Clarissa Pinkola Estes
Se puede aprender a trabajar activamente con los sueños y consultarlos sobre problemas concretos de la vida. El proceso de pedir un sueño orientador se llama "incubación de un sueño". Para hacer esto con eficacia hay que estar dispuesta a ser absolutamente sincera respecto a las circunstancias de la propia vida. A continuación explico la forma de hacerlo.
Elige una noche en que tengas energía y concentración para dedicarte al proceso. Escribe durante unos diez o veinte minutos en tu diario acerca del problema en que deseas centrarte. Hazte las siguientes preguntas en tu interior y mantente receptiva a cualquier intervención de tu guía interior:
¿Cuál es la causa principal de mi problema?
¿Qué posibles soluciones se me ocurren en este momento?
¿Por qué no son adecuadas estas soluciones?
¿Cómo me siento ahora mientras trabajo en esto?
¿Me parece más seguro vivir con el problema que resolverlo?
¿Qué voy a perder si resuelvo este problema ahora?
¿Qué voy a ganar si resuelvo este problema ahora?
¿Hay algo útil que quiera decirme mi yo futuro?
Escribe una frase o pregunta de una línea que tenga que ver con el problema, de la forma más directa y sencilla posible, y mantén apaciblemente la pregunta en la mente mientras concilias el sueño. Deja a mano junto a la cama papel, un bolígrafo y una linterna, o un grabador, y escribe o graba cualquier sueño que recuerdes. A veces las percepciones llegan a las tres de la mañana o en cualquier momento en que te despiertas para ir al baño. Si no escribes en seguida aunque sea los detalles pertinentes a tu sueño, lo más probable es que los olvides por la mañana. Este proceso puede durar varias noches hasta que surja un sueño clarificador.
Christiane Northrup "Cuerpo de mujer, Sabiduría de mujer"
Ilustración: "Vigilia" Cristina López Casas
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