ejercicio personal de creatividad muy valioso.
La autora es una poetisa, escritora y ensayista muy acreditada en los Estados Unidos, además de guionista y colaboradora en múltiples programas de televisión, películas y obras de teatro. Imparte, también, cursos de escritura en todo el mundo.
Julia Cameron
¿Por qué debemos escribir?
Debemos escribir porque es propio de la naturaleza humana. Escribir nos convierte en dueños de nuestro mundo: lo hace directa y específicamente nuestro.
Debemos escribir porque la escritura aporta claridad y pasión al acto de vivir. La escritura es sensual, experimental, sustancial.
Debemos escribir porque es bueno para el alma, porque escribir nos permite ir creando una obra, un sendero alfombrado a través del mundo en que vivimos.
Pero sobre todo debemos escribir porque todos somos escritores, llamémonos así o no.
El derecho y el placer de escribir es ante todo un canto a la escritura en todas sus formas. Absolutamente recomendado a escritores, aprendices y amateurs de la literatura.
Tanto si eres artista consagrado como si vas dando tus primeros pasos este libro no te va a dejar indiferente.
Las líneas de Julia emanan amor por las letras y por el mundo, y en cada página, te entraran ganas de tomar una página en blanco para contar tu propia historia.
Un libro inspirador.
EJERCICIOS:
1. COMIENZA.- Coge un papel y describe en él lo que estás sintiendo en
estos momentos. Escribe sobre cualquier cosa que se te cruce por la
mente. No pares de escribir y simplemente pasea por el papel.
2. ESCRIBE: Limpia de escombros el espacio que existe entra la página en
blanco y tú. Escribe simplemente sobre asociaciones positivas con el
acto de escribir y sobre la profesión de escritor.
3. ESCUCHA.- Imagina que te encuentras con un cuentacuentos. Dile temas sobre los que te gustaría escuchar una historia.
4. LA MENTIRA DEL TIEMPO.- Siempre tenemos tiempo para escribir, aunque sólo sea un poco. Compra un pequeño bloc de notas y
acostúmbrate a llevarlo siempre contigo. Úsalo para escribir lo que se te
ocurra en cualquier tiempo muerto que tengas. Reserva 15 minutos
diarios (cronometrados) para escribir cualquier cosa que se te ocurra.
Utiliza la posibilidad de escribir cartas a amigos o conocidos (e-mail).
5. ABRIR CAMINO.- ¿Sobre que te divertiría escribir? (misterios, cuentos, una novela, canciones, obras de teatro, poesía, ensayos,.....). Dedica 15 minutos a escribir, a mano y lo más rápidamente que puedas, sobre el tipo de escritura que te gustaría hacer.
6. ESCRIBIR MAL.- Primer paso: Compra varios periódicos sensacionalistas. Elige 10 historias que te llamen la atención y guárdalas
todas juntas en un archivador. Paso segundo: Escribe a mano y lo más
rápidamente que puedas una historia sensacionalista imaginaria. Escribe 2
de forma atrevida y despreocupada. Redacta tu historia lo más deprisa
que puedas. Al cabo de media hora, deja de escribir.
7. ESTA VIDA DE ESCRITOR: En este ejercicio tendrás que escribir sobre tu propia vida. Enciende una vela. Pon una canción relajante. Reserva 15 minutos de tu tiempo. Describe, escribiendo a mano, una situación de tu vida que en estos momentos estés intentando asimilar o abordar.
8. ESTADO DE ÁNIMO: Cualquier estado de ánimo es aprovechable para la escritura. Reserva 15 minutos. Elige una situación de tu vida en la que reconozcas claramente tu estado de ánimo o de emotividad. Entra en ese estado de ánimo o de emotividad y escribe a mano durante 10 minutos. Al cabo de este tiempo, detente. Luego dedica 5 minutos más a escribir sobre las emociones que te ha producido el acto de escribir. Se observador: me siento más feliz, más triste, más enfadado, menos enfadado, esperanzado, decidido,...., lo que sea. Toma unas cuantas
notas acerca de este proceso, una especie de informe de campo sobre tu experiencia.
9. VALORACIÓN DE NUESTRA EXPERIENCIA: Anota 20 situaciones realmente impactantes en tu vida (positivas o negativas). Elige cinco de ellas sobre las que te gustaría escribir algo. Desarrolla brevemente lo que te gustaría escribir acerca de estas experiencias.
10. LO ESPECÍFICO: Escribir es un arte profundamente visual. Reserva una hora de tu tiempo. Siéntate a escribir en casa o “fuera”. Enumera y describe 10 objetos que observes a tu alrededor, así como las
asociaciones de ideas derivadas de ellos, sin preocuparte por lo ilógicas que puedan resultar. Al conectar con nuestro entorno de forma consciente y específica, conectamos también con nuestra propia vida interior a un nivel más específico y de mayor resonancia emocional. Este proceso confiere a nuestra escritura un timbre de gran riqueza.
11. COLECCIÓN DE EXPERIENCIAS: Escribir es un acto tanto físico como psicológico. Muchos escritores han sido grandes caminantes. Reserva un tiempo y sal a caminar. Si lo deseas, elige una pregunta, una duda o algún asunto en concreto para llevarlo contigo en tu paseo. Observa lo que te rodea. Observa tu estado de ánimo, cualquier cambio que en él se produzca. Y, sobre todo, advierte cualquier respuesta, percepción, estratagema o inspiración que surjan en ti. Una vez en casa, ponte inmediatamente a escribir. Deja constancia de tu experiencia y tus descubrimientos.
12. LA FUENTE: Se trata de una “cita del artista”. Sal de casa, de tu rutina diaria, y haz algo alegre y atrevido. Hazlo solo. Elige una actividad que resulte atractiva para el que podríamos denominar artista, niño o explorador que llevas dentro. Elijas lo que elijas, hazlo solo. Dedícate a
absorber imágenes e impresiones. No es necesario que escribas nada al respecto. Se trata de llenar la fuente, no de pescar en ella.
13. CREACIÓN DE BOCETOS: Crear bocetos es un medio de entrar en contacto con la belleza del conjunto de factores que configuran el lugar en el que realmente nos encontramos. Dedica 10 minutos a describir dónde y cómo te encuentras. Puedes dibujar bocetos del lugar, de tu estado de ánimo y de cualquier cosa agradable o interesante que te llame la atención. Luego enumera rápidamente varias cosas sobre las que sería interesante escribir. Elige un tema. ¿Qué escribirías sobre él?
¿Por qué lo elegirías? Dedica cinco o diez minutos a escribir sobre estas
cuestiones. Concibe este ejercicio como un “juego lingüístico”. No trates
de ser profundo, lógico o práctico. Realiza tu boceto de la manera más
distendida y menos elaborada posible.
14. SOLEDAD: Muchas veces la soledad surge porque hemos perdido la perspectiva general, el sentido de la amplitud y la inmensidad de nuestra vida. Elige un “Yo Veterano”, un compañero espiritual. Deja que un viejo y sabio yo de ochenta años te escriba una carta sobre su vida. Deja que tu Yo Veterano te proporcione una sensación de perspectiva, de guía y de acierto. Escribe durante media hora, o más si lo desea. Éste es un ejercicio de escritura que puedes realizar con regularidad.
15. TESTIGO: Se denomina las páginas matinales y es la base absoluta de toda actividad literaria. Las “páginas matinales” dan testimonio de nuestra vida, aumentan nuestra relación consciente con lo espiritual, dan prioridad a nuestra actividad diaria y minimizan a nuestro censor, lo cual nos permitirá escribir más libremente y con mejores resultados. El ejercicio consiste en escribir a mano tres páginas diarias, volcando estrictamente sobre el papel nuestra corriente de pensamiento. Sólo se tiene que deslizar la pluma por la página mientras se escribe cualquier cosa que se nos cruce por la mente. Han de escribirse por la mañana, como primera actividad de la mañana. Sirven para dar prioridad al día que estamos a punto de disfrutar. Son en esencia profundamente beneficiosas: nos calman, nos alegran, nos consuelan y nos inspiran.
Representan para los occidentales una forma de meditación especialmente poderosa. Es importante escribirla a mano. La mano transmite una energía capaz de transportar nuestros pensamientos a un lugar más profundo y personal que aquél a que nos conduce el teclado del ordenador. Se trata de sorprender a la mente antes de que active
sus defensas, cuando todavía no se ha despertado tu imaginación. Se trata de que te pilles por sorpresa y anotes las cosas que realmente no sabías que estabas pensando. Si inicias la escritura de las páginas matinales sentirás un importante cambio en tu consciencia en un plazo de noventa días (el tiempo que el cerebro necesita para “coordinar” un nuevo modelo neurológico), aunque en muchas ocasiones este cambio
se experimenta mucho antes. mantente atento a tu propio proceso y progreso en las páginas. Haz de testigo de tu propia validación personal.
16. ¿POR QUÉ NO LO HACEMOS EN LA CARRETERA? Cuaderno en mano, dirígete a un lugar bullicioso. Ponte a escribir y comienza
describiendo lo que ves y lo que sientes. Escribe rápidamente y con detalle. Graba lo que tus ojos vean y lo que tus oídos oigan. El secreto de la buena escritura radica en una buena toma de notas. Escribe durante una hora y luego para.
17. CONEXIÓN: Reserva, una vez más, una hora tranquila, esta vez en un lugar privado que te resulte agradable. Imagínate que vas a conectar con un “yo más joven” que te va a hablar directamente a través de una carta personal. Deja que tu “yo joven” te hable de tus deseos, esperanzas, pensamientos, preocupaciones y sueños. No censures nada de lo que tu joven interior te tenga que decir. En ocasiones, este
tipo de cartas provoca emociones fuertes. Estate preparado para ello y no pares de escribir. Es bueno irse conociendo.
18. SER UN CANAL ABIERTO: Coge papel y bolígrafo y formula una pregunta sobre cualquier cosa que te suscite duda. Tras escuchar el “consejo”, escribe lo que has oído. Tus preguntas pueden y deben tratar
sobre cualquier cosa imaginable. Puedes seguir una línea de preguntas que resulte cada vez más específica y así conseguir llegar a las cuestiones que más te preocupan. En un primer momento, dedica media hora a estas sesiones de preguntas y respuestas. No te sorprendas si descubres que muchos consejos sensatos estaban ahí esperando a que alguien los aprovechara.
19. INTEGRACIÓN: En los momentos en que nos “descentramos” necesitamos ayuda para integrarnos, para volver a ser un todo complejo.
Este ejercicio es muy eficaz para situarnos nuevamente en “nuestro eje”. Reserva 15 minutos. Coge papel y bolígrafo y escribe los números del uno al veinticinco. A continuación, escribe la palabra “ojalá” 25 veces.
Tus deseos abarcarán desde lo más intranscendente a lo más importante, desde lo personal a lo profesional. Si las escribimos una vez al mes, estas listas nos impulsan a actuar a un nivel subconsciente en la dirección de nuestros sueños. Escribe tu lista de deseos, ponle fecha y guárdala. Repite este ejercicio una vez al mes o cada vez que te sientas particularmente despistado.
20. CREDIBILIDAD: Este ejercicio supone una ayuda para la autoestima y la credibilidad. Para dar rienda suelta a tu propia expresión es necesario poseer un yo con ideas que expresar. Este ejercicio está destinado a intensificar tu propia percepción de tu yo interno. Retírate a un rincón
tranquilo y silencioso donde escribir. Coge papel y bolígrafo y escribe los números del uno al cien. Repasa tu vida y escribe cien cosas de las que te sientas orgulloso. Algunas cosas pueden ser antisociales o incluso ilegales. La lista es tuya. Sé concreto y personal. Di, por ejemplo, “me siento orgulloso de ...” Concibe este ejercicio como un curriculum privado. Te ayudará a orientarte en direcciones de gran significado en tu propio sistema de valores. Este ejercicio es una eficaz defensa contra los síndromes de credibilidad, ya que nos recuerda con insistencia que
nuestra credibilidad es un aspecto espiritual y no material.
21. UBICACIÓN: Al trazar el mapa de nuestra ubicación literaria y física,
también podemos dibujar con precisión nuestro mapa psicológico. Reserva una hora para escribir y dirígete a un café o cualquier otro lugar que no sea tu casa. Haz una lista de todos los lugares en los que hayas vivido alguna vez. Una vez anotados, elige uno que te evoque recuerdos especialmente vívidos. Utilizando la primera persona y el tiempo presente, remóntate al lugar y a la época de entonces. Escribe durante media hora la realidad de este joven yo. Este ejercicio proporciona una gran fuerza emocional y tal vez te apetezca repetirlo con frecuencia, eligiendo una “ubicación” diferente cada vez. Los ejercicios de escritura como éste, aunque a veces despiertan sentimientos muy profundos, nos ofrecen una sensación de continuidad y de conexión directa con el carácter aventurero que poseen las historias del narrador que todos llevamos dentro.
22. FELICIDAD: Resérvate una hora entera. Prepárate un baño caliente con espuma. Prepara velas, incienso, pon música que te guste y date un buen baño. Deja que tus pensamientos floten como burbujas y que naveguen a la deriva. Luego, de manera tranquila y reflexiva, piensa en cosas que te hagan feliz. Sécate. Escribe 50 cosas que te producen placer. La felicidad no es sólo un estado de ánimo: es una decisión.
Podemos ser felices con cosas muy sencillas. Las listas de cosas que nos hacen felices son también una eficaz fuerza disuasoria para las depresiones circunstanciales. Cuando la pena nos embarga, el simple acto de anotar cosas que nos producen placer contribuye a suscitar algunas de ellas.
23. LOGRARLO: Dispón de una hora de tiempo para escribir, preferiblemente “fuera” de tu casa. Tendrás que escribir dos cartas. La primera te la escribe tu escritor interior. La segunda se la escribes tú a él. La primera es una oportunidad para que tu yo adulto se haga más seguro y práctico. La parte de nosotros que escribe necesita apoyo, seguridad y aliento más que cualquier cosa. Nosotros mismos podemos ofrecérselo. Cuando lo hacemos, nuestro escritor responde escribiendo con mayor agrado. El diálogo que se establece con este ejercicio es otra de esas prácticas literarias que podemos repetir con regularidad. Cada
vez que te sientas bloqueado o perdido, consulta a tu escritor interior. El podrá ofrecerte casi siempre una respuesta. Cuando sepas el “porqué”, trabaja para solucionar el problema.
24. HONESTIDAD: Comenzamos formulando preguntas con honestidad y vamos contestándolas hasta conseguir respuestas honestas. Cuando escribimos con honestidad, nuestra prosa se anima y nosotros lo sentimos. En el uso del lenguaje se esconde un centenar de maneras diversas de excavar nuestras verdades enterradas, de llegar a nuestras revelaciones más difíciles.
• “Si esta cuestión no me intimidara tanto, admitiría......
• Si lo reconozco, siento......
Cuando alcanzamos la honestidad interna, la claridad interna, resulta infinitamente más sencillo tomar medidas externas. Es cuestión de desmenuzar las acciones en minúsculos pasos factibles. La página es un lugar ideal para confeccionar listas, para los torbellinos de ideas, para dar rienda suelta a nuestra imaginación e inventar.
25. VULNERABILIDAD: Reserva una hora para escribir y crea una atmósfera sagrada (velas, música relajante.....). Ponte aescribir y describe un día de Tu “vida ideal”. Sueña mientras escribes. Sorpréndete. Tras escribir durante 45 minutos, céntrate nuevamente en tu vida actual. Luego escribe una lista con 25 cosas que te gustan y que aprecias de vida tal y como es ahora.
26. RUTINA: Este ejercicio requiere 10 minutos diarios durante una semana seguida, justo antes de dormir. Se trata de revisar tranquilamente el día y escribir unas cuantas frases sencillas acerca de ello. De entre todo lo que se escriba, se debe intentar destilar una única pregunta para
formularla a la consciencia y dormir cavilando sobre ella. Plantea únicamente la pregunta en el papel y no preocupes de responderla.
Mantente atento a cualquier pequeño cambio positivo que se produzca.
Adviértelo y anótalo. Si las “páginas matinales” ayudan a establecer el tono y el ritmo de nuestras jornadas diarias, las “notas vespertinas” nos ayudan a apreciar las bendiciones que dicha rutina nos ofrece.
27. VOZ: Cuando psicológicamente nos sentimos mal, a menudo perdemos nuestra voz interior. En este ejercicio tendrás que viajar en el tiempo a través de tu vida –de tu “línea narrativa del tiempo”- y detenerte en un
momento o episodio que posea una fuerte carga emocional para ti. A continuación tendrás que desenterrar de tu vida esta “copa” de tiempo y escribir sobre ella. Cuando escribimos sobre algo que nos importa, algo que nos afecta emocionalmente, nuestra escritura automáticamente adquiere “voz”. Como regla general, las copas abarcan desde unas cuantas líneas hasta un máximo de 10 páginas mecanografiadas. Con
frecuencia, una copa corta y muy compacta se convierte más tarde en la semilla de una obra mayor. Cuando hayas terminado tu copa, tal vez te apetezca compartirla con un “lector afable”, alguien al que le gusta escribir, es capaz de leer por el puro placer de leer y no practica la crítica de salón. Evita compartir tus copas con lectores críticos, escritores frustrados o personas para quienes el material recogido en tu copa contenga material emocionalmente inflamable.
28. FORMA CONTRA FÓRMULA: En muchas ocasiones, lo que se interpone entre nosotros y nuestra escritura es el deseo de ser capaces de escribir perfectamente, de ahorrarnos los áridos borradores e incluso los momentos de apuro. Para escribir libremente, debemos estar dispuestos a escribir con menos formalidad. Sal fuera, busca un lugar y ponte cómodo. Escribe cinco circunstancias en las que podrías escribir.
Selecciona uno de los cinco temas de redacción y comienza a escribir.
Concédete el tiempo suficiente para crear un borrador completo de lo que deseas expresar. Siente tu cuerpo y siente cómo tu mano escribe.
Cuando hayas terminado, tómate unos minutos para reflexionar sobre la libertad que has ganado al escribir. El lector es parte de ciclo vital del escritor.
29. ABRIRSE PUERTAS: Cuando contemplamos la posibilidad de tomar medidas que implican ciertos riesgos, casi todos necesitamos sentir que contamos con apoyo. Este ejercicio te hará buscar un respaldo espiritual. Coge un bloc de notas, sal de casa y dirígete a un lugar sagrado. Busca inspiración y deja que las ideas fluyan sin reflexionar demasiado sobre ellas. Completa los puntos siguientes con frases:
1) Sería de gran apoyo para mí como escritor el hecho de que yo:
2) Me sentiría mejor como escritor si intentara:
Luego tómate cinco minutos más para reconocerte a ti mismo y luego
escribe de nuevo cinco maneras en las que hayas contribuido a que tu
vida como escritor prospere, en respuesta a “me he ayudado a mí
mismo como escritor mediante....”
30. PRÁCTICA: Vivimos sin ser conscientes de lo que realmente hacemos o del modo en que empleamos nuestro tiempo. Reserva una hora para la tranquilidad. Enciende una vela y algo de incienso si lo deseas. Ponte a
escribir y describe con todo detalle un día normal de tu vida actual.
Descríbete a ti mismo como el protagonista de esa vida. Escribe durante 45 minutos sin parar describiéndote a ti mismo como si fueras un personaje de ficción. Transcurrido este tiempo, detente. ¿Qué has aprendido? Escribe durante 15 minutos tus propias conclusiones al verte a tí mismo como un personaje.
31. RESERVA: Mediante este ejercicio podrás obtener el trazado de tu paisaje emocional. El mejor sitio para realizarlo es “fuera de casa”. Anota el nombre de cinco personas que te ofrezcan seguridad y apoyo. Ésta es la gente a quien puedes mostrar tus obras, hablar sobre lo que estás escribiendo, mostrar tu entusiasmo por tu trabajo. Luego escribe el nombre de cinco personas con quienes sea peligroso compartir tus obras. Asegúrate de incluir en esta lista a las personas que dan una de cal y otra de arena, ésos que a veces te animan y otras te desaniman.
Repasa ambas listas y hazte una idea de tu círculo literario. Al regresar a casa, llama a un potencial “lector afable” para decirle que te gustaría que actuara como lector y no como crítico, a fin de poder compartir tu trabajo con él.
32. SONIDO: El uso consciente del sonido en nuestra escritura –como una buena banda sonora en una película- hace que nuestro inconsciente entre en acción. Esto produce un gran número de asociaciones que
provocan sensaciones más sutiles y agudas que las imágenes visuales aisladas. El sonido confiere a nuestra escritura “sonoridad” en el sentido más amplio de la palabra. Reserva una hora para escribir en tu casa.
Ponte cómodo y relájate. ¿Qué oyes? Escríbelos todos. A continuación, elige un tema musical “expansivo”, de esa música que nos incita a sentirnos libres y aventureros (por ejemplo, “Carros de fuego”). Pon un poco de música de la que utilices para relajarte, siéntate a escribir y sueña sobre el papel. Imagínate tu vida ampliada. ¿Cuál sería tu “ideal” en los siguientes ámbitos?
• Espiritualidad
• Amistad
• Vida laboral
• Espacio vital
• Vacaciones / Aventura
• Proyectos creativos
Dedica una hora entera a este ejercicio y emplea más o menos diez minutos
en imaginar cada uno de estos ámbitos “mejorados”.
33. ME GUSTARÍA ESCRIBIR, PERO ...: Reserva una hora para escribir y ponte cómodo. Escribe cinco temas de redacción manidos,
estereotipados y entrañables que resulten muy “humanos”. Elige uno de los temas. Escribe durante una hora siendo detallistas y humano. No intentes parecer moderno ni tampoco sentimental. Recuerda con minucioso detalle los aspectos memorables y fascinantes del tema elegido. Ésta es una “copa” que deberás compartir con un “lector afable”.
34. CONDUCIR: El objetivo de este ejercicio es llenar tu fuente literaria con imágenes. Reserva una hora o dos, coge tu coche y sal a explorar las carreteras secundarias. Si no tienes coche, puedes dar un paseo en
autobús. Déjate llevar por el fluir de las imágenes, aliméntate con los ojos. Piensa en la rutina y en la variedad de la actividad humana.
Convierte en un gran recipiente vacío que uno saca a la calle en mitad de un temporal de lluvia. Llénate poco a poco.
35. RAÍCES: Éste es un ejercicio para valorarse y respetarse de forma consciente. Reserva una hora de tu tiempo para escribir, dentro o fuera de casa. Contempla tu vida retrospectivamente –la línea narrativa del tiempo- y elige un episodio en el que ejercitaste tu libertad de elección con resultados satisfactorios. Sea cual fuere el riesgo que asumiste, elígelo otra vez y celébralo contigo mismo sobre el papel. Este ejercicio es una alabanza a la libertad y al coraje.
36. PERCEPCIONES EXTRASENSORIALES: La escritura nos abre una puerta espiritual que nos da acceso a información personal y profesional que nos resulta de gran ayuda. Reserva una hora, ponte cómodo y
escribe sobre las siguientes cuestiones:
• ¿Crees en Dios? Describe tu fe o tu falta de fe. ¿Le gustan a tu Dios las empresas creativas? Describe a un Dios que sí le gusten.
• ¿Crees en los ángeles o en alguna otra fuerza positiva superior?
Describe tu fe o tu falta de fe. Al abrir la puerta a la idea de que pueden existir fuerzas superiores que te inspiren, tal vez las encuentres.
• ¿Alguna vez has tenido alguna experiencia literaria que se pudiera calificar de extraña o relacionada posiblemente con las percepciones extrasensoriales?
• ¿Estás dispuesto a experimentar con el uso de este tipo de percepciones como si fueran sincronismos ocurridos en tu escritura?
• Nombra un tema sobre el que te gustaría obtener más información para escribir acerca de él. Durante una semana, mantente atento a cualquier información que “casualmente” llegue hasta ti.
37. PEQUEÑOS TRUCOS: Reserva una hora. Este ejercicio exige cierta destreza tanto manual como psicológica. Se trata de construir –o reconstruir- un puesto de escritura. Los puestos de escritura han de ser alegres. Esto ayuda a que el juego con las ideas tenga un sentido lúdico. En cualquier caso, lo importante es escribir.
38. RIESGOS: Este ejercicio consiste en hacer un inventario personal. Reserva una hora para escribir “fuera”. Completa las siguientes cuestiones:
• Enumera tres asuntos sobre los que lees habitualmente.
• Enumera tres asuntos sobre los que reflexionas habitualmente.
• Enumera cinco de tus libros favoritos.
• Enumera cinco de tus películas favoritas.
• Explica lo que estas películas tienen en común con los libros antes señalados en cuanto a tema, género literario, ambientación y, sobre todo, lo que a ti te va en ellos.
• ¿Cuál es tu cuento de hadas preferido?
• ¿Cuál es tu libro infantil preferido?
• Explica que tienen en común estas dos obras.
• Enumera cinco asuntos que ocupen tu mente en estos momentos.
• ¿Cuál de ellos te resulta “más prioritario”?
39. DEMORAR LA ESCRITURA: Cómprate materiales de escritura de buena calidad y unas cuantas fichas para anotar escenas en ellas.
Compra también papel bonito para escribir, sobres y algunos sellos. El objetivo de este ejercicio es demorar la escritura deliberadamente.
Recuerda que los escritores demoran su labor literaria porque cuando finalmente consiguen ponerse a escribir son capaces de pasar de largo por delante del censor.
40. AL AGUA: Llama a un amigo/a y queda con él para escribir juntos un día durante una hora “fuera” de casa. Siéntate cómodamente frente a él y comienza a escribir tu “línea narrativa del tiempo”. La mejor manera de
realizar este ejercicio es dividiéndolo en periodos de cinco años y centrándote en lo que, para ti, fueron los acontecimientos y las personas más importantes en tu vida. El objetivo de la “línea narrativa del tiempo” es ofrecerte una idea general de tu vida desde tu propia perspectiva.
Este ejercicio te ayudará a conseguir una versión de ti mismo realizada de forma personal y autónoma. Escribe tu línea del tiempo en intervalos de una hora. Es importante contar con el apoyo de un colega o amigo/a.
41. EL DERECHO A ESCRIBIR: Reserva una hora de tu tiempo. Enciende una vela, pon música transcendental y crea un ambiente sacro. En este ejercicio tienes que hacer un contrato contigo mismo en relación con tu
escritura. El contrato debe incluir:
• El compromiso de escribir “páginas matinales” durante noventa días.
• El compromiso de concluir tu “línea narrativa del Tiempo”.
• El compromiso de escribir cinco “copas” más a partir de tu “línea del
tiempo”.
• El compromiso de realizar una “cita del artista” a la semana para
alimentar tu escritor interno y llenar la fuente.
Escribe tu contrato oficialmente, pon la fecha y fírmalo.
Enhorabuena.
FRAGMENTOS:
“Vivimos en una época perecedera. Tomamos comidas precocinadas y mantenemos relaciones absolutas. Hablamos por teléfono. Decimos: “Te quiero. Te echo de menos”, pero como sabiamente dice el refrán, obras son amores y no buenas razones, por lo que el acto de expresar las cosas por escrito dice tanto o más que la pura verbalización. Escribir está anticuado pero nos ayuda a sobrevivir y a conectar en un mundo moderno.
Esta mañana recibí un fax de una página desde Europa. Estaba escrito a mano, en mayúsculas, casi como si fuera una nota. No era nada del otro mundo, pero a mí me hizo mucha ilusión recibirlo. Era real como la vida misma.
-Ponlo por escrito- afirmamos cuando estamos hablando de contratos. Nuestros contactos humanos también son contratos, pero ya rara vez los ponemos por escrito,aunque cuando lo hacemos, el cambio que esto produce es impresionante.
-Nunca pongas nada por escrito- me dijo una vez un mafioso. Un consejo irrisorio para una escritora, y sin embargo un gran consejo para un matón que no quería que le descubrieran en su perversidad.
Yo diría: “Ponlo por escrito”.
Independientemente de lo que ese “lo” sea.
-Deja que te lo escriba –decimos con las recetas de cocina, y escribirlo puede ser la receta de una vida mucho más rica y apetitosa.
Las recetas son exactas, a pesar de que su lenguaje resulte demasiado informal: “Una pizca de sal”. Escribir sobre cómo nos sentimos y lo que estamos pensando también es una labor de gran exactitud –incluso si lo que escribimos es: “No estoy seguro de lo que está pasando entre nosotros en estos momentos”.
Escribir es una forma no sólo de asimilar la vida, sino también de transmutarla. Es una manera de transformar en experiencia propia lo que sucede a nuestro alrededor. Es un modo de pasar de la voz pasiva a la voz activa. Puede que sigamos siendo víctimas de nuestras circunstancias, pero al entender estas circunstancias, ubicamos los hechos dentro del contexto general de nuestra propia vida, es decir, de la vida que nos es “propia”.
Poseer algo también significa reconocer algo. Significa aceptar la responsabilidad, significa, literalmente, “habilidad para responder”. Cuando escribimos acerca de nuestra vida, respondemos ante ella. Al ir respondiendo ante ella, nos hacemos más fluidos, más centrados y más ágiles en nuestro propio beneficio. Nos hacemos conscientes. Cada día, cada vida, conlleva una serie de elecciones y, al utilizar el prisma de nuestra escritura para contemplar nuestra vida, captamos con más nitidez las opciones que se nos presentan.”
"Escribir a diario nos permite no sólo plantearnos y gestionar los cambios, sino también registrar este cambio en pequeñas y manejables dosis, pisar en suelo firme cuando sentimos que nuestra vida se ha derrumbado"."Si utilizamos la escritura para conectar con nosotros mismos, creo que la conexión se produce a través del espacio, el tiempo y la distancia. Yo creo en la aldea mundial que estamos construyendo, y creo que para que sea realmente habitable, necesitamos responder a la llamada de la escritura".
“Tal vez suene como si estuviera afirmando que escribir es una terapia; pues bien, quiero aclarar que para mí escribir tiene algo que generalmente la terapia no posee: un efecto terapéutico.
Escribir conecta nuestro yo con el Ser Superior.
Durante casi dos décadas, he trabajado con alumnos y he podido observar cómo transformaban su vida a través de la escritura. He visto cómo tímidos y timoratos estudiantes reivindicaban sus derechos. He visto cómo engreídos y fanfarrones estudiantes desinflaban con discreción su propio ego y se convertían en respetuosos miembros de la especie humana. He observado a algunas personas abrirse a relaciones más profundas, escapar de relaciones difíciles, cambiar de trabajo, y cambiar de identidad. He visto que la escritura funciona menos como herramienta que como medicina. Una medicina que todos podemos utilizar y administrarnos.”
“Este libro defiende el derecho a escribir, y si esto suena como si fuera un manifiesto o una llamada a las armas, es porque mi propia experiencia me ha enseñado que mi “derecho a escribir” es el que me confiere los muchos otros derechos que hoy en día me empeño en defender: respeto por mi trabajo, respeto por mí misma,relaciones que impliquen dar y tomar.”
“Escribir me ha permitido trazar el mapa de mis miserias y mis deleites, mis fronteras y mis grandes planicies de generosidad. Escribir me ha permitido afirmar: “Aquí es donde yo tengo que parar y tú tienes que empezar”. Escribir me ha permitido afirmar: “Sí, estamos en esto juntos”.
Escribir nos hace darnos cuenta de que no somos impotentes, de que tenemos dónde elegir. También nos explica cuáles son las opciones. Escribir nos indica cuándo estamos eludiendo una responsabilidad, cuándo estamos abrumados, cuándo nos encanta el status quo –“Hoy me siento muy feliz/ El aire es de seda/ Hay bondad en las miradas de los extraños…”-, y también cuándo necesitamos un cambio. Al escribir, realizamos este cambio. “
“La forma en que describimos y entendemos nuestra vida está conectada, en última instancia y de manera inextricable, con la forma en que la vivimos”, escribe la terapeuta y profesora de composición literaria, Mandy Aftel. Y añade: “A fuer de ser sinceros, somos los autores de nuestra propia vida”.
Si somos los “autores” de nuestra propia vida, ¿por qué no ponemos más empeño en reescribirla? ¿Por qué no conseguir que nuestra vida sea más romántica, más satisfactoria desde el punto de vista personal? ¿Por qué no escribir cartas de amor a nuestros seres queridos? ¿Por qué no decirles por escrito: “Eres importante para mí”?
En mi opinión, escribir es una de las formas más poderosas que tenemos a nuestra disposición no sólo para poner nuestra vida al “derecho” sino también para enderezar el mundo entero."
“Todos somos un proyecto en marcha. Todos somos un borrador. Ninguno de nosotros está rematado, ultimado, “hecho”. Cuánto más sanos y felices no nos sentiremos si hacemos caso omiso a aquel consejo que me dio el mafioso, y “lo” ponemos –“lo” ponemos todo- por escrito: las deficiencias, las debilidades, los detalles, los delirios y los desalientos que nos hacen humanos. Cuando conectamos estos puntos se produce nuestra conexión.”
“Escribir es una dote espiritual que nos entrega las llaves del reino. Fuerzas superiores nos hablan a través de la escritura. Podemos llamarlas inspiración, musas, ángeles, Dios, corazonadas, intuición, guías o simplemente buenas historias. Sea cual sea el nombre que elijamos, estas fuerzas nos conectan con algo superior a nosotros mismos que nos permite vivir con mayor vigor y optimismo”.
“Escribir no es una capacidad limitada a otros, a los escritores. Escribir es algo
mucho más simple y, a la vez, más vasto. Es el encuentro con uno mismo y con nuestra creatividad sigilosa que, para nuestra sorpresa y asombro, resulta siempre más sabia y profunda de lo que imaginábamos. Es, simultáneamente, un derecho, un placer, una meditación, una terapia o la mejor de las plegarias. No existe, pues, un mal escrito. Es imposible, porque el mero hecho de escribir es ya, en sí mismo, un éxito seguro”.
“Escribir se nos da mejor cuando no lo trabajamos tanto, cuando simplemente nos damos permiso para pasearnos por la página”.
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ME ha gustado mucho éste art;iculo, y además me es muy útil, espero en la biblioteca tengan este libro, porque estoy deseosa de tenerlo entre mis manos. Saludos!
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