miércoles, 21 de abril de 2010

NINA SIMONE: LA SUMA SACERDOTISA DEL SOUL

Potente; su voz, su nombre, su rostro, su vida. Enérgica; de principio a fin, como si cada acto suyo hubiese definido cien actos más. Rebelde; de eso sabe su exquisita raza y quienes conocemos algo de ella, de la gran Nina Simone.

Hoy se cumplen siete años de la muerte de esa gran cantante afro americana que supo ser fiel intérprete de su pueblo, oprimido y marginado.

Nina Simone quiso hacer frente a los estereotipos que marcaban el jazz durante la década de los 50 y 60 donde reflejaría tanto su personalidad como su estilo. “Jazz es una palabra blanca para una música negra” fue el concepto que acuñó la diva del jazz.


Nina Simone reflejó en la época de máxima actividad una gran versatilidad por todo tipo de ritmos, fusiones y libertad creativa. Ella paseaba con igual ingenio por estilos como el jazz, el soul, el blues, el gospel y hasta el pop. Su interpretación trascendía los niveles técnicos y generaba grandes emociones clasificándose principalmente bajo el género del soul en su faceta creativa mejor desarrollada. De algún modo, fue conocida como la mayor impulsora del soul femenino. Nina también destacó por sus actos sociales en los que luchó por los derechos civiles en Estados Unidos. Cuando Martin Luther King murió ella cantó: “¿Qué va a suceder ahora que el rey del amor ha muerto?”


Se afirma de ella que era una rebelde y una persona con un temperamento bastante indomable, lo que hacía que sus reacciones en las actuaciones fueran imprevisibles. Si estaba de buenas y conectaba con el público el espectáculo era una delicia, pero podía negarse a actuar o que la noche transcurriera con un "mal rollo". En esto coincide con otros cantantes famosos como, por ejemplo, el irlandés Van Morrison.

Su verdadero nombre era Eunice Kathleen Waymon. Nació el 21 de febrero de 1933 en Tryon, Carolina del Norte, una población segregacionista. Fue la sexta de ocho hermanos dentro de la familia de un obrero manual y una sirvienta doméstica, descendiente principalmente de esclavos africanos, aunque entre sus ancestros también hubo sangre irlandesa e india.



Su padre, John Divine Waymon, se dedicó durante un tiempo al mundo del espectáculo: cantaba, bailaba y tocaba la harmónica, aunque cuando su familia empezó a ser numerosa, trabajó en una tintorería y como barbero para salir adelante. La madre, Mary Kate, tocó el piano para él en alguna ocasión, aunque luego se hizo ministra de la Iglesia metodista y rechazó todo lo que no fueran espirituales religiosos.
Simone creció rodeada de música. En su hogar, todos los hermanos cantaban y tocaban algún instrumento, sin tomar clases ni tener siquiera conciencia de haber aprendido.

Cuenta en su autobiografía que su primer recuerdo de la infancia es su madre cantando gospel, y que empezó a tocar el órgano que había en la casa tan pronto como creció lo suficiente como para sentarse en el banco y llegar al teclado. Nadie se dio cuenta hasta que un día su madre la vio tocando una de sus canciones favoritas: aún no había cumplido tres años.



Niña prodigio, a los diez ofrecía su primer concierto de piano, en la biblioteca de la ciudad. Allí conoció los primeros aplausos y su primer choque con el racismo: durante el concierto quitaron a sus padres de la primera fila del local para acomodar a un grupo de blancos. Este episodio fue la primera de una cadena de experiencias traumáticas para ella y el origen de su compromiso con la lucha por la libertad y por las reivindicaciones de los negros en Estados Unidos.

Se le puede definir como la gran dama rebelde del Jazz & Blues, una disidente norteamericana, que debido al color de su piel parece que se le impidió ingresar en el Curtis Institute de Filadelfia para hacer una carrera de concertista de piano. No obstante, en la más liberal y abierta New York, logró estudiar en el Julliard School, otra prestigiosa institución de enseñanza musical.

A pesar de que tenía una formación pianística clásica, para mantener a su familia tuvo que empezar a trabajar en 1954 en un club de Atlantic City como cantante. Fue entonces cuando cambió su nombre por el de Nina (tomado del castellano para definirse como la pequeña) Simone (de la actriz francesa Simone Signoret).

En 1959 grabó sus primeros discos para el sello Bethlehem. En ellos dio muestras notables de su talento como pianista, cantante, adaptadora y compositora. Desde estos primeros registros, su repertorio se llenó de jazz, gospel, blues, soul, música clásica y canciones populares de origen diverso, en una amalgama totalmente personal, cálida y de enorme expresividad.

Nina logra la complicidad del oyente con un empleo intencional de los silencios y minimizando el acompañamiento. Su voz a veces sólo susurra, pero luego grita o gime, transmitiendo todas las sensaciones que el alma humana es capaz de experimentar.

También sorprende cuando canta acompañada únicamente de su piano, como en el álbum Nina Simone and piano, una colección introspectiva de canciones sobre la muerte, la soledad y el amor, que sigue siendo un resplandor en su carrera discográfica. Su forma de tocar el piano es decisiva en muchas de sus interpretaciones, pero especialmente en la conocida "My Baby Just Cares For Me". La influencia de Duke Ellington es patente en toda la obra de Nina, pero muy especialmente en este tipo de composiciones rebosantes de improvisación y de cercanía espiritual.




No le gustaba que la compararan con Billie Holliday, por su adicción a la heroína. Tampoco que la encasillaran como una cantante de jazz, porque decía que es el destino natural que los blancos reservan a los músicos negros. Por eso ha cantado versiones propias de canciones de muy variado origen, como alguna de Kurt Weill y Bertold Brecht, "Ne Me Quitte Pas" de Jacques Brel en francés, "Suzanne" de Leonard Cohen, cuatro de Bob Dylan, "Here Comes The Sun de los Beatles", "My Sweet Lord" de George Harrison, contribuyó con Pete Townsend en el musical "Iron Man", en 1990 grabó con Maria Bethania, en 1991 con Miriam Makeba.

Las mejores canciones de Nina Simone se realizaron durante la década de los 60. También se destacan asuntos duros como las canciones de política con una vocal temperamental y elegante y las baladas francesas llenas de ritmos románticos y cautivadores repletas de sentimientos.

Primeros contratos discográficos

Fue en Atlantic City donde adoptó el nombre artístico que la daría a conocer mundialmente, tomado de la actriz francesa Simone Signoret. Empezó a darse a conocer y, tras actuar en varios clubes de Filadelfia, logró un contrato discográfico con Bethlehem Records, en 1957.



Al año siguiente publicó su primer disco, "Jazz as played in an exclusive side street club" (también conocido como "Little girl blue"). Fue un éxito inmediato, y el sencillo escogido, "I loves you Porgy", vendió un millón de ejemplares en Estados Unidos en el verano de 1959. Curiosamente, jamás volvería a colocar otra canción en el Top-40 de Estados Unidos, lo cual no le impidió forjarse una audiencia fiel.
A continuación, Simone firmó un contrato con la poderosa Colpix (Columbia Pictures Records), con la que publicó diez discos en cinco años (seis en estudio y cuatro en directo), y varias canciones para bandas sonoras de películas de Columbia; entre ellas: "Wild is the wind", "Sayonara" y "Samson and Delilah". En 1961 contrajo matrimonio con Andy Stroud, detective de Nueva York que se convertiría en su manager y que aparecería como compositor en los créditos de varias canciones. Ambos tuvieron una hija, Lisa Celeste, en 1962.

En 1964 firmó otro contrato, esta vez con Philips, discográfica con la que publicó siete discos en tres años. De ese período destaca su clásico "Don’t let be me", su versión de "I put a spell on you", de Screaming Jay Hawkins, y su primera canción de protesta: "Mississippi Goddam!" (‘¡Mississippi, maldita sea!’), furioso alegato contra varios estados del sur de Estados Unidos, inscrito en la lucha por los derechos civiles de los negros. Por entonces se la empezó a conocer como la Suma Sacerdotisa del Soul.



Entre 1966 y 1974 produjo, para la compañía RCA, algunos de sus mayores éxitos, como las versiones de "To love somebody" (Bee Gees) y "Ain’t got no/I got life", del musical Hair. Otro de sus clásicos, "To be young, gifted and black", estaba inspirado por una pieza de teatro de su amiga Lorraine Hansberry, y fue grabado por Aretha Franklin en 1972.

Ya era una número uno antes de que le viniera la fama mundial en los años ochenta con "My Baby just care for me", que sirvió para una campaña publicitaria de Chanel y que dio lugar a un bello video clip.



Dejó cerca de 70 álbumes y una carrera profesional que duró 46 años con importantes marcas en el género musical el cual reinventó y afianzó con gran esfuerzo. Su vocal intenso y pasional podía tornarse en un huracán de emociones que bailaban en torno a estados como el agresivo, el triste, el sofisticado o el melancólico. Las habilidades musicales de Nina exhiben un gran eclecticismo, una gran facilidad para adaptarse a nuevos estilos. Este ha sido el motivo por el que críticos especializados en la música la han seleccionado como una de las mayores intérpretes de la música jazz de todos los tiempos.

Con ella se cierra una etapa de gran influencia para el jazz. Su música se ha extendido a influencias en cantantes modernas como Diana Krall o Norah Jones.

Su voz por una causa: la lucha contra el racismo

Nina jamás buscó la fama ni el dinero, sino poner su enorme talento musical al servicio del pueblo oprimido norteamericano. Tras los asesinatos de Medgar Evers en Mississippi (junio de 1963) y cuatro niños negros al ser bombardeada su escuela en Birmingham, Alabama (septiembre del mismo año), compuso "Mississippi Goddamn", su primera canción de protesta, una acusación amarga y furiosa de la opresiva situación de los afro americanos en Estados Unidos.

Temas compuestos por ella en 1966, como "Four women", se convirtieron en emblemas de las luchas de los años 60 en Estados Unidos. La interpretación de esta canción fue prohibida en Filadelfia y en las emisoras de radio de Nueva York por injuriosa. Sin embargo, se trata de una balada emocionante y llena de sensibilidad.

Otra canción de protesta de aquellos años es "Backlash Blues", basada en un poema escrito para ella por Langston Hughes.



Militante del movimiento Panteras Negras, otro impresionante tema suyo, "Young, gifted and black" (Joven, dotado y negro), inspirado por Lorena Hansberry, se convirtió en el himno afro americano. Fue también estrecha colaboradora de James Baldwin, Sammy Davis Jr. y Harry Belafonte.

Harta del racismo y del estercolero del mundillo musical americano, Nina renunció su país en 1969, tras el asesinato de Martín Lutero King. Se convirtió en una trotamundos. En 1974 se fue a Barbados y durante los años siguientes vivió en Liberia, Suiza, París, Holanda y finalmente en el sur de Francia.
En 1978 fue detenida a causa de su boicot al pago de impuestos para financiar la guerra de Vietnam.

Nina Simone falleció el 21 de abril del 2003, a sus 70 años, en su casa de Carry-le-Rouet, en el sur de Francia. Se anunció que su muerte fue por causas naturales y que llevaba tiempo sufriendo dolencias físicas. Como ella lo había deseado, sus cenizas fueron esparcidas por varios países de África.




En el 2005 Audi tomó su tema para un spot televisivo de sus autos. En el anuncio podemos escuchar una versión reducida y abreviada de este "Ain't Got No/I Got Life". Una canción extraída del musical Hair y a la que Nina Simone aportó su original toque y su no menos espectacular voz. Tan buena y sanadora es esa canción, que creo que si todo el mundo la escuchara con esa letra, se arreglarían muchas cosas en el mundo, el dinero y el consumismo pasarían a estar en segundo plano.

"No tengo hogar, no tengo zapatos
No tengo dinero, no tengo clase
No tengo faldas, no tengo jersey
No tengo perfume, no tengo cama
No tengo inteligencia

No tengo madre, no tengo cultura
No tengo amigos, no tengo educación
No tengo amor, no tengo nombre
No tengo billete, no tengo cupón
No tengo amor

¿Qué es lo que tengo?
¿Por qué estoy viva entonces?

Tengo mi pelo, tengo mi cabeza
Tengo mi cerebro, tengo mis orejas
Tengo mis ojos, tengo mi nariz
Tengo mi boca, tengo mi sonrisa

Tengo mi lengua, tengo mi barbilla
Tengo mi cuello, tengo mis tetas
Tengo mi corazón, tengo mi alma
Tengo mi culo, tengo mi sexo

Tengo mis brazos, tengo mis manos
Tengo mis dedos, tengo mis piernas
Tengo mis pies, tengo mis tobillos
Tengo mi hígado, tengo mi sangre

Tengo vida, yo tengo mi libertad
Tengo mi vida"


"Ain't got no home, ain't got no shoes
Ain't got no money, ain't got no class
Ain't got no skirts, ain't got no sweater
Ain't got no perfume, ain't got no bed
Ain't got no mind

Ain't got no mother, ain't got no culture
Ain't got no friends, ain't got no schooling
Ain't got no love, ain't got no name
Ain't got no ticket, ain't got no token
Ain't got no love

what have I got
why am I alive anyway

I got my hair, I got my head
I got my brains, I got my ears
I got my eyes, I got my nose
I got my mouth, I got my smile

I got my tongue, I got my chin
I got my neck, I got my boobs
I got my heart, I got my soul
I got my back, I got my sex

I got my arms, I got my hands
I got my fingers, got my legs
I got my feet, I got my toes
I got my liver, got my blood

Got life, I got my freedom
I got my life"

Canción: Ain't Got No/I Got Life
Compositor: Galt MacDermot/James Rado/Gerome Ragni
Intérprete: Nina Simone

Video de Ain't Got No/I Got Life

http://mujerentierrafirme.blogspot.com/2007/04/nina-simone-la-mujer-hecha-canto.html
http://www.mundofanclub.com/nina-simone-biografia/
http://www.perspectivaciudadana.com/contenido.php?itemid=4385
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ninasimone.com

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