lunes, 22 de febrero de 2010

VALIE EXPORT: LA MIRADA AUDAZ

Valie Export es uno de los grandes referentes artísticos para hablar del vínculo entre feminismo y arte contemporáneo. Valie Export, Adrian Piper, Lygia Clark, Carolee Schneemann, Maria Lassnig y Marina Abramovic optaron por la performance y rechazaron el medio pictórico, ya que creían que era una forma artística no limitada por tradiciones restrictivas, sino que era más abierta y experimental, permitía crear nuevos significados y carecía de una historia de contenidos preconcebidos. Leyeron a Woolf y a Gertrude Stein, las pioneras del pensamiento femenino: "Woolf era un ejemplo brillante del vínculo entre una sensibilidad femenina y una pulsión artística creadora que lleva a modelos universales", afirma Export.

Los temas abordados en aquellas performances o "arte total" aludían a los métodos en que las mujeres eran marginadas o ignoradas de forma que el espectador tomaba conciencia de sí mismo al detectar las jerarquías de poder camufladas en la historia de la representación artística. La construcción de la feminidad empezaba a ser cuestionada por las prácticas feministas revolucionarias que rompían los esquemas lacanianos que consideran a la mujer simplemente una parte de esa Otredad de la cual se protegen la identidad masculina y la cultura occidental.

En su trabajo, Valie Export cree que sí es posible una inversión "femenina" de la perspectiva, lo que llevaría a la existencia del Otro del Otro. El lenguaje del cuerpo intentaría hablar como mujer dentro de un espacio teórico hostil, crearía una nueva óptica femenina que implicase una relación diferente con el espacio y el tiempo.

"Export significa siempre y en todas partes" declaró Valie Export en una entrevista de 1996. "Significa que no me exporto". En una fotografía en blanco y negro titulada Smart Export/Sebporträt (Smart Export/ Autorretrato 1967/1970) aparece la artista vestida al estilo del movimiento juvenil de protesta a finales de los años sesenta, lleva un cigarrillo en la comisura de los labios y ofrece una cajetilla de SMART EXPORT en la que aparecen estampados su nombre y un retrato: "Valie Export -semper et ubique - immer und überall" (es decir, siempre y en todas partes).



La artista quería que su nombre artístico apareciera siempre 'escrito en mayúsculas', ya que así tenía el impacto de un manifiesto y la calidad de un logotipo. Combinado con la leyenda 'MADE IN AUSTRIA' (FABRICADA EN AUSTRIA) este nombre transmitía la idea de que la producción de arte también es la producción de artículos y relacionaba ese concepto con el hecho de que las mujeres se consideren artículos tanto dentro como fuera del mundo del arte.

“Lo decidí cuando comencé con mi labor artística, hacia 1967. Pensé sobre mi nombre, y pensé que no quería tener el nombre de mi padre, que no quería tener el nombre de mi marido, quería tener mi propio nombre. Así que elegí "Export" porque quería exportar mis ideas, salir de mi misma, y "Valie" era un mote. Así que con mi mote y con "Export" (de exportar mis ideas) me inventé mi nombre.”

Así explica esta artista austríaca la metamorfosis que experimentó cuando decidió pasar de ser Waltrud Lehner-Hollinger, a ser Valie Export, el nombre artístico con el que es conocida internacionalmente. Ese cambio tiene mucho que ver con una de las inquietudes básicas que late en toda la obra de Export, y que no es otro que el de la identidad o, mejor dicho, el de la doble identidad, ya que todos los seres humanos tenemos una identidad social asociada probablemente de una manera indisoluble a la identidad personal, y acerca del juego entre las dos polaridades (social-personal), cómo una conforma a la otra y viceversa, ésta es una de las piedras filosofales de esta artista.



Sus inicios estuvieron vinculados al accionismo vienés de los años sesentas, un movimiento formado en su mayor parte por hombres, y que tenía en el propio cuerpo el campo de formulación artística esencial, con la realización de performances que buscaban sacar de su comodidad a la sociedad austríaca. Al igual que sus compañeros del accionismo vienés, Valie Export intentaba superar los límites impuestos por los tabúes y enfrentarse a un público de clase media que, después de la Segunda Guerra Mundial, había vuelto rápidamente a la `vida normal´.



No obstante, las acciones, performances, fotografías y videos de Valie Export se diferenciaban de este movimiento en dos aspectos. En primer lugar, eran categóricamente feministas y destruían las imágenes de mujeres que había impuesto una sociedad dominada por hombres. De ahí que Export definiera sus heridas autoinfligidas -como en la película ...Remote..Remote (1973), en la que se hirió las yemas de los dedos con unas tijeras hasta hacerse sangre- no como la expresión de un impulso masoquista individual sino más bien, desde su punto de vista, como "signos de la historia, descubiertos en acciones relacionadas con el cuerpo" (v.Export en el ensayo Feminist Actionism, 1979).



Del mismo modo, con la liga que se tatuó en la parte superior del muslo izquierdo en Body Action (Acción simbólica corporal, 1970) pretendía erigirse en 'símbolo de esclavitud pasada'.





En segundo lugar, sin embargo, la producción artística de Export desde el comienzo debía ser una crítica de los medios de comunicación. Nunca consideró la fotografía, la película o el video como elementos neutrales o documentales. En su texto Mediale Anagramme (Anagramas de los medios de comunicación, 1990), describió su trabajo como "cuadernos en los que las páginas, notas, o imágenes se cambian repetidas veces a distintas relaciones y nuevos significados hacen posible un nuevo concepto. El medio no sólo no es el mensaje, o, por decirlo de otro modo, el medio no es sólo UN mensaje". El principio anagramático de ordenar los elementos existentes para producir siempre nuevos significados también es caracteristico de la utilización que hace Export de los medios digitales de fines de los ochenta, como el CD-Rom Bilder der Berüngen (Imágenes de contacto, 1998), que no sólo contiene un archivo audiovisual completo de sus obras realizadas a lo largo de tres décadas, sino que además, permite modificar el orden de visualización mediante técnicas interactivas.

"Si las mujeres abandonaran a sus maridos y a sus hijos y la sociedad lo tolerara tanto legal como socialmente, como en el caso de los hombres; si las mujeres consiguieran esto, desarrollarían una creatividad igual de rica."
Export pronto se desmarcó del accionismo vienés. Su identidad como mujer y la búsqueda de un camino personal la condujeron a entrar de lleno en reflexiones acerca del papel que había desempeñado históricamente la mujer en la historia del arte, y cómo los esquemas patriarcales habían definido una cierta identidad femenina, por lo cual se puede decir que su arte entra en los postulados del arte feminista.

“De alguna manera me enteré por revistas y periódicos que existía algo llamado feminismo, en concreto por medio de revistas americanas. En Europa realmente no existía, pero surgió con el movimiento estudiantil: el pensar sobre lo que significaba ser una estudiante, y también ser madre, tener o no una familia. Me puse a trabajar sobre la manera en que la Historia del Arte muestra los comportamientos femeninos, en cómo trata a las mujeres o los temas femeninos. A través de ello pude hacer que mi arte llevase un mensaje social” como explica ella misma en una entrevista firmada por Sibley Labandeira y Laura Doñate. Valie Export intenta, a partir de los años sesenta, revelar y desmantelar el régimen de visión patrircal y las estructuras de poder que favorecen imágenes de "feminidad".



Para transmitir su mensaje, Export utiliza diferentes técnicas artísticas: performance, cine, fotografías, dibujos, instalaciones, vídeo. Una de sus performances más comentadas fue la que realizó en el año 1969 a la que tituló Aktionshose: Genitalpanik (Acciones de pantalón: Pánico genital), se paseó por las filas de un cine porno vestida con unos pantalones con la costura de la entrepierna descosida y sosteniendo una metralleta, ante unos espectadores que deseaban ver imágenes genitales en la pantalla.


Valie Export (Linz, Austria, 1940)

Amenazados tanto física como psicológicamente por el arma y por el "cambio ontológico" de una imagen pornográfica a los genitales femeninos reales, los expectadores abandonaron el cine. “Esta acción es una metáfora sobre el discurso feminista de autoafirmación de la diferencia con evidentes referencias críticas a la teoría freudiana sobre el complejo de castración. Blandiendo el símbolo fálico del arma destructiva, Valie Export asumía un rol activo y de verdadero poder, mostrando la propia naturaleza de la diferencia sexual.” (Programa del Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León 2006)



Un año antes, en 1968, había puesto de manifiesto la imagen que ofrecía de la mujer el cine convencional, y había salido a la calle para realizar la performance Tapp und Tastkino (Cine de tacto), en la que su pareja sentimental por aquel entonces, Peter Weibel, invitaba a los transeúntes con un megáfono a que tocaran los pechos desnudos de Valie que estaban ocultos detrás de una caja con unas cortinas, rompiendo la imagen de la mujer como un objeto pasivo y entrando de lleno en el cuestionamiento de conceptos como el de voyeurismo o el exhibicionismo.



Ella transformó la situación vouyeurística del cine en un "cine ampliado", sustituyendo la imagen cinematográfica de la "feminidad" definida por los hombres por su propio cuerpo real y devolviendo la mirada a los que la observaban, convirtiéndolos a su vez en objetos que podían contemplarse.

Superponiendo o estratificando distintas representaciones del mismo tema, Export evidencia no sólo la naturaleza construída de las imágenes sino también el modo potencial de cambiarlas. También señala la influencia mutua y la interrelación existente entre imagen y realidad. Un buen ejemplo de esta estrategia es una serie de fotografías en las que aparecen mujeres posando con objetos domésticos en las postura de las madonnas del Renacimiento. En Die Putzfrau (Fotoobjekt nach Tizian) (La mujer de la limpieza, fotografía inspirada en Tiziano, 1976) se superponen dos estereotipos de contradictorios: un cliché idealizado de la alta cultura y otro peyorativo de cultura popular.



Una opción parar la destrucción de las identidades sexuales heredadas y los papeles definidos socialmente (como el de la maternidad) es la extensión tecnológica o el traslado de funciones corporales biológicas. Con un ojo puesto en Sigmund Freud, que veía a la especie humana como el "dios ortopédico", la instalación de Valie Export Fragmente der Bilder einer Berührung (1994) resalta las tecnologías de la reproducción, que (sean cuales sean las críticas alegadas) también pueden contribuír a la "liberación de la carga que supone el cuerpo"(en palabras de Export): se iban apagando progresivamente unas bombillas y se sumergían en recipientes de cristal llenos de leche, aceite o agua y después se retiraban. El procedimiento técnico evocaba un acto físico sexual y, por lo tanto, la visión ambivalente de la liberación del cuerpo, lo cual para Valie Export equivale a trascender el principio de la realidad.



En la obra de Export el sexo también se muestra con un componente de dolor, de derramamiento de sangre, como en Mann, Frau & Animal (Hombre, Mujer, Animal, 1973), que se inicia con la búsqueda de un placer masturbatorio hasta llegar a un final sangriento, o en Eros/sión (1973) en la que se revuelva en cristales rotos, se quema con cera caliente, recorriendo un camino entre la violencia y el sexo.



Entrevista a Valie Export

Calificada como provocadora, idealista, feminista, comprometida, política. Valie Export es, en definitiva, una artista que ha sabido atreverse con todo, marcando y abriendo el camino conceptual que ya habían comenzado a recorrer otras antes.

En 1967 Waltrud Lehner-Hollinger (Linz, Austria, 1940) decide convertirse en Valie Export. Dos años después sale a la escena pública como marca registrada a través de un pastiche publicitario, "Valie Export-Smart Export". Ya en esta obra temprana encontramos algunas de las constantes de su obra, como son el tema de la identidad, el cuestionar los medios de comunicación y su afán por destruir la imagen tradicional de la mujer como objeto.

La actividad de esta pionera se caracteriza por la valentía, tanto a la hora de elegir sus temas como a la de enfrentarse a todo tipo de medios de expresión. Desde el dibujo y los soportes multimedia, hasta su propio cuerpo en el espacio público. Prueba de ello son sus acciones, fotografías, esculturas, instalaciones, dibujos y películas.

Toda su obra está impregnada de interés por el psicoanálisis, por el lenguaje y el vacío existente entre las representaciones mediáticas y la realidad. Con gran audacia y cierto sentido del humor busca demostrar el sin sentido de las identidades impuestas, sea por los medios de masas o por la tradición. En cualquier caso, hemos de buscar nuestra identidad dentro de nosotros mismos como hace ella en cada una de sus obras.

¿Cuándo y por qué decidiste adoptar el nombre de Valie Export?< ¿Qué simboliza?
Lo decidí cuando comencé con mi labor artística, hacia 1967. Pensé sobre mi nombre, y pensé que no quería tener el nombre de mi padre, que no quería tener el nombre de mi marido, quería tener mi propio nombre. Así que elegí "Export" porque quería exportar mis ideas, salir de mi misma, y "Valie" era un mote. Así que con mi mote y con "Export" (de exportar mis ideas) me inventé mi nombre.

Así que no es un alter ego como Rose Sélavy para Marcel Duchamp, se podría decir que es la identidad que has elegido.
Sí, es una identidad escogida.

La identidad ha sido un tema crucial durante el siglo XX, ¿por qué crees que ha sido así?
Supongo que porque en el siglo pasado han sucedido muchas cosas para encontrar una identidad o para hablar de identidad. Por ejemplo, podemos decir "todos somos iguales, todos estamos liberados, todos tenemos una especie de libertad, no hay separación, no hay personas inferiores ni personas superiores", así que tenemos una especie de identidad social, una identidad única, pero dentro de esto tenemos nuestra propia identidad. Esto hace que tengas tu propia identidad, tu ser, y la otra identidad. Así que es interesante pensar que todos los seres humanos son iguales, que tienen de alguna manera la misma identidad, y, a la vez, que cada uno tenemos la nuestra. Por eso este tema era, es, muy importante para mí, el pensar qué significa mi identidad en la sociedad, qué significa mi identidad en la civilización, qué significa para mi misma. La cuestión es ¿quién soy yo?, ¿qué significa una identidad artística?, ¿qué significa una identidad privada? Así que descubrí que tenemos muchas identidades, y que hay que unirlas todas, pues si no lo haces te vuelves loco.

Durante el siglo XX los roles sociales, masculino y femenino, han sufrido muchos cambios, ¿ha sido el arte un factor importante para que esto ocurra?
Sufrido no, evolucionado. Sí, desde luego. El arte es una especie de vanguardia, aunque ya no se use ese término. El arte siempre está explicando algo sobre la cultura, también sobre la identidad femenina y la masculina. Pero no sólo ha sido importante el arte, sino también la psicología y la semántica.

¿Qué artistas te han inspirado y qué artistas contemporáneos te interesan?
En los sesenta sentía mucha curiosidad, no puedo hablar de inspiración exactamente, pero había una conciencia común, trabajábamos en temas parecidos y teníamos los mismos pensamientos. Por ejemplo Yvonne Rainer. No ha habido tantas mujeres artistas en Europa. Tenía un pensamiento o un sentir común con Michael Snow. De alguna manera me enteré por revistas y periódicos que existía algo llamado feminismo, en concreto por medio de revistas americanas. En Europa realmente no existía, pero surgió con el movimiento estudiantil: el pensar sobre lo que significaba ser una estudiante, y también ser madre, tener o no una familia. Me puse a trabajar sobre la manera en que la Historia del Arte muestra los comportamientos femeninos, en cómo trata a las mujeres o los temas femeninos. A través de ello pude hacer que mi arte llevase un mensaje social.

¿Crees que en esa vía aún quedan cosas que decir?
Bueno no conozco lo nuevo, si lo conociera te podría contestar, pero creo que el proceso es continuo siempre. Aunque ya se han dicho muchas cosas, se pueden decir muchas más. En cualquier caso no se debería parar.

Empleas tu cuerpo en muchas ocasiones, ¿por qué?. ¿Crees que es la mejor manera de transmitir tus ideas?
Sí, uso mi cuerpo. Está bien.

También usas el vídeo, la performance, la fotografía. ¿Cuál es la mejor manera de transmitir tus ideas?. ¿Depende de lo que tengas que decir?
Pienso en lo que de verdad quiero decir. Uso los llamados "nuevos medios", ya desde los años 60, los 70 y los 80. Medios como el vídeo me permitían trabajar con el espacio y el tiempo, y la fotografía sobre la idea de la representación, el sujeto y el objeto.

Has sido muy valiente como artista, ¿eres igual de intrépida en tu vida cotidiana?
Creo que sí, creo que siempre soy igual.

¿De todas tus obras de arte cuál es la que mayor satisfacción te ha dado?No te lo puedo decir, depende. Por ejemplo en mi exhibición en Sevilla, donde había más de 80 obras, al recorrerla y ver algunas obras era capaz de decir "éste era un buen momento".

¿Cómo describirías la evolución de tu trabajo, establecerías períodos o es todo un largo proceso?
Es un proceso, siempre es un proceso. No podría establecer diferentes períodos. Ahora por ejemplo dibujo, y es una locura dibujar después de usar los nuevos medios. Pero dibujo. Dibujo olas porque las olas son algo efímero, no existen nunca, cada ola cambia constantemente en millones de millones de segundos, nunca se da la misma ola. Y esto me resultaba interesante (lo efímero), pensé que podría mostrar algo en un medio verdaderamente efímero, por ejemplo instalaciones hechas a partir de lásers; el láser también es muy efímero, no tienes nada, sólo el láser, el rayo, todo está en el ordenador.

¿Por qué este interés por lo efímero? ¿Para darle mayor protagonismo a la idea frente a la materia?No, me interesa porque todo es efímero. Pensamos, tenemos una memoria, nuestra memoria individual y la colectiva, pero en realidad siempre están cambiando, y todo depende de cómo veas tu memoria o cómo te posiciones.

Como profesora en la Universidad de Wisconsin, ¿cuál es la lección o la idea más importante que intentas transmitir a tus estudiantes?
Que descubran lo que pueden hacer, esto es lo más importante. Encontrar sus talentos, que vean cuánto pueden crecer y cómo, en qué pueden trabajar. Esto es lo más importante y sólo se alcanza hablando, dialogando. Y también les explico los distintos medios con los que pueden trabajar.

¿Aprendes tú de ellos?
Sí claro, yo también aprendo. Siempre es muy gracioso ver toda esa obra artística joven. A veces me recuerda a las obras de los 60, pero otras veces es absolutamente nueva. Uno puede ver las raíces pero sale de otro comportamiento, de otra batalla. Debería ser otra batalla, los años pasan.

¿Qué diferencia ves entre tus estudiantes y los estudiantes de tú época? ¿Han cambiado los intereses o sólo el acercamiento?
Ambos, lo que expresan y la actitud. Una cosa que realmente echo en falta, pero no sólo en mis estudiantes sino en general, es que ya no se trata la situación social o política. Aunque sí puedo decir que en los últimos dos o tres años han vuelto a surgir temas como el feminismo y otros intereses socio-políticos.

¿Hacia dónde crees que se dirige el arte ahora?
No puedo decir hacia donde va, pero debería llevarnos a una concienciación o un despertar, un entendimiento.

¿En qué estás trabajando actualmente, además de los dibujos de olas que has mencionado anteriormente?
En una obra cuyo soporte es informático, pero yo no hago la programación, no sé programar. Ves tus propios ojos en la pantalla, tú puedes seguir el movimiento de tus ojos, y cuanto más sigues su movimiento más se van borrando. Después se lee un texto, y sigue otro. Lo que viene a decir es que si quieres ver tus ojos lo mejor es mirar directamente pero no ocurre nada. Sin embargo si quieres ver donde miran tus ojos entonces los borras. Tiene que ver con la persecución, con la realidad, porque siempre hay algo detrás, y detrás de eso también hay algo, y así sucesivamente.

Es como si quisieras decir que para vernos tenemos que mirarnos directamente a los ojos.

Pero si hacemos eso entonces no cambiamos. Si fijas la mirada nada resuelves, por ejemplo, en las normas sociales o en las leyes. Así no cambias nada. Si te mueves puedes cambiar, hay que estar moviéndose siempre.

Sibley Labandeira
Laura Doñate

Fuentes: Texto de Bárbara Hess extraído del libro "Mujeres artistas de los siglos XX y XXI", Taschen y blog lavidanoimitaalarte.blogspot.com
Link: http://www.valieexport.at/en/valie-exports-home/
Entrevista: http://www.ucm.es/info/arte2o/documentos/valliexport.htm

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