sábado, 25 de junio de 2016

LA HEMBRA por Simone de Beauvoir


«Efectivamente, en nuestros días el hombre representa el positivo y el neutro, es decir, el macho y el ser humano, mientras que la mujer es solo el negativo, la hembra. Cada vez que la mujer se conduce como un ser humano, se dice que se identifica con el varón.
Sus actividades deportivas, políticas, intelectuales, el deseo que siente por otras mujeres, se interpreta como una “protesta viril”; no se quieren tener en cuenta los valores hacia los que ella se
trasciende, lo que lleva evidentemente a considerar que ha elegido la opción inauténtica de una actitud subjetiva. El gran malentendido sobre el que descansa este sistema de interpretación es que se admite que es natural para el ser humano hembra convertirse en una mujer femenina: no basta con ser heterosexual, ni siquiera ser madre, para realizar esta
idea. La “mujer, mujer” es un producto artificial que fabrica la civilización como antes se fabricaban castrados; sus supuestos “instintos” de coquetería, de docilidad, se insuflan como al hombre el orgullo fálico; él no siempre acepta su vocación viril; ella tiene buenas razones para aceptar menos dócilmente todavía la que se le ha asignado,».
Simone de Beauvoir, "El Segundo Sexo", 1949
Arte: Adan y Eva de Suzannne Valadon

No hay comentarios:

Publicar un comentario