domingo, 25 de noviembre de 2012

Fragmento de "Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer. Una guía para la salud física y emocional" de Christiane Northrup.






Resolver problemas, ya sea con fármacos, cirugía o hierbas, es totalmente diferente a crear salud. Crear salud exige un cambio de modelo, o un cambio de sistema, hacia una nueva forma de pensar y ser en relación con nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro espíritu y nuestra conexión con el Universo. Muy pocas personas mantienen o recuperan la salud y la integridad mientras no hacen este cambio.

Crear salud significa aceptar que en la vida de toda persona hay acontecimientos que no se pueden explicar ni cambiar, y al mismo tiempo comprender que cada uno de nosotros interviene en su estado de salud mediante la elección de relaciones, pensamientos, alimentos y actividades que nos sostengan y nutran naturalmente. Crear salud también se basa en la siguiente verdad eterna: agradecer, sentir y dejar marchar la rabia, el sentimiento de culpabilidad, las pérdidas, la ira y la aflicción es la clave de toda sanación. En los siguientes capítulos encontrarás ideas, ejemplos y programas de sanación para el cuerpo, la mente y el espíritu, que han ayudado a mujeres en su viaje hacia la salud.

Capítulo 15

Pasos para sanar

(fragmento)

¿Estás realizando la finalidad de tu vida?

Nuestro cuerpo está hecho para funcionar mejor cuando nos ocupamos en actividades y trabajos que son idóneos para nosotras, que nos hacen sentir a gusto. La salud mejora cuando la mujer realiza un trabajo muy creativo que la satisface a ella, en lugar de hacerlo solamente por complacer a su jefe, a su marido o a su madre. Este trabajo puede ser muchas cosas, desde ocuparse del jardín hasta programar ordenadores o hacer soldaduras.

Por desgracia, nuestra cultura no considera valiosa la creatividad en sí misma: para que una actividad se considere valiosa, debe ir unida a la productividad o a recompensas tangibles. Evaluamos el valor de una actividad según la cantidad de dinero que reporta. Para muchas personas, ir a trabajar es más "ganarse la muerte" que "ganarse la vida". Se suelen aguantar ambientes laborales muy insatisfactorios por los "beneficios". Yo a eso lo llamo "morir por los beneficios". La salud económica y ginecológica están estrechamente ligadas. El estrés económico afecta a la zona del segundo chakra (útero, ovarios, parte baja de la espalda). Creamos salud en esa zona cuando utilizamos nuestra capacidad para ser creativas y prósperas al mismo tiempo.





Ser a la vez creativa y próspera suele requerir, como primer paso, un cambio de actitud con respecto al dinero y el trabajo. Para hacer eso necesitamos comprender la dinámica del trabajo y el dinero, un campo dominado por los hombres desde hace mucho tiempo. Hemos de tener muy clara la predilección de nuestra cultura por el modelo de la escasez y cómo nos afecta eso. Por ejemplo, mucha gente cree: "Si a mí me va bien, otra persona tiene que sufrir. La cantidad de bienes es limitada". O viceversa: "Si a otra persona le va bien, entonces yo no tengo ninguna oportunidad de que me vaya bien también. No hay manera de salir adelante". Cada cual debe ver hasta qué punto tiene arraigadas estas creencias y en qué grado dominan su realidad económica mientras no decida cambiarlas.

Los medios de comunicación nos informan diariamente de cuántas personas están en paro y lo mal que está la economía. Esto nos afecta a todas, y es evidente que estamos en medio de un cambio económico importante. Al mismo tiempo, cada día veo a mujeres que han tenido un año más lucrativo que nunca usando sus dones y talentos. Cuando nos dejamos disuadir por los medios de comunicación y no explotamos el pozo de creatividad que tenemos dentro para que nos surjan ideas que nos sustenten y apoyen, cedemos nuestro poder y nos convertimos en parte del problema.



El trabajo de Joe Dominguez, ex analista de Wall Street y coautor con Vicki Robin del libro Your Money or Your Life (Tu dinero o tu vida), es un buen comienzo para examinar estas destructivas creencias y cambiarlas. De Joe y Vicki he aprendido que el dinero es la substancia por la que canjeamos nuestra energía vital; después, calcular cuánto nos cuesta nuestro trabajo en energía vital. Si trabajamos tantas horas que necesitamos vacaciones caras y enfermar con frecuencia para compensar la energía que nos chupa el trabajo, bien podría ser que descubriéramos que recibimos mucho menos por hora de lo que en realidad nos pagan, una vez calculado el coste "oculto" de nuestras vacaciones y enfermedades. El programa entonces nos ayuda a equilibrar nuestra relación con el dinero determinando cuánta satisfacción obtenemos de cada compra, en comparación con lo que nos cuesta en energía vital.

El siguiente paso es tomar conscientemente la decisión de gastar más dinero en las cosas o actividades que nos producen más satisfacción y menos en las cosas que en último término no tienen ningún sentido. El resultado entonces es que disminuyen nuestros gastos y aumenta la satisfacción que de ellos obtenemos. Cuando se considera de esta manera el dinero, cambia toda la relación con él. Se comienza a ver que no es necesario dejar "para más adelante" las cosas que uno siempre ha deseado hacer. Algunos de mis grandes placeres, como caminar por la playa, leer e ir al cine, no cuestan casi nada. No tiene por qué costarte mucho dinero comenzar a vivir tu vida de modo más satisfactorio. Siguiendo el programa de Domínguez y Robin comprendí que mi tiempo libre no tiene precio para mí, y que nunca seré capaz de tener un trabajo que no satisfaga también mi alma y me deje mucho tiempo para crear mi vida como yo quiero, por altos que sean el salario y los beneficios. Fundamentalmente he comprendido que la verdadera abundancia, en todos los niveles, también el económico, viene de dedicar el tiempo, el pensamiento y la energía a esos aspectos de la vida que más nos satisfacen. En una reciente conferencia titulada "Empowering Women", celebrada en Atlanta, Louise Hay dijo que cada año afirma que sus ingresos van a aumentar y que se verá abundantemente recompensada y gratificada por su trabajo, y que cada año eso ocurre. Louise celebró su 70 cumpleaños en 1996, y su obra y su vida son un ejemplo vivo y estimulante de las leyes de la atracción y la prosperidad.

Hoy en día el trabajo de atender a la familia y preparar la comida (que no figura en el producto nacional bruto) no se reconoce, no se remunera ni se reparte con equidad entre ambos sexos. Una amiga mía ha comenzado a corregir esta situación a nivel personal obteniendo un "salario" de su marido por su trabajo diario como ama de casa, madre y secretaria social. Yo, por mi parte, estoy comenzando a enseñar a mis hijas la importancia de la independencia económica, de no depender de los hombres. Toda mujer necesita considerar cómo puede contribuir a cambiar esta mentalidad cultural.



¿Has programado tu vida de manera que satisfaga al mismo tiempo tus necesidades más íntimas y tu deseo de ser de utilidad a los demás?

Es totalmente posible desarrollarse en plenitud, satisfacer las necesidades emocionales más íntimas y al mismo tiempo trabajar con los demás para el bien común. Nuestra cultura ha enseñado a las mujeres justamente lo contrario: que debe sacrificarse y sacrificar sus necesidades por el bien de los demás. Pero no se puede calmar la sed de los demás cuando el propio vaso está vacío. Muchos estudios han demostrado, por ejemplo, que las mujeres que sacrifican el trabajo que les gusta y su propio desarrollo óptimo para atender y cuidar a los demás corren un mayor riesgo de cáncer de mama. No es sólo el sacrificio lo que crea el problema de salud, sino también el resentimiento no expresado que genera. Cuando la mujer cree que no tiene derecho a progresar, ni siquiera va a permitirse reconocer ese resentimiento. La sabiduría de su cuerpo deberá entonces llamarle la atención sobre eso para que pueda equilibrarlo.






¿Valoras tus fuerzas, dones, talentos y consecuciones?

Una parte muy importante de la creación de la salud, y de cualquier otra cosa, es reconocernos los méritos. Saber aceptar los elogios, permitirnos sentir realmente, de una forma física, el éxito y la realización, es una habilidad que se puede aprender. Annie Gill-O´Toole, asesora de empresas que ha trabajado con nosotras en Women To Women y nos ha ayudado a desarrollar nuevas formas y estructuras que sirven a nuestros objetivos, dice que un importante motivo de que las personas se queden estancadas y no logren crearse una vida mejor es que no se reconocen el mérito de lo que ya han creado. Si uno permanentemente se salta el paso de reconocer sus creaciones y continúa concentrándose en lo que le falta por hacer, entonces su inconsciente sólo escucha algo parecido a esto: "Vales muy poco. Aún no haces lo suficiente. Queda muchísimo por hacer. Jamás serás capaz", en lugar de escuchar: "Buen trabajo. Has avanzado muchísimo".

Muchas mujeres viven con la creencia de que hay demasiado trabajo por hacer, que jamás lo van a acabar y que, por lo tanto, nunca podrán descansar ni valorarse a sí mismas. Esta creencia procede directamente de nuestra obsesión cultural con la productividad y el creer que nuestra valía depende de lo que podemos producir para los demás, sean hijos, bienes o servicios. Actuando con ese sistema de creencias, nos creamos más y más trabajo que nunca se siente completo ni satisfactorio. Pero la salud óptima de los ovarios, por ejemplo, precisa que reconozcamos nuestra creatividad como una manifestación externa de nuestra profundísima necesidad interior de autoexpresión. Esa creatividad no tiene por qué medirse en dinero ni en productividad para ser una valiosa contribución a nuestra salud y a la de los demás. Cuando permitimos que otras personas exploten, juzguen y controlen nuestros dones y talentos innatos, ponemos en peligro nuestra salud.

(...)

Es necesario que las habilidades y voces de las mujeres se hagan oír en todos los ámbitos de acción: en la industria, la educación, la medicina y otras profesiones. Las mujeres deben comenzar por escucharse a sí mismas y oír sus propias voces. Nuestro desarrollo es una prioridad planetaria. Tenemos mucho para contribuir, pero con demasiada frecuencia nos sentimos inseguras de nosotras mismas.

Piensa en algo que hayas realizado hoy, esta semana o este año y de lo que te sientas orgullosa. Siente totalmente tu logro. Asimílalo, hasta que sea algo más que sólo un conocimiento intelectual. Acéptate a tí misma en tu corazón. Si nosotras no podemos sentirnos a gusto con nuestras habilidades y nuestros logros, nadie podrá hacerlo tampoco.


Fragmento de "Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer. Una guía para la salud física y emocional" de Christiane Northrup.

Ilustraciones: Manisha Raju













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